De nuevo, la derecha ultramontana ha vuelto a la carga con la autoría de ETA de los atentados del 11M. Así, definitivamente concluirían que el gobierno del PP no mintió, que siguieron hablando del terrorismo local porque había pruebas suficientes que así lo hacían pensar. Las pruebas «irrefutables» eran el comentario de un etarra en el sentido de que la sociedad no podría soportar atentados de ambos signos actuando sobre nuestro territorio. Una simple obviedad que podría haber salido de la boca de cualquier dirigente pepero. La otra inestimable prueba presentada por El Mundo, La COPE y demás, fue una supuesta conversación en la cárcel entre un islamista y un preso etarra donde el primero le ofrecía cierta colaboración logística.
Vano intento de la derecha para tratar de exculpar al anterior gobierno. A mi al menos los argumentos sobrevenidos me recuerdan a la sarta de excusas que utilizaron para justificar la guerra de Irak cuando las tesis de las ADM y de Al Qaeda se demostraron puras manipulaciones interesadas. ¿Por qué si no Acebes no usó tal argumento en sus múltiples comparecencias públicas? Algún bienintencionado podrá aducir la responsabilidad y el sentir de estado del ex ministro para no haberlo hecho, pero cualquier persona con un poco de memoria recordará que incluso se llegaron a desclasificar documentos reservados para exculpar al PP con la oposición furibunda del CNI. Esa historia, desde luego, no se sostiene. Sólo es un nuevo intento de deslegitimar a la opinión popular expresada en las urnas el 13 de marzo. Así pues, no nos queda más que seguir sonriendo al ver cómo los «demócratas» de toda la vida continúan indigestos con el resultado de unas elecciones que los apearon por sorpresa del poder.