Nos hace falta ya otra huelga general

Tras el formidable éxito de convocatoria del 19J contra los sacrificios sociales impulsados por la Unión Europea para satisfacer al insaciable monstruo de los mercados, el próximo reto de los movimientos sociales convocantes es dar un paso bastante significativo. Al contrario que los sindicatos mayoritarios, sumidos en el ombliguismo y en la complicidad con los recortes ejecutados por el actual gobierno, los indignados están dispuestos a convocar una huelga general para hacer ver a políticos y banqueros que el Pacto por el Euro es un atentado a la soberanía popular y al estado de bienestar absolutamente inadmisible por mucho que haya sido tragado sin más por buena parte de los representantes electos de la partitocracia en la que vivimos.

Al final de la manifestación de Madrid, durante la lectura del comunicado, los convocantes propusieron que las asambleas de trabajadores de barrios y pueblos de comiencen a trabajar en los preparativos de la mencionada protesta laboral para cambiar una democracia que no representa a nadie. Era obvio que los centenares de miles de personas movilizadas contra la sumisión de la política a los mercados no podían disolverse sin más sin lograr ninguna de las reivindicaciones planteadas mientras la clase dirigente se frota las manos a la espera de que se olvide todo para poder continuar como si nada hubiera sucedido en las plazas y calles del estado español durante estas pasadas semanas. Esto no ha hecho más que empezar.