Israel y los daños colaterales de las elecciones en EEUU

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09-adelson-aguirre2Que Israel sea una estrella más de la bandera norteamericana es algo sabido, lo que ya se duda es del tipo de estrella que adorna el susodicho trapo de colores, ya que las más de las veces parece que las 50 estrellas sean del tipo de David más que las que oficiales de cinco puntas. Ese es el motivo por el que cualquier proceso electoral en la metrópoli del imperio deja tanta huella en esta pequeña pero influyente y poderosa colonia situada a muchos miles de kilómetros de distancia.

Pues resulta que en Israel están a la gresca entre la derecha del Kadima y la ultraderecha del Likud por el apoyo de Netanyahu a Romney en las presidenciales norteamericanas. El ex primer ministro Olmert, que amenaza con volver a la contienda electoral a pesar de sus problemas con la justicia, está acusando a Bibi de aliarse con Adelson, el magnate o mangante de los casinos y un peligroso sionista que apoya a lo más abyecto de la sociedad israelí, para impedir que Obama revalidara su mandato. Pues bien, el amigo de Esperanza Aguirre, apostó y perdió contra Obama más de 60 millones de dólares en donaciones a los republicanos para que consiguieran destronar a Obama. Lo extraño es que Romney, mormón confeso, aceptara dinero sucio procedente de negocios de juegos de azar y de oscuros negocios no exentos de corruptelas, sobornos y extorsiones.

Netanyahu, al saltarse tan claramente el principio de no injerencia, ha dejado al estado de Israel en una delicada posición, sobre todo teniendo en cuenta que el país hebreo tendrá que llamar a las puertas de EEUU para multitud de temas, desde los puramente económicos, hasta políticos y militares. No digamos nada si hablamos de las agendas expansionistas sobre suelo palestino, sobre el ataque a Irán a o cualquier otro de sus vecinos (lo que queda de Palestina, Líbano, etc.). Obama verá en él un antagonista que hizo todo lo que pudo para echarlo de la Casa Blanca, no un leal aliado.

El multimillonario judío Adelson tendrá menos problemas, al fin y al cabo le sobra dinero y su ultraderechismo sionista es más que conocido en todas partes. No obstante, aunque ha negado que el carnicero israelí sea una marioneta suya, quedará marcado públicamente al unir sus agendas para derrocar a Obama. Yahvé los cría y ellos se juntan… tal para cual.