Se equivocó la paloma

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Ayer Bush reconoció por fin que los motivos por los que fueron a la guerra en Irak estaban basados en informaciones erróneas. Y lo hizo con total naturalidad, como si se hubiera equivocado en la elección de la corbata para ir a misa de domingo. No parecía cargar en su conciencia que un error de tal magnitud ha costado hasta la fecha –según sus cicateras cuentas- alrededor de treinta mil vidas y la destrucción total de un país que tardará aún decenios en volver a las cotas de infraestructuras y servicios de que disponía antes de la I Guerra del Golfo.

La novedosa estrategia adoptada parece bien clara. La caída de la popularidad es necesario frenarla de cualquier manera y si para ello es útil aparecer ante los media con un rictus más humano, con algo menos de la soberbia y la suficiencia mesiánica habituales, habrá pues que seguir los dictados de los asesores de imagen. Lo que sucede es que su castillo de naipes se desmorona desde el momento en que la inmensa mayoría de la opinión pública mundial clamaba en las calles en los días previos a la anunciada intervención que las supuestas pruebas eran falsas. Y ello sin disponer de agencias de inteligencia y servicios de información sobre los que apoyar sus creencias y aseveraciones.

Y es que aún están frescas para muchos aquel histriónico montaje en Naciones Unidas del 5/2/2003 donde se proporcionaron las pruebas de la existencia de los laboratorios de fabricación y cómo el speaker designado por la Casa Blanca, Colin Powell, se negó una y otra vez a participar de un montaje tan burdo ante todo el mundo. Como nadie podrá olvidar los desesperados llamados de Blix pidiendo unos pocos días más para que los inspectores pudieran descubrir una verdad que no gustaría demasiado a los intereses colonialistas norteamericanos. Tampoco se habrán borrado de la opinión pública colectiva las noticias sobre documentos y memorandos que desvelaban las intenciones de atacar Irak antes incluso de acontecer el 11S.

Bush y Blair no se equivocaron. Simplemente mintieron. Su tardía asunción de responsabilidades no puede ser una promesa de mejorar los servicios de inteligencia. Deben responder por sus premeditados y alevosos crímenes contra la Humanidad ante el Tribunal Penal Internacional y ante todo deben dimitir. Las familias de más de cien mil muertos no serán resarcidas con un simple “los asesiné por error, aunque de todas maneras ha servido para algo”. Para aquellos y aquellas que han perdido a sus seres más queridos y a sus posesiones es un insulto a la inteligencia que el dirigente más poderoso del planeta admita sin más un pequeño error de cálculo de tamaña proporción.

Aún a pesar de que los principales medios de comunicación mundiales sigan actuando de verdaderas agencias de publicidad de gobiernos como el de los EEUU. A pesar de que sigan pagando a los medios de Irak y de medio mundo para que mientan a su favor, la opinión pública, la segunda potencia mundial, está mucho más madura de lo que creen, muy pocos creerán las milongas de Bush. Afortunadamente cada día existen más cauces alternativos que escapan al poder imperial. Quizá podrán algún día bombardear la sede de Al Jazeera, interferir las ondas de TeleSur, pero no podrán acabar con Internet, ni con la blogosfera, ni con los podcasts, ni con los SMS, ni con el correo electrónico… ni con multitud de proyectos descentralizados y libres de comunicación, prensa, radio o televisión que nacen al amparo de la popularización de las nuevas tecnologías en buena parte del planeta. Lo tienen crudo.

6 Comentarios

  1. Sí, Bush reconoció «errores de inteligencia». Desde luego, entrar en Irak como elefante en una cacharrería fue cualquier cosa menos inteligente.

    Totalmente de acuerdo cuando dices Bush y Blair no se equivocaron. Simplemente mintieron.

  2. «Lo que sucede es que su castillo de naipes se desmorona desde el momento en que la inmensa mayoría de la opinión pública mundial clamaba en las calles en los días previos a la anunciada intervención que las supuestas pruebas eran falsas»

    Sí, aún me acuerdo de mi pancarta de «Las ADM no existen», entre otras miles, claro. Grítabamos:» Bush miente, no hay tales armas» etc etc..

    «No parecía cargar en su conciencia que un error de tal magnitud ha costado hasta la fecha –según sus cicateras cuentas- alrededor de treinta mil vidas y la destrucción total de un país que tardará aún decenios en volver a las cotas de infraestructuras y servicios de que disponía antes de la I Guerra del Golfo».

    Sí, con Saddam no moría gente e Irak disfrutaba de una economía saludable y que crecía día a día. La gente era feliz y comían perdices.

    Sólo te sigo el rollo eh

  3. Bueno, hasta el ex primer ministro Alaui ha comentado hace pocos días que las violaciones actuales de los derechos humanos superan a los peores tiempos de Sadam… aquí dejo un collar de perlas de Las cosas nunca estuvieron tan mal como ahora de alguien menos sospechoso

    Hoy, la vida en el Irak ocupado es tan dura que muchos iraquíes afirman que se vivía mejor durante los terribles años de las sanciones de Naciones Unidas y de la dictadura de Saddam Hussein. En la mayor parte del país, hay menos electricidad que antes de la invasión de marzo del 2003, con los resultados previstos, entre ellos “pacientes que mueren en las salas de urgencias cuando los equipos eléctricos dejan de funcionar”, informa el New York Times.

    A pesar de los miles de millones destinados a los amigos de George W. Bush en Bechtel y Halliburton para trabajos de reconstrucción, “casi la mitad de los hogares iraquíes todavía no tienen agua potable, y sólo el 8 por ciento del país, excluida la capital, está conectado a la red de desagüe de aguas residuales”, informa el USA Today.

    Los hospitales en Irak son un caos. En el Hospital Universitario Central Infantil de Bagdad, las aguas residuales corren por los suelos”, informaba Jeffrey Gettleman en el New York Times, “el agua para beber está contaminada y, según los médicos, el 80 por ciento de los pacientes dejan el hospital con infecciones que no tenían cuando ingresaron”.

    “Definitivamente, ahora estamos peor que antes de la guerra” dijo al Times Eman Asin, inspector de 185 hospitales públicos, “incluso en el peor momento de las sanciones, cuando estábamos en una situación miserable, no estábamos tan mal como ahora”.

    Se ha gastado ya la mitad de los 18.400 millones de dólares que el Congreso destinó para la “reconstrucción de Irak, y unos 100 millones han desaparecido sin que se sepa a dónde han ido a parar, según Los Angeles Times.

    En lugar de reconstruir Irak, el dinero vuela hacia las empresas de los amigos de la Administración Bush. “ Se ha premiado a más de 150 compañías estadounidenses con contratos que totalizan más de 50.000 millones de dólares, más del doble del PIB de Irak, afirma la investigadora Antonia Juhasz, “Halliburton tiene los contratos principales, por valor de más de 11.000 millones, mientras otras 13 compañías estadounidenses han recibido más 1.500 millones cada una. Todos esos contratistas responden ante el Gobierno estadounidense y no ante el pueblo iraquí.

    Además de la inseguridad económica, la falta de seguridad personal ha aumentado enormemente. Mujeres que trabajaban antes como profesoras o médicos ahora hablan de encontrarse encerradas en casa, con miedo a salir, y descubren que sus derechos sociales y políticos, duramente conseguidos, están desapareciendo. Los niños que antes iban a las escuelas se quedan ahora en casa por el miedo de los padres a que salgan a la calle.

    Y por si fuera poco, en cualquier momento los iraquíes saben que los soldados estadounidenses o británicos pueden echar abajo las puertas de sus casas, los miembros de la familia humillados, detenidos y sacados a la calle para detenerlos, torturarlos o asesinarlos.

    ODOS LOS DÍAS, se acosa a la gente, se la mata, arresta y tortura sólo por el crimen de ser iraquíes.

    Una investigación de la Cruz Roja ha revelado que el ejército estadounidense se ha metido en Irak en una “vía de detenciones indiscriminadas que comportan la destrucción de la propiedad y el comportamiento brutal hacia los sospechosos y sus familias. A veces, arrestan a todos los varones adultos que se encuentran en una casa”, afirma el informe, “incluidos los ancianos, minusválidos o enfermos”. Entre la gente presa en Abu Graib, incluso los funcionarios del servicio de inteligencia estadounidense estiman que del 70 al 90 por ciento fueron detenidos “por error”.

    Aunque Estados Unidos se niega a contar a los iraquíes muertos, un estudio publicado en octubre de 2004 por The Lancet, la revista médica más importante de Gran Bretaña, estimaba en 98.000 “ el exceso de muertes” en Irak después de la invasión estadounidense. Esta cifra es realmente baja ya que excluye la “mortalidad en Faluya”, donde se produjo el ataque más mortífero del ejército estadounidense. Según este estudio “el riesgo de muerte violenta en el periodo posterior a la invasión era 58 veces más alto…que en el periodo precedente a la guerra”.

  4. Muy bueno el articulo. Lo de la comparación de «Y lo hizo con total naturalidad, como si se hubiera equivocado en la elección de la corbata para ir a misa de domingo» me parece lo mejor de todo. Hay mucha gente que miente, pero lo que más fastidia es los que mienten con cara y la frescura con la que mienten. En esto Bush es un maestro. Pero Blair y Aznar no le andan muy a la zaga.

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