España no debe participar en la fuerza de ocupación del Líbano

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Me desayuno esta mañana con esta noticia aparecida en la portada de El País digital. Nuestros líderes dicen que tenemos que estar allá y de una manera significativa proporcional a nuestro rol en el mundo y a nuestro interés por Oriente Medio:

España está dispuesta a participar «con una contribución significativa» en la futura fuerza de paz que, bajo mandato de la ONU, se desplegará en el sur de Líbano una vez que se alcance un acuerdo entre las partes, según distintas fuentes gubernamentales. Aunque las conversaciones entre los países dispuestos a aportar tropas están aún en una fase inicial, se da por seguro que el liderazgo corresponderá a Francia y que la fuerza dispondrá de un mandato «robusto» y de autorización para usar la fuerza. Expertos militares cifran la contribución española en «al menos» un batallón de 800 soldados.

Esas fuerzas militares no van a garantizar la paz en la zona, van a despojar a los libaneses de la soberanía de parte de su territorio, constituirán una constante humillación y una amenaza tanto al impasible ejército libanés oficial, como al verdadero ejército de Líbano, Hezbollah. La guerrilla tiene experiencia en expulsar a ejércitos extranjeros, lo logró con Israel en una guerra de desgaste y lo logró con Estados Unidos y Gran Bretaña, donde se ganó el calificativo de terrorista tras atentar contra ellos con atacantes suicidas que costaron la vida a casi 250 marines.

Los ejércitos extranjeros se verán como aliados de Israel, no en vano es su exigencia y su manera de justificar que han ganado la guerra. Como tales se meterán en una ratonera de la que jamás podrán salir airosos. Nuestro país no debería jugar al juego del colonialismo imperial con el riesgo que va a conllevar en vidas humanas. ¿No fue suficiente la experiencia iraquí?. Si Estados Unidos y Gran Bretaña quieren una fuerza multinacional que la integren ellos (ya han dicho que no van a participar). Y si Israel la quiere, que la mantenga dentro de sus fronteras. No en vano ellos han sido los agresores y los que han invadido territorio ajeno una y mil veces.