Las noticias sobre Irak ya aburren por repetidas: sangrientos coches bomba, atentados suicida, policías y militares asesinados, algún que otro marine muerto al día, montajes informativos como el del campamento terrorista de Tikrit… Mientras, el centro informativo se sigue desplazando lentamente hacia Irán.
Esta vez se trata de una denuncia (?) de la ONU en el sentido de que el país está comprando una ingente cantidad de armas cortas. Y como estos yankees siempre tienen el mismo y predecible discurso, acusan de que las compras no van destinadas a defender al país de una posible invasión con la que los norteamericanos ya han amenazado en varias ocasiones, sino que dicen que van a engrosar los arsenales de los terroristas iraníes. Exactamente igual que con Venezuela y las FARC, los países que los EEUU considera dentro del eje del mal no tienen derecho a poseer armas, deben estar indefensos ante cualquier ataque enemigo y, si el invasor es el imperio, ni siquiera deben defenderse, deben rendirse a sus piés y dejar que los masacren.
Pero es que además es difícil que los shiíes de Irán puedan apoyar a los suníes de Irak. Sus hermanos ahora tienen el poder en el país y su estrategia es bien distinta. Cuando nombren presidente y tomen de manera efectiva el control, veremos qué sucede. Lo que queda claro es que Irán es un país que puede presentar resistencia a una invasión de manera mil veces más efectiva que Irak, vencido y desarmado de antemano. Si usan la baza de Israel para un «ataque preventivo», Irán puede contrarrestar con sus misiles de medio alcance Shahab-3 y devolver cualquier golpe, incluso amenazar con sus tierra-mar tipo Exocet a la VI Flota si pretende bloquearlos desde el mar.
Y una invasión cuerpo a cuerpo es más inverosímil cada día, y ahora que disponen de balas antiblindajes, aparatos de visión nocturna y armas ligeras de alta tecnología, la cosa se les complicaría en exceso.