La provocación de Ratzinger

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pol-internacionalEs bastante improbable que Ratzinger tuviera un desliz o un inconsciente error de apreciación cuando dijo lo que dijo durante la visita oficial que recientemente realizó a su Alemania natal. Cuando una personalidad de esta índole prepara un discurso, asesorado por toda una cohorte de asistentes, nada se deja al azar. Palabra por palabra, coma a coma, todo se somete al escrutinio de un consejo de analistas supuestamente sabios y responsables. No en vano se trata de una de las personas más influyentes del planeta.

Esta es la cita escogida por el papa Benedicto en su discurso pronunciado recientemente en Ratisbona sobre «Fe y Razón» y que ha desatado la polémica en todo el mundo y las iras de buena parte de la población árabe:

Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba.

Tras las airadas reacciones iniciales el papa se ha disculpado, pero sólo a medias. No vaya a ser que alguien pudiera poner en duda su infalibilidad en los asuntos mundanos derivada de la infusión divina. ¡Como si fuera una addenda contractual pactada con el divino patrón en las condiciones de trabajo al mismo nivel que el papamóvil!

Manifestaciones, ataques a iglesias y hasta una muerte se atribuyen a los disturbios acontecidos tras la famosa conferencia. Benedicto ha afirmado que no comparte las palabras del emperador cristiano y se sintió apesadumbrado por las reacciones de protesta. No ha habido una disculpa formal, pero a buena parte de la población árabe parece que le han servido y han hecho llamamientos a la calma. Incluso Ahmadineyad, al que algunos ya pintan con cuernos y rabo, ha intervenido para apaciguar los caldeados ánimos.

Su retractación me ha recordado a las excusas del PP cuando el buen doctor Aquilino Polaino se manifestó en el Senado en aquellos términos ofensivos contra los gays. Si no estás de acuerdo con las extravagantes teorías de un cristofriki ¿para que lo invitas en tu nombre? Si no estás de acuerdo con la cita del emperador cristiano… ¿para qué haces uso de ella? ¿acaso no había otra que pudiese ilustrar el tema de la violencia y la religión? ¿No podía haber echado mano de las cruzadas? ¿y de la cristianización de Latinoamérica? ¿no podía haber hablado de la Santa Inquisición que tan bien conoce? Bededicto XVI presidió hasta ganar el puesto de trabajo del que ahora disfruta (¡y cómo lo goza!) la versión actual remasterizada y tuneada del negro tribunal, ¿no tendría citas magníficas de las que echar mano?

Lo dudo, la elección de la asociación entre violencia e Islam no es baladí, por el contrario, con esa afirmación Ratzinger se apunta a la corriente de islamofobia que recorre occidente por su banda derecha (liberales creo que se llaman ahora). Quizá haya sido un homenaje póstumo a la ideóloga de la guerra de civilizaciones, Oriana Fallaci, recientemente desaparecida. Quizá piense que su posición se ve amenazada por la pujanza de lo musulmán, como dijo ayer su acólito, el cardenal Cañizares, en tono campeadoresco «estamos ante una yihad universal», occidente no «puede olvidarlo» ni ser «cobarde» ante el reto que ella representa, comentó echando un poco más de gasolina al fuego.

Otros, más políticamente correctos, se apuntan a la siguiente disquisición, con sus acciones como respuesta a unas pocas frases, el mundo árabe está demostrando precisamente aquello que niegan, que son una religión de violentos. En principio puede parecer un razonamiento impecable, pero cualquier análisis más profundo no puede decir cosas bien distintas.

Es fácil pensar que los árabes están a la que salta, que son como los precios del oro negro, todo les afecta y siempre hacia arriba. Que si unas inocentes caricaturas de Mahoma, que si unas fotos de un caso aislado de torturas en Irak, unos cadáveres ardiendo en Afganistán o un ligero desliz papal… todo con tal de montar una algarada violenta, quemar sus banderas fetiches para estos menesteres y amenazar con temibles venganzas. Sin embargo, cuando contextualizamos la situación, cuando tiramos un poco de empatía, salen a la palestra matices habitual y deliberadamente ocultos.

El pueblo árabe se siente verdaderamente como tal, aunque sus líderes estén ocupados con agendas bien separadas de sus intereses, el sentimiento de pertenencia que los aglutina los hace un pueblo en el sentido de yamahiria que Gadafi usaba en los tiempos de su revolución verde (que hoy daría poco más que para un anuncio de cerveza). Por eso cualquier intento de solucionar los problemas de Oriente Medio debe pasar por el arreglo de la causa palestina, afrenta permanente para el mundo musulmán. Y no debemos olvidar que Afganistán e Irak están invadidos por cristianos que no han venido precisamente con ruegos, sino con el mazo presto para machacar, que los actos de violencia extrema y gratuita que allá están provocando son bastante atroces e incivilizados (violaciones, torturas, ejecuciones, mutilaciones…) como para dar ejemplo de nada. Que además, Jerusalén y algunos santos lugares del Islam permanecen ocupados gracias a la complicidad de occidente y que el máximo líder planetario presume de ser un cristofriki cualquiera que dice actuar en nombre de su dios, que tiene visiones divinas que le dicen cómo actuar en Oriente Medio y demás estupideces que ni Ahmadineyad, el supuesto paradigma actual del integrismo islámico, se atrevería a declarar so pena que lo tomaran por loco peligroso.

No seré yo quien justifique la violencia religiosa, venga de donde venga, pero como siempre, si se pretende comprender lo que acontece a nuestro alrededor, hay que tratar de ubicar las cosas en su justo contexto.

2 Comentarios

  1. HIPOCRITA NO FUE LA CITA ACADEMICA DEL PAPA….HIPOCRITA FUE TRATAR DE DISCULPARSE….

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