Hoy es un gran día para Venezuela, un gran día para Ecuador, para toda Latinoamérica y para todas aquellas personas que, sean de donde sean, estén donde estén, se sientan solidarias con los procesos revolucionarios que se están consolidando en aquella región del mundo. Hugo Chávez ha anunciado a través de Twitter que ha terminado su tratamiento en Cuba y que va a proseguir su recuperación en Venezuela. Parece que ha pasado lo peor y que podrá ir retomando poco a poco sus funciones presidenciales delegadas durante este tiempo básicamente en el vicepresidente Nicolás Maduro. Chávez ha querido dejar claro en Twitter su agradecimiento a Fidel y Raúl Castro y a los pueblos cubano y venezolano por haber demostrado su cariño al presidente durante los duros días de la enfermedad, las operaciones y la convalecencia que, desde hoy mismo, continuará en Venezuela. Sin suda, debe ser un día duro para todos aquellos que han estado intentando hasta el último momento desestabilizar el país y conseguir lo que las urnas y el pueblo venezolano le han negado una y otra vez mediante su expresión democrática incontestable. Ni si quiera Fidel ha querido estar ajeno a la fiesta bolivariana de estos días. Aquí tenéis la carta que ha dedicado a Hugo Chávez, reproducida íntegramente en Aporrea.
Justamente es lo mismo que ha sucedido en Ecuador. El presidente Rafael Correa, tal como estaba previsto, ha logrado revalidar su cargo en primera vuelta gracias a su aplastante victoria sobre el segundo candidato, al que ha duplicado de largo en número de apoyos populares. Correa, nada más conocer el resultado, se dirigió a la multitud congregada en la Plaza de la Independencia para decirles que
ESTA REVOLUCIÓN NO LA PARA NADA NI NADIE
refiriéndose —imagino— a las intentonas golpistas y de magnicidio que llevan sonando durante los últimos meses, refrendadas por Wikileaks, que apuntaban directamente a Estados Unidos en los infructuosos intentos de desestabilización del país tras los exitosos golpes reaccionarios de Honduras y Paraguay. Correa, que ha dedicado su triunfo al presidente Chávez, ha prometido seguir profundizando en las reformas en el país y, especialmente, parar los pies a la prensa mercantilista que ha hecho lo posible y lo imposible por impedir el triunfo del pueblo ecuatoriano, aliándose con oscuros poderes económicos antidemocráticos, con la oligarquía del país y con enemigos extranjeros. Así pues, es de esperar una nueva ley de medios que democratice el acceso a la información del tipo de la Argentina, una ley que evite los peligrosos monopolios y que reparta a partes iguales los espacios informativos entre empresa privada, sector público y medios comunitarios sin ánimo de lucro.
