No pensis en historias econmicas, que esta vez no va de eso.A Uribe ya no le vale la supuesta guerra contra el terrorismo para justificar su corrupto estado de narcoparapoltica, de escuadrones de la muerte, de violaciones sistemticas de derechos humanos, de genocidio contra los indgenas. Ya no le vale ni para justificar el tener un pas invadido por EEUU con el pretexto de lucha contra la droga. A cada cerdo le llega su San Martn, y el de Uribe parece acercarse irremisiblemente. Y es que se le complican muchos de los frentes que tiene abiertos:
- De un ladoel parlamento ha votado en contra de su posibilidad de reeleccin, aunque an no he visto denuncias de medios espaoles tildndolo de dictador que quiere perpetuarse en el poder a pesar de que su segundo mandato lo consigui mediante compra de votos y coacciones.
- Los informes de ONGs de derechos humanos lo estn acusando a las claras de asesinatos de centenares de civiles cada ao, en nmero superior a las de las propias FARC sin siquiera sumar las bajas provocadas por los paramilitares, que no dejan de ser instrumentos del estado.Uribe ha acusado a Human Right Watch de ser cmplices y defensores de las FARC, con la intencin de descalificar sus datos. Con los representantes de la ONU no ha llegado a tanto, pero tampoco le han hecho mucha gracia las acusaciones de ejecuciones extrajudiciales y las peticiones de investigacin de crmenes contra la humanidad practicados habitualmente por el ejrcito. Amnista internacionaltampoco deja ttere con cabeza en su informe anualsobre la realidad colombiana y el abuso que hacen de la mal llamada guerra contra el terrorismo para ocultar sus crmenes,
- El narcopresidente colombianose ha visto en la necesidad de apartar del ejrcito en las ltimas semanas a varios militares implicados en la desaparicin y asesinato de 11 jvenes de Bogot, de los que en primera instancia se fabric su pertenencia a las FARC para justificar su muerte.
- La poblacin indgena contina con la Minga de Resistencia para conminar al gobierno a reconocer sus derechos. Ni losasesinatos de manifestantes, ni la violencia desplegada hasta la fecha han logrado doblegarlos. Todo indica que la marcha campesina se dirigir hacia la capital.
- Uribe ya perdi su batalla ante los jueces a pesar de decretar el estado de excepcin contra su huelga, le han salido brotes de terrorismo al margen de las FARC, lo han pillado en actos de espionaje contra la oposicin de izquierdas…
Por si fuera poco, cada vez Colombia se est quedando ms aislada en el contexto latinoamericano. La mayora de pases del rea se encuentran inmersos en procesos de reforma de los estados para adaptarlos a una realidad social multitnica apartndose del neoliberalismo salvaje que ha tenido sumido al continente en la pobreza y la desigualdad estructural y arrodillado ante los intereses de Washington. Esta Colombia cada vez se parece ms al ente sionista de Oriente Medio. Esperemos que pronto se una a los vientos de libertad e independencia que vuelan por todo el continente y se despegue del lastre de EEUU. Para ello lo ms inmediato es acabar con Uribe de una vez por todas, a ver si este estado de las cosas es el principio de su fin.
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