Edward Snowden es un héroe

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Snowden

Estados Unidos no se ha podido salir con la suya. China, Rusia y buena parte de Latinoamérica ya no están bajo su mando y, entre todos, han logrado —o lograrán— llevar a Snowden a Ecuador sano y salvo. A pesar de la demonización que de él han hecho las autoridades de su país, no es un delincuente, todo lo contrario, es miembro de pleno derecho de una nueva estirpe de personas que se juegan heroicamente todo en la vida para denunciar las tropelías de los regímenes occidentales contra su propia ciudadanía y el resto del mundo. En este sentido, muchos lo han calificado de auténtico patriota, al contrario de los que lo persiguen desde la oficialidad, aquellos que actúan ilegalmente vulnerando los más elementales principios democráticos.

Si algo ha puesto de relieve Snowden, como Manning o incluso Assange, es que Estados Unidos, además de ser un país agresor en lo militar, también lo es en el plano cibernético, La utilización de sus multinacionales tecnológicas para espiar a la ciudadanía mundial lo convierte en una especie de gran hermano plenipotenciario que roba datos personales, archivos, conversaciones telefónicas, correos, mensajes de millones de personas. No es nada nuevo, a muchos os sonarán nombre como Carnivore, Echelon, las puertas ocultas de los sistemas operativos… denunciadas en tantas ocasiones. El imperio lleva haciendo lo mismo —o intentándolo— desde hace muchos años, solo que adaptándose a los requerimientos de una tecnología en permanente evolución.

Y no, no es un problema de falta de privacidad únicamente, el historial reciente de EEUU está lleno de vuelos de la muerte, de cárceles fantasma, de drones asesinos, de torturas o guantánamos varios en limbos legales que es probable que se iniciaran mediante el uso de sistemas de espionaje de este tipo. Hablamos de derechos humanos, de espionaje comercial, de la generación de guerras para el expolio de los recursos naturales del planeta. Por eso es tan importante que Snowden no sea entregado a los mismos que violan los principios más elementales de la libertad individual. En Estados Unidos sería un preso político más, sin garantías procesales de ningún tipo, por eso debe otorgársele el estatus de refugiado político y ser beneficiario de asilo en algún país libre del yugo norteamericano.

No deja de ser un orgullo que Latinoamérica, posiblemente Ecuador, pueda ser la destinataria de activistas por la libertad perseguidos como Assange o Snowden. Hace bien pocos años sería algo realmente impensable. Por fin tienen política propia y autonomía suficiente como para obrar según sus propios intereses. Si John Kerry se ha atrevido a amenazar a China y a Rusia, la campaña de acoso que le espera a Correa puede ser brutal. Hoy más que nunca debemos mostrar nuestro apoyo por este pequeño gran país que no deja de dar lecciones a todo el mundo de independencia, justicia y respeto por la libertad y los derechos humanos. Como muchos esperaban, Rafael Correa ha tomado el testigo de Chávez en el liderazgo político del ALBA. No lo va a tener fácil, enfrentarse con el enemigo del norte ante los ojos de todo el mundo no le va salir gratis, por eso hay que estar vigilantes y denunciar cualquier intento de desestabilización o injerencia en Ecuador.