Ayer se conmemoró el primer aniversario del golpe de estado que apartó al presidente Zelaya del poder que alcanzó en las últimas elecciones democráticas celebradas en Honduras. Desde entonces una dictadura más o menos encubierta reina en el país. Cada día que pasa se acentúa la represión a las fuerzas populares que piden una Asamblea Nacional Constituyente que comprometa al estado hondureño con los más desfavorecidos y tome el control de los recursos naturales y los sectores estratégicos del país puestos ahora en manos de la oligarquía interna y de las multinacionales extranjeras. Detenciones y encarcelamientos arbitrarios, asesinatos de sindicalistas, periodistas independientes, maestros o miembros de la resistencia se suceden sin cesar. Peticiones de asilo político en los países vecinos como las vistas días pasados son la triste consecuencia del golpe de estado y del gobierno títere salido de él y del apoyo de los EEUU. Tampoco podemos ni debemos olvidar el papel de Colombia y sus exportaciones de escuadrones de la muerte oficiales o del apoyo israelí en la represión de la Resistencia.
Pese a todo, el pueblo hondureño sigue en pie. Ayer se produjeron multitud de manifestaciones con decenas de miles de personas que olvidaron los riesgos que supone formar parte de la ola democrática que sigue batiendo en el pequeño estado centroamericano para decirle al mundo que no reconozcan al gobierno golpista, que su lucha es una lucha por transformar el país en una verdadera democracia al servicio del pueblo, especialmente de los más necesitados. Sólo con la presión externa e interna se puede doblegar a los oligarcas que controlan el país y hacer cambiar de opinión a aquellas cancillerías que la apoyan sin dobleces. Por eso, a un año vista del golpe de estado, debemos aprovechar la efemérides para la muestra pública de apoyo y simpatía con este nuevo movimiento popular de nuestros hermanos centroamericanos. ¡Hasta la victoria siempre, compañer@s!
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Leyendo el libro de Eduardo Galeano, las venas abiertas de america latina, no pude evitar encontrar muchisimas comparaciones. Despues de eso, estoy mas que seguro que nada va a cambiar en Honduras, es mas, me apresuro a decir que algun pais vecino mas caera…