Se sigue complicando el panorama norteamericano en Irak. Informes internos desvelados por NYT avisan de que la retirada de Faluya no será posible, ya que la resistencia se haría de nuevo con el control de la ciudad en muy poco tiempo. La celebración de las elecciones se complicaría enormemente, ya que ni el operativo invasor podría abarcar todo el territorio (son «sólo» 140.000 soldados), ni habría marines suficientes podría adiestrar a mucha más policía, y es que además, que entre otras cosas, cada día es más difícil reclutar a colaboracionistas para tal menester.
Y por si no fuera poco, tras cerrar los puentes de Mosul, se lleva anunciando varios días una inminente acción contra los 300 rebeldes que operan en la ciudad. Ya hay 3000 valientes soldados apostados en las afueras de la gran ciudad del norte de Irak preparados para atacar en cualquier momento. Veremos si se desata otra carnicería como la de Faluya.
En la ciudad símbolo de la resistencia aún operan grupos de rebeldes moviéndose por entre los escombros, golpeando y huyendo de un lado a otro sin que los marines puedan hacer poco más que «alumbrar» el sitio en el que se encuentran para que helicópteros o aviones destruyan por completo el edificio en el que se oculta. Cuando acabe la censura impuesta en el asalto, y se permita el regreso de periodistas y civiles, veremos el lamentable estado de ruina en que han dejado la ciudad y los expeditivos medios usados por la mayor maquinaria de guerra del mundo contra unos pocos desharrapados con armas ligeras.
Imagino que deben temer ese día porque la prensa mundial va a ser implacable, incluida la norteamericana, que ya empieza a estar harta de soportar los costes humanos y materiales de la invasión.