La Corte Europea podría anular la cadena perpetua en el Estado Español

0
362

Mañana, el Tribunal de Estrasburgo estudia la legalidad de la doctrina Parot, jurisprudencia del Tribunal Supremo de 2006 que permite, de facto, aplicar la cadena perpetua en nuestro país a pesar de que no está contemplada en nuestro ordenamiento jurídico. La doctrina Parot es un artificio legal gestado como medida política para luchar contra el terrorismo de ETA que anula las garantías democráticas de nuestro sistema penitenciario y la propia esencia de la reinserción y rehabilitación social, objetivo final de las penas de privación de libertad. Junto con la política de dispersión de presos, también manifiestamente ilegal, conforman dos de las normas excepcionales concebidas y aplicadas para combatir el terrorismo.

El pasado año, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó la ilegalidad de la doctrina Parot y conminó al gobierno español a poner en libertad a una miembro de ETA que ya había cumplido los 18 años de cárcel reglamentarios. La sentencia quedó muy clara, ya que su aplicación viola varios artículos de la Convención Europea de loa Derechos Humanos. Partidos políticos y periodistas están creando alarma social para influir sobre el sentido del recurso que comenzará a estudiarse el día 20 en Estrasburgo. Ignorando la actual situación de ETA o el GRAPO, parece que Europa va a soltar a decenas de terroristas que, al poco, cogerán de nuevo las pistolas y las bombas y atacarán a los indefensos españolitos.

Si, finalmente el TEDH mantiene su postura inicial, el Partido Popular no tendrá más remedio que acatar la sentencia y liberar a alrededor de 70 personas que ya han cumplido de sobra su condena. El temor del PP es que ello conllevará una clara pérdida de confianza del ala más ultra de sus votantes, que se sumará al desgaste sufrido por la nefasta gestión económica y social que ha demostrado en sólo un año de gobierno. Sin embargo, si se da esa circunstancia, sí que sería un paso importante hacia la normalización de la política en el País Vasco, ya que la derecha española sigue sin avanzar ni un ápice en el proceso de paz en la íntima esperanza de que pudiera torcerse e incluso revertirse. Siempre han estado más contentos con una ETA débil que con los abertzales en las instituciones. En unas semanas o meses tendremos un veredicto definitivo.