La izquierda abertzale quiere hacer política en las instituciones del estado

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En el proyecto de los independentistas vascos no tiene cabida la violencia, eso es lo que se desprende del documento enviado hoy a los medios de comunicación bajo el nombre de «Euskal Herria en pie». Podremos hacer las interpretaciones que queramos, podremos decir que nos hubiera gustado una denuncia expresa a ETA y a sus métodos, la condena del terrorismo de manera explícita… pero lo cierto es que los abertzales no van a dar su apoyo a métodos violentos para conseguir sus fines políticos. De alguna manera significa que la política y la lucha armada no van a ir de la mano más en Euskal Herria, que ETA ha perdido la mayoría de la base social de la que disponía tradicionalmente. Y eso es mucho, sin esa base social, ETA puede tener los días contados.

A todos nos hubiera gustado más claridad y contundencia contra el terrorismo, pero habrá que esperar algo más de tiempo. No obstante el texto definitivo contiene determinadas manifestaciones que hacen pensar en términos de esperanza. Las referencias a los principios Mitchell, igual que en documentos anteriores, están bien presentes:

El proceso democrático tiene que desarrollarse en ausencia total de violencia y sin injerencias, rigiéndose el diálogo y la negociación entre las fuerzas políticas por los principios del Senador Mitchell. Nadie podrá utilizar la fuerza o amenazar con su uso para influenciar en el curso o el resultado de las negociaciones multipartitas, así como para tratar de modificar el acuerdo que nazca de las mismas.

ETA debe darse cuenta de que su tiempo, si es que acaso lo tuvo algún día, acabó hace muchos años. La democracia que nos dimos en su día, con todas las imperfecciones que arrastra, tiene margen de maniobra para que en su seno todo sea discutible siempre que exista apoyo popular suficiente. En el seno de la vieja Europa han nacido nuevos estados en años recientes y nadie discute cuál es su lugar natural. En países de nuestro orbe se han realizado referéndums de autodeterminación vinculantes.

Obviamente a los que no nos sentimos a gusto con la concepción monárquica del país, con un estado autonómico tan limitado o con un sistema capitalista que reina por encima de las instituciones, ni los tiempos ni los procesos pueden parecernos apropiados o democráticos. Sin embargo, siempre es posible encontrar espacios de libertad, de lucha y transformación, de compromiso donde sentirnos cómodos. Ninguna idea vale lo suficiente para sesgar una vida ajena, pero tampoco para tirar a la basura la vida propia o la de generaciones enteras. El óptimo es enemigo de lo bueno…

Os dejo el texto completo de la declaración, es mejor leerlo que nos lo interpreten otros. Ya se sabe lo que dicen o dirán los medios sobre el particular.

Zutik Euskal Herria (Euskal Herria en pie)

La Izquierda Abertzale ha analizado la actual coyuntura y el proceso político vasco, y ha debatido sobre todo ello. No lo ha hecho entre unos pocos ni en lugares ocultos. Al contrario, ha llevado el debate a la gran sala de juntas que componen sus militantes y su base social. Ha sido un ejercicio democrático, un ejercicio democrático eficaz, pues valdrá para definir la estrategia política que necesitamos.

No se ha tratado sólo de un debate en abstracto, ya que, al mismo tiempo, la Izquierda Abertzale ha tenido que intervenir e influir en la situación política. No podíamos permanecer aislados en nosotros mismos, a la espera de que en algún momento todo se aclarara. Teníamos que estar con nuestro pueblo y, a la vez que realizábamos este debate, debíamos llevar a cabo iniciativas. Al fin y al cabo, para construir una estrategia eficaz, la Izquierda Abertzale debe definir a diario su línea política y de intervención. Por ello, desde el comienzo mismo del curso político comenzamos a dar cuerpo a nuestra línea de trabajo, con iniciativas y propuestas concretas. Y de esa misma forma deberemos continuar también en los próximos meses. Sólo a nosotros y a nosotras, y a nadie más, nos corresponde asumir tal responsabilidad.

El concepto del tiempo hay que entenderlo en términos políticos. Son las condiciones políticas y sociales las que fijan el momento de realizar apuestas. Pese a que nos ha costado mucho crearlas, hoy en día existen esas condiciones para dar los pasos que estamos dando. Ése es el motivo por el que hemos desarrollado este debate. Así, la elaboración de la ponencia «Clarificando la fase política y la estrategia» y la presentación de la Declaración de Altsasu responden tanto a la reflexión interna como a los pasos que hay que dar en el proceso político. Ambos documentos han sido ratificados con un amplísimo apoyo de nuestra base social, sin olvidar que en la Unidad Popular la divergencia también tiene cabida. El debate llevado a cabo en torno a la ponencia «Clarificando la fase política y la estrategia» y la presentación de la Declaración de Altsasu ponen de manifiesto fehacientemente la voluntad de la Izquierda Abertzale por llevar a cabo el cambio político y por transitar por el camino del proceso democrático.

Precisamente, a través del debate hemos descubierto lo que debemos hacer, así como en qué hemos acertado y en qué nos hemos equivocado en este tiempo. Por eso, a la vez que nos hemos reafirmado en nuestro proyecto y en las raíces de nuestra trayectoria, también hemos realizado una profunda autocrítica. Con logros y errores, hemos traído el proceso de liberación a la fase del cambio político. Ahora, se trata de hacer irreversible el verdadero cambio político. Y asumir la apuesta de materializarlo exige cambios también en nosotros y nosotras mismas.

El Pueblo Vasco y la ciudadanía vasca, fundamentos del movimiento de liberación

El Pueblo Vasco. La ciudadanía vasca. Los hombres y mujeres de esta tierra. Su sociedad. Ésas son nuestras únicas referencias a la hora de dibujar nuestro proyecto político. La Izquierda Abertzale reafirma su compromiso de atender al pueblo y a la ciudadanía, de tener como norte sus deseos y anhelos, así como de respetar y hacer respetar su voluntad.

De hecho, es la hora del compromiso. Es la hora de dar pasos. Y en este momento, la Izquierda Abertzale es plenamente consciente de que la clave no está en esperar a conocer lo que el resto de agentes están dispuestos a hacer, sino en lo que nosotros y nosotras debemos hacer. De ese modo, nuestra fuerza y nuestra razón traerán nuevas situaciones, podrán condicionar la actuación del resto de agentes y, lo que es aún más importante, lograrán cada vez una mayor adhesión popular para que Euskal Herria sea dueña de su futuro.

Realizar la apuesta política es una decisión propia, porque consideramos que esta apuesta es la manera más eficaz para avanzar en el proceso de liberación, y porque responde al deseo de nuestro pueblo. Nuestras decisiones deben ser siempre consecuencia de nuestra voluntad y de la de nuestro pueblo. No debe estar forzada por nada, ni depender de la voluntad de nadie más.

La imposición y la injusticia utilizadas por los estados no serán jamás ingredientes del proyecto de los independentistas de izquierdas. No somos como ellos, tampoco cuando debemos hacer frente a la represión salvaje y al intento de asimilación de nuestro pueblo. No lo hemos sido jamás, ni lo seremos en adelante.

Damos nuestra palabra de que no dejaremos que se pierdan la esperanza y las condiciones creadas durante estos años para alcanzar un escenario democrático. Sin ir muy lejos, las movilizaciones populares de los últimos tiempos han mostrado claramente que existe masa crítica para orientar convenientemente el proceso democrático mediante vías políticas. Además, la Izquierda Abertzale puede confirmar que otros agentes, tanto en Euskal Herria como en el ámbito internacional, están dispuestos a realizar junto con nosotros y nosotras este camino, cada cual desde sus propias decisiones. Corresponde a toda la Izquierda Abertzale alimentar las condiciones para que todo ello pueda desarrollarse con fortaleza. No defraudaremos a nuestra historia. No defraudaremos a nuestro pueblo.

Desde hoy mismo tenemos el futuro por ganar. La opción de la independencia está abierta. En Europa se han constituido estados y en diferentes lugares ese debate está plenamente abierto. La opción de crear nuevos estados es una opción real si existe la capacidad de articular mayorías democráticas sólidas. Euskal Herria es un pueblo organizado, dinámico y preparado, con suficiente madurez y con suficientes bases políticas, sociales y económicas. Por encima de cualquier otra cosa, tenemos plena confianza en nuestro pueblo.

Antecedentes políticos, motivos para la confianza

Hace 50 años Euskal Herria agonizaba. En este periodo de tiempo, gracias a la lucha, hemos recorrido el trayecto hasta abrir la opción de la constitución del Estado Vasco. Ahora, después de haber logrado frenar la operación política diseñada tras la muerte de Franco, cuyo objetivo era la asimilación de Euskal Herria, estamos a las puertas de un nuevo tiempo que tendrá como objetivo constituir un marco democrático.

En estas décadas hemos logrado muchos avances y victorias parciales. Además de responder a las embestidas de los estados, hemos tenido capacidad de desarrollar una línea política. Hemos hecho frente a los intentos de destrucción del independentismo y, al mismo tiempo, hemos sido capaces de abrir y ganar debates, así como de colocar en el centro del panorama político contenidos y propuestas concretas.

No ha sido un camino fácil. El sufrimiento ha sido la terrible consecuencia de este largo ciclo de conflicto político y confrontación armada. Aunque muchos hayan querido ocultar la realidad, el origen de ese sufrimiento resulta evidente: la negación de los derechos de Euskal Herria. Esa negación provoca el conflicto político, y la estrategia represiva lo alimenta. Superar esa situación es una necesidad para poder alcanzar ese escenario democrático donde poder defender nuestro proyecto político.

Durante todos estos años, la Izquierda Abertzale ha realizado un enorme trabajo. Desde la lógica política de ese mismo trabajo y desde la confianza que ofrece el camino realizado hemos formulado el camino del próximo periodo. Nuestra historia y nuestras razones nos dan confianza en nosotros mismos.

La fase política, la fase del cambio

Nos encontramos en una fase política agotada, y ello ofrece claramente oportunidades históricas al proyecto nacional y social. Las opciones de cambio político institucional caracterizan la situación de Euskal Herria, si bien es cierto que esas opciones tienen formas e intensidades diferentes en el sur y el norte de Euskal Herria.

Es cierto que la situación de bloqueo se está prolongando más de lo debido, principalmente porque los estados así lo han decidido a través de la estrategia represiva. En concreto, en Hego Euskal Herria seguimos entre dos ciclos, uno agotado y otro nuevo aún sin definir. Así, el pulso político del momento y la principal batalla se centra en la dirección y forma de ese nuevo ciclo que hay que abrir.

La oportunidad de un cambio político verdadero, la oportunidad de superar el ciclo estatutario supeditado a la estrategia de la negación de Euskal Herria y abrir un marco democrático, se encuentra abierta de par en par. Ahora el desafío consiste en cruzar esa puerta abierta tras décadas de esfuerzo, trabajo y lucha y efectuar el cambio político. Hay suficientes condiciones para ello. La clave reside en concretar la estrategia eficaz que, aprovechando esas condiciones, materialice dicho cambio.

París mantiene una agresiva actitud de negación sobre el norte de Euskal Herria. Pero ya sea en la reivindicación institucional, en la defensa del euskera, en la construcción nacional o en las luchas del ámbito socio-económico, las movilizaciones sociales demuestran una y otra vez las ansias de vivir y la determinación por lograr el reconocimiento de este país.

Las bases para el reconocimiento de la territorialidad de Euskal Herria están asentadas en la ciudadanía de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa. Tenemos que abrir en las tres provincias una nueva fase que, mediante la acumulación de fuerzas, obtenga el reconocimiento institucional y para que París respete la palabra y la decisión de Euskal Herria.

La fase política a la que nos dirigimos es la fase del cambio político. Una vez creadas las condiciones del cambio, llega la hora de materializarlo. Por consiguiente, el objetivo de esta fase política es lograr el marco democrático que ofrezca las suficientes bases para realizar el camino hasta la constitución del Estado Vasco.

El proceso democrático, la palanca del cambio de ciclo

El proceso democrático constituye la palanca para el cambio de ciclo, es el instrumento principal de la fase política. Hay que articular un proceso democrático que tenga como base la negociación, el acuerdo político y la participación popular. Desarrollar un proceso de ese tipo resulta la única vía posible para realizar el cambio de marco.

Es hora de estructurar el proceso democrático. Y ese proceso tiene un objetivo definido: constituir el marco democrático que resuelva los nudos de la autodeterminación y la territorialidad. El marco democrático tiene que posibilitar que todos los proyectos políticos puedan ser materializados, incluido el de los independentistas. El acuerdo político resolutivo entre las distintas formaciones vascas, que deberá ser respetado por los estados, constituye el elemento que debe gestar el proceso democrático. Los principales protagonistas serán la ciudadanía vasca y Euskal Herria, para iniciar el proceso, para fortalecerlo, para refrendar los acuerdos de solución y para tomar las últimas decisiones sobre su organización interna y relaciones externas. Deben construirse las condiciones para desarrollar adecuadamente este proceso, es decir, sin injerencias, injusticias y sin violencia.

Tal y como se afirmó en la Declaración de Altsasu, iniciar el proceso democrático supone una decisión unilateral de la Izquierda Abertzale. Pese a los altibajos y superando los problemas que se presenten, el proceso democrático constituirá un reto que deberá mantenerse en el tiempo. Para su desarrollo se buscarán acuerdos bilaterales o multilaterales con los agentes políticos vascos y con la comunidad internacional. Así como con los estados para alcanzar la resolución del conflicto.

Por decisión propia y desde la confianza, con la esperada ayuda de otros agentes y la previsible oposición de potentes centros de poder, la Izquierda Abertzale prevé tres estaciones en el proceso democrático que ya se está poniendo en marcha en Hego Euskal Herria. Mientras, en Ipar Euskal Herria las labores principales consisten en el trabajo de socialización y de dar forma a una acumulación de fuerzas específica. Éstas son esas tres estaciones:

Mínimos democráticos. Constituyen la base necesaria para poder desarrollar el proceso democrático. Deberán materializarse acuerdos o decisiones sobre la igualdad de oportunidades de todas las fuerzas políticas y sobre la desactivación de las medidas de excepción.

Acuerdo democrático. Se basaría en el desarrollo de los contenidos políticos trabajados en el último proceso de negociación, reconociendo el carácter nacional de Euskal Herria, garantizando que todos los proyectos políticos puedan ser realizables, y estructurando las vías jurídico-políticas para que los territorios vascos puedan establecer sus relaciones tanto entre si como con el Estado.

Marco democrático. Supondría la materialización jurídico-política del acuerdo democrático. Se constituiría gracias a la voluntad popular y garantizaría superar las negaciones estructurales que padece Euskal Herria. Ahí situaría la Izquierda Abertzale su esfuerzo por crear una autonomía conformada por los cuatro territorios de Hego Euskal Herria y con derecho a decidir, en el sentido expuesto en la propuesta de Anaitasuna, y del mismo modo, en articular una autonomía con los tres territorios de Ipar Euskal Herria, tal como recoge la Propuesta de Uztaritze.

Nuevas estrategias e instrumentos, medios para avanzar

Estamos comenzando una nueva fase, y ello exige nuevas estrategias e instrumentos. Para llevar a cabo el cambio resulta imprescindible posibilitar una acumulación de fuerzas creciente y llevar la confrontación al terreno donde los estados son más débiles, esto es, llevar la confrontación al terreno político.

La conclusión del debate se ha decantado por situar todas las formas de actuación al servicio del reto que entraña la nueva fase política; para favorecer la acumulación de fuerzas que exige el nuevo ciclo. Por tanto, con el objetivo de la acumulación de fuerzas como horizonte, la lucha de masas, la lucha institucional y la lucha ideológica, la modificación de la correlación de fuerzas y la búsqueda del apoyo internacional serán los únicos instrumentos del proceso democrático. El apoyo popular supondrá la única garantía, y el movimiento popular, el acicate más eficaz.

Será el empuje de la unidad de acción y la activación popular, desarrolladas mediante la utilización de vías y medios exclusivamente políticos y democráticos, el que abrirá el marco democrático.

El proceso democrático tiene que desarrollarse en ausencia total de violencia y sin injerencias, rigiéndose el diálogo y la negociación entre las fuerzas políticas por los principios del Senador Mitchell. Nadie podrá utilizar la fuerza o amenazar con su uso para influenciar en el curso o el resultado de las negociaciones multipartitas, así como para tratar de modificar el acuerdo que nazca de las mismas.

El proceso democrático debe traer consigo una organización, una acumulación de fuerzas, una capacidad de lucha y un apoyo popular crecientes, y gracias a todo ello se podrán lograr objetivos tácticos y proyectar diferentes iniciativas: entre otras cosas, lograr las libertades democráticas básicas y dar pasos en la liberación de presos, reoxigenar la construcción y articulación nacional, fortalecer la ofensiva política en el ámbito internacional e impulsar la negociación política.

La estrategia que estamos perfilando cuenta con ámbitos de trabajo bien definidos. Resulta práctica y ofrece la posibilidad de dar pasos concretos. Las principales líneas de trabajo consisten en sumar fuerzas en favor de la independencia y la soberanía, en fortalecer las dinámicas en favor de las libertades democráticas y de los presos y presas, en proyectar los instrumentos e iniciativas que desarrollen el proceso democrático -en concreto, para impulsar la negociación política-, y en diseñar el camino para fortalecer la propia Izquierda Abertzale. Desarrollar y concretar todo ello acaparará el trabajo teórico y práctico de los próximos meses.

Consideramos que el proceso democrático y la construcción nacional deben ir de la mano. La construcción nacional tiene una gran importancia también en la actual fase política. De hecho, supondrá un instrumento para la acumulación de fuerzas y para que el proceso tome una dirección adecuada. Hay que situar la construcción nacional en el cambio de ciclo. Es más, el cambio de ciclo debe permitir que la construcción nacional avance de un modo más eficaz, uniendo el trabajo del movimiento popular y el de las instituciones. En nuestro análisis también la construcción nacional entraría en una nueva fase.

La Izquierda Abertzale quiere añadir al cambio político el cambio social, porque considera que unirlos constituye garantía para ambos. Un cambio político sin cambio social sería claramente insuficiente, y el cambio social sin cambio político resulta irrealizable. En definitiva, además de hacer frente a la injusticia que impone el modelo neoliberal, la lucha de izquierdas que debemos desarrollar orientaría adecuadamente el cambio político y favorecería la acumulación de fuerzas de los trabajadores y los sectores populares. El trabajo que debe efectuar el sindicalismo resulta fundamental.

Los y las independentistas de izquierda deseamos el cambio social, y para ello, entre otras cosas, resulta imprescindible el aliento del movimiento popular, la práctica feminista, una nueva política lingüística, un nuevo modelo educativo, el trabajo de los agentes culturales y la pujanza del movimiento juvenil.

Para avanzar en esta apuesta política, en el futuro la Izquierda Abertzale deberá disponer de una formación política legal para la intervención político-institucional, así como para participar en la mesa de partidos políticos donde se logre el acuerdo político resolutivo. Por tanto, le corresponderá a dicha formación, sea cual sea su nombre y estructura legal, ser la referencia de todos los independentistas y socialistas de Euskal Herria en la práctica política, de masas, ideológica e institucional a desarrollar en el proceso democrático.

Ezker Abertzalea

En Euskal Herria, febrero de 2010

11 Comentarios

  1. Pues yo no estoy de acuerdo con lo de que tendría que haber sido más claro en contra del terrorismo y condenar a ETA.

    El objetivo de este debate es que puedan volver a hacer política y eso incluye a ETA. La idea no es un divorcio, sino un puente para que ETA deje las armas.

    ¿Cómo se va a hacer eso si les llamas «perro judío»?

    Eso y las connotaciones políticas del «yo condeno» cuando es algo totalmente desvirtuado por el chantaje.

    Así que yo estoy muy contenta, porque creo que es un gran paso y un paso positivo, sin dejarse a nadie atrás (por mucho que alguien pueda quedarse rezagado, pero eso significa el ostracismo).

    Creo que es un paso para iniciar un camino para la paz, de mucho más calado y mucho más consolidado de lo que ha sido nunca. De hecho, por eso lo llevan preparando años.

    Un saludo

  2. Nynaeve tiene cierta lógica lo que planteas, la cosa es que si la IA se queda muy atrás esperando a los rezagados, igual no da ningún paso al frente. Pienso que hay gente que no será reinsertable, como pasó en Irlanda con el IRA Auténtico, por eso pienso que podría haber tensado aún más la cuerda. No obstante, como digo en el post, es un gran comienzo y creo que hay que estar contentos. Habrá que segur los acontecimientos de cerca, todo lo cerca que se pueda desde Andalucía y con estos medios que tenemos…

  3. Este conflicto tiene cosas muy curiosas que se decantan a cualquier movimiento que se realice. Tal, es el raca-raca del discurso único oficial homologado, en el que: «ETA es una banda terrorista, sin escrúpulos, dedicada básicamente a la extorsión, al chantaje y al asesinato». Osease, delicuentes habituales. Claro que, a raíz del elaborado documento que estamos comentando,Introducen a la organización armada como el ser superior, el inevitable gerifalte de todo el escenario político vasco. Ahí es cuando entiendo que la elite político-mediática del sistema parece querer ladrar: que es ETA la que tiene el inmenso poder de decidir lo que se tiene que hacer en la política vasca.

    Eso, quiere venir a decir,una vez más, que los partidos del sistema: PSOE. PP, UPN y a su manera el PNV, se encuentran a gusto como hasta ahora están, y, así quieren seguir; con una actividad de baja intensidad clandestina por parte de ETA , y tener anulada cualquier pretensión soberanista que surja.

    Para el poder y los gestores del sistema, toda esa movida reflexiva, de autocrítica y debate de la izquierda independentista, es agua de borrajas, nasti de plasti, cero. Esa apuesta por las vías políticas y democráticas, ese rechazo del uso de la fuerza para influir en el proceso y la adopción de los Principios Mitchell valen cero, no interesa.

    Todo está ensayado según lo previsto: «Más de lo mismo», «palabrería», «un nuevo engaño», «ninguna novedad», «de las palabras a los hechos» y bla, bla,bla. Todo está controlado por el ministro-gestor de la porra, implacable informador de las intenciones manifiestas de la organización clandestina de realizar un nuevo atentado. Lo están deseando, por necesidad.

    Y, sin embargo, esto no hace sino empezar. Este debate no es sino levantar el telón necesario para que se escenifique el nuevo camino. Que no va a ser cómodo, es decir una obviedad. Camino ese, al que se le pondrán muchas trabas, baches y barreras para evitar recorrerlo. Por eso será necesario e indispensable agrupar fuerzas, buscar complicidades y, respetar las características de cada agente, para avanzar juntos.

  4. @Juanlu

    Yo creo que no van a esperar a los rezagados, que esto ya está en marcha. Y sí hay que contemplar lo que pasó en Irlanda porque dado que aquí no está respaldado este salto cualitativo por el Estado y demás partidos democráticos además lo utilizarán para hundirlo todo, no sólo a los que hayan decidido seguir con la lucha armada.

    Pero en ese caso, los que quedan si que van a vivir en una grapización absoluta y eso es el principio del fin.

    @Mikel

    Yo no veo eso que dices de que el jefe es ETA ni ser superior. De hecho no lo entiendo ¿a qué te refieres?

    Un saludo

  5. Es obvio que el estado prefiere un independentismo con ETA que un independentismo político. En estos comentarios se ha dicho muchas veces por algunos de los colaboradores asiduos de los biTs que ETA está acabada desde hace mucho y que los estados (francés y español) juegan con ella como un gato juega con un ratoncillo moribundo, no lo mata para no perder su juguete, pero lo tiene completamente a su merced. Personalmente opino que no es para tanto, pero que sí está bastante agujereada desde hace una década. Un debate político soberanista sin interferencias violentas no les interesa.

    Y tampoco entiendo las primeras palabras de Mikel 😉

    Sl2

  6. Bueno… Creo que se me ha hecho inentendible la cosa.

    Resumiendo: Que el discurso único, a este respecto es, al menos, curioso. En primer lugar propagan el principio de la vulgarización (Goebbels): ETA = delicuentes comunes, y cuando surgen acontecimientos políticos del independentismo, los «chorizos» ya no son tales sino que aplican al principio de simplificación del enemigo único (otra vez Goebbels): «Todo es ETA». Que lo que un día es «nada», la siguiente es «todo» y vuelta a empezar…

    Eso, más o menos quise decir.

  7. Doy una opinión, algo más general que las que Juanlu y otros apuntan, que tengo al respecto,

    Así, a «grosso modo», comentar que, desde hace casi dos siglos, con el nacimiento de los Estados modernos, estos, adoptaban una lógica «nacionalista» cuyo objetivo principal era, al igual que el de cualquier otra organización humana, asegurar su supervivencia. Supervivencia, en la cual, su basamento fundamental el principio de integridad territorial.

    En el caso del Estado español ante el conflicto vasco, observamos cómo, al albur de, tras la caída del muro, EE.UU. adopte el papel de «gendarme del mundo», en la última década el Estado español adopta una estrategia novedosa, insólita en otros países cercanos, para defender la estrategia más básica de los principios del Estado: la integridad territorial. integridad que ve amenazada por una disidencia política de carácter «nacional», a la cual no ha conseguido asimilar durante la restauración monárquica, o denominada»transición». Estrategia, mediante la cual, y, utilizando su poder judicial ilegaliza diferentes organizaciones independentistas vascas.

    Esta estrategia comienza cuando por primera vez instituye, a través de un recorrido histórico plagado de errores intencionados, la doctrina judicial del «conglomerado de ETA» cual es el sumario 18/98. Una vez instituida esta doctrina, se producen diferentes acciones ilegalizadoras posteriores- que siguen utilizando- en los años siguientes, que van dotando de amplitud las tareas defensivas del Estado.

    La estrategia represiva tiene, por tanto, una lógica definida: el Estado desarrolla diferentes herramientas -siendo las acciones legales unas de las que mayor activación han experimentado los últimos años- cuando el conflicto se recrudece y su capacidad de neutralizar organizaciones disidentes es mayor. Cuando esto sucede, surge el más básico instinto racional de supervivencia del Estado, que consiste en la utilización de unos medios -formalmente institucionalizados-, para conseguir un fin, el del mantenimiento de su orden, mediante la neutralización de elementos discordantes.

    De ahí, se puede entender que el Estado ha fracasado en la integración de una parte de los territorios que administra y, que no es la cosa armada la causa fundamental de sus preocupaciones sino la falta de respuestas democráticas, que no asume, para solucionar el problema que tiene, y, que democraticamente no puede, porque saben que se les va de las manos.

    menudo rollo, con perdón.

  8. Jajajaa, dos de dos, creo que a estas alturas me voy a convertir en un troll profesional. Otro comentario enviado desde mi teléfono volviendo a casa en bus ha salido en antena en La Ventana de la Cadena Ser para ser despellejado durante bastantes minutos por todos los partidos de la tertulia (PNV incluido). Estaban alabando la ilegalización de lo que llaman entorno o entramado de ETA porque les proveen de recambios (un día de estos ilegalizan el equipo de fútbol del Bilbao); mi breve nota textualmente leída decía así:

    Asunto Jarrai
    Texto: «Uno de los problemas de Euskadi es que se han cerrado las vías políticas al indepententismo. Si se les ilegaliza y se les coloca al margen de la ley, de ahí a que los acoja ETA hay un paso. Triste pero lógico»

    Os podéis imaginar las respuestas e incluso los codazos que algunos (PP) se dieron para contestar primero. 😆

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