El desplome del laborismo unido al ascenso del Ysrael Beitenu, el partido ultra de los emigrantes rusos y del Shas, los religiosos ultraortodoxos que pedían bombardear Gaza con armas nucleares, seguramente va a condicionar un gobierno de extrema derecha en el que el Likud de Netanhayu posiblemente será quien lidere una coalición que traerá más guerra a Oriente Medio, más terrorismo y mayor desestabilización mundial.
Y es que los israelíes han votado en masa contra el proceso de paz y de normalización de Israel con el resto de sus vecinos. Con el Likud al frente es impensable que pueda pensarse en la retirada sionista de Los Altos del Golán, las Granjas de Shebaa y Cisjordania. Ahora que EEUU ha tendido la mano a Irán, Israel va a tratar de atacarlo con todos los medios a su alcance; el panorama no puede ser más desolador. Si el principio de equidad y reciprocidad existiese en política, un gobierno de este tipo sería aislado, sitiado, embargado y hundido hasta doblegar la voluntad de los votantes que prefirieron la guerra y el terror a cualquier esperanza de paz. Pero eso no va a suceder, la «comunidad internacional» apoyará sin fisuras a un estado que aún será más terrorista y genocida que el actual, por algo es Israel y se puede permitir cualquier cosa.
En Europa sería impensable que formaciones de tipo integrista que pretenden imponer leyes religiosas por encima de las civiles llegasen al poder. Recientemente los sionistas han alabado a nuestra ley de partidos que impide presentarse a listas independentistas, así encuentran una coartada democrática para impedir el voto a los árabes israelíes. La cosa es que con esa ley en la mano, probablemente hubieran ilegalizado la práctica totalidad de la Knesset, quizá salvo el Hadash (los comunistas), los partidos árabes y el de los jubilatas, el resto sería anulado por apoyo del terrorismo y por no condenar la violencia.
La solución buscada por el pírrico vencedor de las elecciones, el Kadima de Livni, es buscar un gobierno de concentración con el Likud o un gobierno rotatorio, pero es poco probable que Netanyahu quiera compartir un poder que puede ejercer con pocas concesiones a partidos minoritarios. Sería lo menos malo, pero en todo caso mucho peor de lo que ha gobernado estos 4 años, que ya es decir. Algunos se agarrarán al «cuanto peor, mejor» por aquello del clavo ardiendo, pero el umbral de sufrimiento palestino para que EEUU y la UE se decidan a tomar medidas drásticas se ha demostrado excesivamente elevado, se necesitarán miles de muertes y la rebelión de los países árabes controlados por el imperio para que se retome seriamente un proceso de paz. Puedo imaginarme la cara de Abbas…
Las elecciones han quedado como sigue, hay pocas combinaciones posibles, se admiten apuestas:
- Kadima, de supuesto centro derecha —en Europa rayaría el fascismo— 28 inútiles escaños.
- Likud, de extrema derecha, un 30% de sus bases manifiestan ser admiradores de Hitler y el resto lo demuestra a diario aunque no lo manifieste públicamente, 27 escaños. Abogan por volver a entrar en Gaza y acabar físicamente con todos los responsables de Hamas, caiga quien caiga.
- Ysrael Beitenu, el partido de Lieberman, es la formación de los emigrantes rusos que componen el 20% de la población del país. Pide la pureza étnica del estado mediante la expulsión de los árabes que viven en Israel. 15 escaños.
- Partido Laborista de Barak, el pacifista de izquierdas amante de la guerra y el genocidio, 13 asientos.
- Shas, ultraortodoxos sefardíes dirigidos por Ovadia Iosef y su consejo de sabios con tirabuzones. Tan pío que pedía el bombardeo atómico de Gaza. 11 escaños.
- Judaísmo Unido de la Torah. Más ultraortodoxos pero ashkenazis, que ellos la raza la llevan muy presente. 5 asientos.
- Hadash, el Partido Comunista mixto, el único que ha dado la cara contra las masacres de Gaza, premiado por los electores con 4 diputados.
- Unión Nacional, formado por una coalición de grupos religiosos, racistas, extremistas y nacionalistas. 4 escaños
- Lista Árabe Unida Ta’al, pudo presentarse a las elecciones, 4 diputados contra el apartheid.
- Meretz, un partido socialdemócrata de intelectuales pacifistas que apoyan todas las guerras que emprende su estado. 3 escaños muy muy merecidamente venidos a menos.
- Hogar Judío, un partido de colonos radicales que lucha por seguir robando tierras a los palestinos. 3 asientos
- Balad, otro partido árabe cuyo líder está en busca y captura, 3 escaños.