En medio de una crisis de valoración sin precedentes y con caídas de la producción significativas achacadas al proceso degenerativo que sufre el alcornocal, acaba de terminar la temporada de corcho de este año. Ahora más que nunca, en un momento en que se buscan sustitutivos sintéticos para tapar las botellas de vino en una tradición que inició Dom Perignon en el siglo XVIII, descorchar una botella es un compromiso con la sostenibilidad de muchos de los bosques de Andalucía, Extremadura, Cataluña, Portugal y Marruecos. Si hay corcho fuera, hay un buen caldo dentro.
Esperemos que descorchar (no destapar) una botella de buen vino no se convierta también en un lujo.
Bueno, un tapón de vino de mucha calidad (no aglomerado, lisito, sin poros y bien prieto) vale alrededor de un euro. Sin embargo la materia prima está por los suelos… como suele pasar. Pero de él depende su conservación
Me refería más bien a que no desaparezca el corcho de los tapones por la falta de alcornoques, por si no se me había entendido… Y sí, es como siempre, en el camino y por arte de magia adquiere un precio espectacular. Espectaculares las fotos.