Como parece que seguimos enfrascados una y otra vez con los mismos argumentos polÃticamente correctos y ni siquiera la izquierda  es capaz de reconocer los hechos nucleares del problema diplomático con Gibraltar, voy a tratar de arrojar un poco de luz sobre el auténtico culebrón —más que serpiente— de verano con el que nos castigan a diario polÃticos, articulistas, juntaletras y tertulianos varios. Aún a riesgo de parecer simple, pretendo ser palmario, claro y conciso. Podemos usar los comentarios para ahondar en cualquier aspecto concreto que os pueda interesar.
Falso
1. Gibraltar no tiene aguas territoriales. Dijera lo que dijera Utrecht en un tiempo en que no existÃan las aguas jurisdiccionales, no existe en el mundo ningún territorio costero que no tenga asignadas unas millas de agua colindantes. Gibraltar no va a ser una excepción porque el gobierno del PP lo quiera. La Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, CONVEMAR, firmada por España en enero de 1997 en el gobierno de Aznar, recoge esas aguas territoriales inscritas por el Reino Unido, haciendo uso de 3 millas en vez de las 12 reglamentarias.
2. Los bloques de hormigón lanzados al mar son un atentado ecológico. Todo lo contrario, la creación de arrecifes artificiales es una polÃtica conservacionista muy extendida en todo el mundo para favorecer refugios para la pesca.
3. Gibraltar es un paraÃso fiscal. Aunque parezca un tecnicismo, la colonia británica cumple la normativa de transparencia que impide tal consideración por organismos como la OCDE. Sin embargo, aspectos de su fiscalidad hacen que se haya convertido en un refugio apetecible para muchos capitales, gran parte de ellos españoles. Las empresas tributan en Gibraltar 20 puntos menos por los beneficios que obtienen de lo que pagarÃan en España. El capital no entiende de banderas, a pesar de estar básicamente en las manos de los que se parten el pecho por la idea de nación española.
4. Los gibraltareños evaden impuestos en España. Los gibraltareños, como el resto de turistas que compran en nuestro paÃs tienen derecho a la devolución del IVA, eso dice la ley. Si España no hubiera bloqueado la incorporación de la Roca al espacio aduanero comunitario común, eso no serÃa asÃ. Ha sido justamente un «problema» generado por la postura del estado español. Otra cosa que se les echa en cara es que compran las viviendas a través de sociedades para no pagar plusvalÃa. A pesar de no ser una conducta generalizada, y aún en el caso de que lo fuera, sólo lo hacen usando una legislación nacional que lo permite ¿cuál es el problema?
Verdadero
1. España no ha llevado el caso de las aguas en conflicto a ningún organismo internacional de arbitraje. Saben sobradamente que cualquier pronunciamiento en tal sentido serÃa desfavorable y prefieren agarrarse a un tratado de hace 300 años en una realidad polÃtica y administrativa diferente a la actual y, por tanto, inaplicable.
2. La pesca de arrastre es antiecológica. La pesca que dificultan los bloques de hormigón es la de arrastre, una de las más nocivas para los caladeros que existen, sobre todo por su carácter nada selectivo y por la destrucción de la vida en los fondos marinos.
3. El comercio ilÃcito de tabaco perjudica a los estancos campogibraltareños. Ese hecho puede ser considerado como histórico, no es nada nuevo. Sin embargo, también pone en cuestión la fiscalidad brutal sobre el tabaco en nuestro paÃs y ha hecho la vida más cómoda a los adictos al tabaco en la región y a gentes con pocos ingresos que vivÃan y aún viven del menudeo. No creo que a nadie sorprenda el hecho que que muchos estancos o kioscos distribuyan bajo cuerda tabaco de contrabando para adaptarse a una realidad establecida y socialmente aceptada.
4. El verdadero problema ambiental de Gibraltar es el bunkering. Las gasolineras flotantes abastecen a barcos que cruzan el Estrecho de Gibraltar y hacen competencia desleal a sistemas de repostaje costeros muchos más seguros desde el punto de vista ambiental por el control que tienen sobre posibles vertidos de hidrocarburos durante las maniobras. Tras muchos años de denuncias ecologistas, parece que se acuerdan ahora del bunkering, un negocio donde, paradójicamente, el actual ministro de medio ambiente del PP tiene intereses económicos empresariales en esta misma zona que, inicialmente, trató de mantener ocultos.
5. El conflicto de Gibraltar sirve de cortina de humo. Nadie en su sano juicio puede pensar que por unos bloques de hormigón pueda montarse un problema diplomático de tamaña magnitud. Los problemas pesqueros vienen de largo; los del bunkering o los refugios fiscales, también; los de contrabando son centenarios. ¿A qué viene esto? A Picardo no le marchaba muy bien polÃticamente hablando hasta que no se ha dedicado a confrontar con España. Pero a Rajoy le ha venido y le viene muy bien sacar la enseña nacional a pasear para distraer la atención de la agresión permanente a los derechos de los ciudadanos, los innumerables incumplimientos electorales y los problemas de corrupción de su partido. Con un poco de diplomacia soterrada y buen hacer, el problema pesquero se habrÃa solucionado o habrÃa quedado larvado por mucho más tiempo, como llevaba estos dos años atrás.