Estas palabras fueron pronunciadas por Chávez en la cumbre de la OPEP celebrada estos dÃas en Ryad (Arabia SaudÃ). Y es que las devaluaciones del dólar han sido uno de los temas estrella del encuentro ya que la mayor parte de las ventas se realizan aún en esta moneda que no cesa de bajar y, con ella, los ingresos de los paÃses productores de oro negro.
Como era de esperar, se produjo un choque entre las dos visiones de la OPEP encarnadas por al rey Abdullah bin Abdullaziz y por Hugo Chávez. Mientras que el primero propugnaba en la práctica una sumisión total a EEUU, el presidente venezolano —con el apoyo de Ahmadineyad y Correa— propugnó transformar la organización en un actor geopolÃtico de primer orden en el contexto internacional, defender a sus miembros de los ataques producidos por el hecho de ser productores de petróleo, asà como dejar de usar el billete verde como moneda de cambio para las transacciones de hidrocarburos.
Ninguna de sus pretensiones fueron adoptadas finalmente ni tuvieron reflejo en el comunicado final ya que los saudÃes no querÃan entrar en polÃtica ni afectar con declaraciones a la cotización de la divisa USAmericana, pero la sola filtración por error del tema ha provocado la apreciación del euro frente al dólar y seguramente que ha puesto nervioso a más de uno en la Casa Blanca. No hay más que ver la contundencia de las afirmaciones vertidas en la Cumbre:
>Correa: Eso es polÃtica, en qué moneda se negocia nuestro petróleo. Tiene que ser en una moneda fuerte, de otra manera estamos transfiriendo riqueza.
>Ahmadineyad: Cogen nuestro petróleo y nos dan un trozo de papel sin valor. Todos nosotros sabemos que hoy el dólar estadounidense no tiene valor económico y la razón tiene que ver con con las polÃticas económicas de la administración estadounidense.
>Chávez: Estados Unidos imprime billetes sin sustento económico real.
En esas condiciones, los tres lÃderes defendieron que seguir manteniendo artificialmente al dólar es una decisión de carácter puramente polÃtico y han establecido en el seno de la OPEP un grupo de trabajo que estudiará los efectos de la debilidad del dólar sobre los ingresos del cártel e investigará la posibilidad de diversificar las monedas de cotización en un futuro no muy lejano. El imperio se tambalea.
Si os apetece podéis ver el vÃdeo de la intervención de Chávez como presidente saliente de la OPEP en el que se habló también, entre otras cosas, de la creación de un banco de la organización para los paÃses pobres, de asegurar el suministro de crudo a las naciones más desfavorecidas y de las consecuencias de un ataque de EEUU o Israel a Irán, en cuyo caso podrÃan alcanzarse hasta los 200$ por barril.
Este tema es interesantísimo y probablemente bastante desconocido. EEUU tiene una deuda externa gigantesca. El imperio compra muchos productos al exterior (especialmente a China) y por supuesto el petroleo (que en Texas les quedan cuatro gotas).
Para pagar utiliza deuda externa, es decir, un papelote donde dice que que EEUU pagará X cantidad a tal país. En una economía saneada estos pagarés tienen valor. Sin embargo desde la desaparición del valor oro, EEUU se ha dedicado a emitir deuda externa con el aval de su propia moneda, que curiosamente suelen tenerla en los bancos centrales los países exportadores. Además el dolar se utiliza como moneda de pago en las mercados de negociación del precio del petroleo.
Este sistema les ha funcionado desde el fin de la II guerra mundial, para comprar todo los que quieran y pagar «virtualmente».
Sin embargo desde hace unos años el dolar cada vez tiene menos valor como moneda, de hecho está mantenido artificialmente por todo este entramado de deuda externa y «valor dolar» en vez de valor Oro.
Si un país con una gran reserva de dolares como China, los pusiera en el mercado todos a la vez (otra cosa es que a China esto le interese ahora) el Dolar quedaría reducido a un papel del monopoly.
Si los países productores de petroleo negociaran en Euros en vez de Dólares lo mismo.
Es lo que tiene poseer un chollo tan grande como emitir deuda externa en tu propia moneda, que cuando funciona OK, pero si los acreedores te exigen que les pagues en otra moneda porque la tuya no tiene valor, adios al chiringuito.
Disculpad la chapa y la torticera explicación, seguro que por ahí existen artículos mejor escritos.
Un Saludo
No te preocupes Worker, la relevancia del tema es tal que puede decirse que es uno de los asuntos cruciales de nuestro tiempo…
El gran derrumbe de la moneda imperial
El funeral del dólar: Los países petroleros estudian como desprenderse de la divisa USA
Jueves 22 de Noviembre,
IAR Noticias/
Acompañando a la «visión pesimista» (pronóstico inflacionario y recesivo) que trazó el miércoles la Reserva Federal sobre la economía estadounidense, el dólar imperial USA, todavía la «moneda patrón» de las transacciones internacionales, siguió cayendo en picada en beneficio del euro que este jueves siguió trepando en los mercados globalizados ante el pánico generalizado de las autoridades monetarias de la Unión Europea que temen un receso de la economía comunitaria como consecuencia del ascenso incontrolado de su moneda. En este escenario, con EEUU en proceso de una «recesión anunciada» (todavía en estado larval), con la crisis financiera-subprime pendiendo como una espada de Damocles y con el precio del crudo a punto de cruzar la barrera de los US$100, los países productores de petróleo estudian, por estas horas, cómo desprenderse de su histórica dependencia a la divisa estadounidense y decretar su funeral como «moneda de transacción petrolera».
En un escenario internacional «volátil», con conflictos militares en ebullición en regiones petroleras claves (Medio Oriente, Pakistán y el norte de Irak) y mientras en EEUU y Wall Street (a puertas cerradas) celebran su Día de Acción de Gracias, el euro se ha vuelto a disparar marcando este jueves un nuevo máximo histórico frente al dólar en 1,4873 unidades.
El comisario de Asuntos Económicos para la UE, Joaquín Almunia, calificó ayer de «muy preocupante» la tendencia alcista del euro, por sus posibles implicaciones en una desaceleración de la economía europea.
La divisa europea afirma un nuevo máximo frente al dólar en el marco de una semana convulsa, donde la Reserva Federal estadounidense (Fed) redujo la previsión de crecimiento de la economía USA para 2008, potenciando el escenario de una crisis recesiva de magnitud todavía impredecible.
Como se sabe, EEUU es el principal comprador de China, y el gigante asiático, a su vez, es el principal importador de petróleo y materias primas de los «países emergentes», con lo que se puede deducir que si el Imperio (en proceso recesivo) reduce sus compras, el impacto se va a proyectar inevitablemente en una crisis de China proyectada a los «países emergentes».
Ese es el punto medular del «peligro» que conlleva una potencial (y anunciada) crisis recesiva estadounidense proyectada al marco de la economía mundial globalizada.
Como dato complementario, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), por su parte, cuantificó el miércoles en 330.000 millones de dólares (222.982 millones de euros) las pérdidas bursátiles de las entidades financieras sionistas provocadas por las «turbulencias» en los mercados causadas por desplome del sector hipotecario »subprime» en EEUU, según un informe de Financial Market Trends citado por Reuters.
Pero un posible «golpe de furca» complementario a la decadencia económica-financiera del Imperio capitalista norteamericano acecha en una cada vez más firme decisión de los países petroleros de desprenderse de la divisa norteamericana como moneda patrón de las transacciones petroleras.
Según publica este jueves The Wall Street Journal, el vocero del sionismo financiero de Wall Street, por muchos años, las naciones petroleras del Golfo Pérsico han vinculado sus monedas al dólar estadounidense.
Ahora -según el diario-, esta relación está avivando las presiones inflacionarias en sus economías que crecen al rojo vivo. Lo que a su vez, ha puesto a las autoridades de la región ante un dilema: desprenderse del dólar, con el riesgo de socavar aún más la moneda estadounidense, o mantener la divisa y encarar un creciente descontento dentro de sus países.
La vinculación con el dólar ha «contribuido mucho a la economía… en el pasado», dijo la semana pasada al Journal el sultán Nasser al-Suweidi, gobernador del banco central de los Emiratos Árabes Unidos (EAU). «Sin embargo, hemos llegado a una bifurcación».
De acuerdo con el Journal, países como los EAU, Arabia Saudita y Qatar poseen extensas reservas en dólares, y cualquier cambio que adopten repercutirá más allá de sus fronteras. Si se alejan de sus estrictos lazos con el dólar -como lo hizo este año Kuwait, que adoptó una canasta de monedas- podrían socavar la demanda por dólares y alentar a otros a diversificar sus propias reservas. Muchos países ya han creado fondos soberanos para invertir sus recursos en una amplia variedad de activos.
En un principio, los países del Golfo Pérsico ajustaron sus monedas al dólar para estabilizar sus ingresos petroleros, ya que el crudo se comercializa en dólares. Además, algunos países tenían muy poca experiencia en manejar un banco central, por lo que les resultaba más fácil ajustar su política monetaria a la de la Reserva Federal de EEUU (Fed).
Sin embargo -sigue el Journal-, ahora la Fed está reduciendo las tasas de interés para reanimar una debilitada economía estadounidense y contrarrestar los efectos del enfriamiento del mercado inmobiliario local. Esa es, precisamente, la receta equivocada para las economías como las del Golfo Pérsico, que intentan domar un crecimiento galopante.
A medida que el precio del crudo se ha disparado, las monedas del Golfo que están vinculadas al dólar han perdido valor frente a otras monedas, como el euro y la libra esterlina. Como consecuencia, ha encarecido muchas de sus importaciones.
Los EAU y Qatar han registrado algunas de las peores inflaciones, ya que el petróleo ha impulsado una bonanza en el sector de la construcción. En Qatar, la inflación alcanzó 11,8% el año pasado y el Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que promediará alrededor del 12% este año.
Arabia Saudita también está luchando con presiones inflacionarias. A diferencia de otros países del Golfo, este país tiene una población numerosa y comparativamente más pobre, y la inflación alcanzó 4,9% en septiembre, su mayor nivel en al menos una década.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo el lunes, en una conferencia de prensa con Ahmadineyad en Teherán, que «el imperio del dólar está derrumbándose», al día siguiente en que su país y su aliado antiestadounidense Irán impulsaran medidas sobre el debilitamiento del dólar durante la cumbre de la OPEP en Riad, la semana pasada
«Pronto dejaremos de hablar de dólares porque el valor del dólar está cayendo y el imperio del dólar está derrumbándose», dijo a periodistas en Teherán, en comentarios en español, junto a su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad.
«Naturalmente, con el derrumbe del dólar, se derrumbará el imperio de Estados Unidos», agregó el presidente venezolano.
Los dos mandatarios expresaron esta postura durante una reunión que mantuvieron en Teherán, en la que abordaron el resultado de la cumbre de la OPEP, concluida el domingo en Riad, donde lideraron las posturas de «rompimiento» con el dólar como moneda patrón de las transacciones petroleras.
Antes y después de la cumbre, Irán y Venezuela dejaron en claro que presionarían para que se tomen medidas, que podrían incluir la fijación del precio del petróleo en base a una canasta de monedas.
No obstante, las autoridades de Arabia Saudita, la mayor economía de la región, aseguraron que no romperán el vínculo entre su moneda, el riyal, y el dólar.
Pero el debate de los países petroleros, donde ya son mayoría los que proponen desprenderse del dólar, continuará cuando a principios de diciembre se reúnan en Doha, Qatar, los jefes de Estado del Consejo de Cooperación del Golfo, un bloque económico regional.
El Golfo es «la primera línea del frente de momento, pero las presiones son mucho más amplias», advierte, citado por el Journal, Simon Derrick, director de estrategias cambiarias del Bank of New York Melon Corp. Esos países comparten «un factor consistente: todos se han vinculado con una moneda que está cayendo».
Y no son pocos los analistas que -rendidos ante las evidencias- andan pensando como Chávez que: «El Imperio del dólar se está derrumbando»
Irán, el euro y el dólar
Michael R. Krätke
Sin Permiso
Hace unos pocos días, la República Islámica de Irán cumplió su amenaza: no se aceptan ya dólares, y todas las transacciones económicas exteriores del país pasan a realizarse o en euros o en yenes. Ya desde septiembre, una buena parte de las exportaciones petrolíferas iraníes no se computaban en dólares, sino en yenes: Japón es, con diferencia, el principal importador de petróleo iraní, siendo Irán el tercer suministrador de la potencia pacífica. Ahora, también los socios comerciales europeos y asiáticos del tercer exportador mundial de petróleo tienen que aceptar que Teherán no recibe ya moneda estadounidense.
El Banco Central iraní se propone aligerar su reserva de dólares, hasta dejarla por debajo del 20% (y posiblemente irá más lejos, hasta substituirlos completamente por euros o yenes). Es verdad que el depósito iraní de dólares acumula sólo unos 60 mil millones, pero eso -lanzado al mercado- bastaría para acelerar el declive del curso del dólar. El paso siguiente, ya anunciado muchas veces, parece ser sólo cuestión de tiempo: la apertura de un mercado de valores petrolíferos iraní en el que sólo se comerciara con euros. Hasta ahora, dos bolsas de renombre están abonadas a ese negocio, la NYMEX de Nueva York y la IPE (International Petroleum Exchange) londinense; ambas pertenecen a empresas estadounidenses, y en ambas se comercia con dólares. De aparecer una bolsa petrolífera iraní, el grueso de los importadores europeos y asiáticos se lanzarían de cabeza a ella inmediatamente. Sería un nuevo revés para la posición predominante del dólar.
Las consecuencias son claras. Cualquiera podría entonces comprar petróleo con euros, los europeos y los chinos y los japoneses se desvincularían de la tambaleante moneda, los precios del petróleo se serenarían. Los bancos centrales asiáticos podrían reducir drásticamente sus existencias de dólares, permanentemente amenazadas de desvalorización.
La potencia mundial de los EEUU se basa en su megapoder militar y en un régimen monetario mundial, conforme al cual la moneda estadounidense rige de facto como el dinero del mundo: casi el 80% del comercio mundial y el 100% del comercio petrolífero mundial se hacía hasta hace poco en dólares (5 mil quinientos millones diarios, un billón y medio al año), y los mercados financieros del mundo son también predominantemente mercados de dólares. Está fuera de discusión: el sistema del petrodólar, en vigor desde hace 40 años y ya rodado, es uno de los pilares de ese régimen. Cientos de miles de millones fluyen anualmente hacia los EEUU procedentes de las ganancias de los exportadores de petróleo. Con los petrodólares, estas megaempresas compran valores americanos -sobre todo deuda pública estadounidense- y financian así el gigantesco déficit de la balanza por cuenta corriente y presupuestario de los EEUU. Bastaría que unos cuantos grandes exportadores de petróleo pasaran del dólar al euro (o al yen), para sacar de quicio al sistema.
Los EEUU tienen entonces todos los motivos para temer un efecto dominó: otros países exportadores de petróleo podrían seguir el ejemplo de Irán; en Venezuela, Rusia y Noruega despedirse del dólar es ya cosa prácticamente decidida. La acción iraní ofrece una bienvenida oportunidad para hacerlo en serio. La Arabia Saudita ha especulado a menudo en voz alta con esa idea, garantizándose así éxitos diplomáticos en la disputa con el gran hermano estadounidense. También Francia se ha comprometido oficialmente en favor de un papel más fuerte del euro en el negocio petrolífero internacional. Todavía bajo el régimen de Sadam Husein, Irak cambió de dólares a euros las cuentas de su comercio petrolífero (tras la conquista del país en abril de 2003, eso fue inmediatamente corregido).
La iniciativa iraní les señala a los estadounidenses sobre todo una cosa: la huida del dólar ha comenzado irreversiblemente. En Asia, en la América latina y en Oriente Medio hay países que buscan superar la vinculación de sus monedas con el dólar. Cada vez menos bancos centrales fuera de los EEUU están dispuestos a, y en situación de, sostener el dólar a costa de sus propias economías.
La guerra de las sanciones contra la pretendida potencia atómica iraní va a resultar ahora, tras la decisión de Teherán, más discutible que nunca. Los EEUU están ahora forzados a mover pieza, y el gobierno de Bush no se caracteriza por sus jugadas inteligentes. Después de las sanciones está la opción de la guerra caliente. Puesto que Irán no capitula, sino que se enfrenta a la política estadounidense de sanciones con legítimos medios económicos, es previsible una escalada. En la preponderancia del dólar se basa la capacidad militar de los EEUU para librar, cuando les parece necesario, guerras de fiado que ni el estado norteamericano ni la economía norteamericana pueden ya permitirse. El Imperio contraatacará, la pregunta es cómo y cuándo.
Michael R. Krätke es un analista político alemán que escribe regularmente en revistas de izquierda como Analyse und Kritik.