Hacia la dictadura del PP

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Un compañero me contaba hace días un chiste:

¿Cómo van las cosas por España? —preguntaba un extranjero.

No nos podemos quejar —contestaba su nativo interlocutor.

Bueno, entonces la cosa no está tan mal como dicen.

No, es que no nos podemos quejar. 

En nuestro país, la situación es realmente pésima. Estamos al borde de la intervención. Gobiernos pusilánimes aceptan sin rubor medidas impuestas por el tándem Merkozy a sabiendas de que van a provocar el empobrecimiento de una población que ni siquiera ha logrado catar el estado de bienestar. Cualquiera sabe que las medidas de austeridad para afrontar el déficit económico, sólo producirán más déficit y que así es imposible salir de la crisis, todo lo contrario. Frente a los argumentos aplastantes, nuestros políticos apuestan por seguir los mandatos de dos neoliberales que está imponiendo su programa político usando la recesión como excusa para desmantelar las conquistas sociales que la población europea ha tardado decenios en conquistar. La estrategia es estrangular, privatizar e involucionar hasta donde se pueda sin que peligre la propia continuidad de Europa y de su euro. Pero no se sabe cuál es la línea roja. Decenas de millones de personas han ido al paro y han traspasado el umbral de la pobreza, suben los impuestos para pagar los intereses de la deuda, degradan los servicios sociales hasta hacerlos inviables, expulsan a decenas de miles de personas de sus casas, el índice de suicidios aumenta hasta lo indecible, millones de jóvenes verán como nunca van a cobrar una pensión digna, ni acceder al mercado de la vivienda, ni…

Pero no contentos con eso, los populares están intentando por todos los medios afinar la maquinaría propagandística pública para evitar la discrepancia. Con el control férreo de Radio Televisión Española, la derecha se asegura prácticamente todo el espectro audiovisual del país. Con la exclusiva excepción de La Sexta, el resto de televisiones son cómplices de las políticas neoliberales y van a cerciorarse de que la contestación social no reciba la atención proporcional a su fortaleza. El control de TVE se antoja más necesario que nunca cuando la intención es mentir, manipular y vender una visión edulcorada de una realidad cada día más dura. La expulsión de los sindicatos del Consejo y la designación directa del presidente esquivando la necesidad del consenso se enmarca en esta lógica de régimen draconiano y totalitario que están imponiendo a marchas forzadas.

Aún hay más, cualquier estado totalitario que se precie, necesita eliminar las garantías de los derechos individuales. Al ya anunciado estudio de la limitación del derecho de huelga hay que sumarle la reforma del código penal en marcha que va a equiparar a los protestantes con terroristas y a la resistencia pasiva con atentado contra la autoridad. Una web para denunciar a los participantes en algaradas, para oficializar el chivatazo, pone la guinda al pastel represivo orquestado por la derecha política y económica para atenazar a la población mientras sufre los mayores ataques a su bienestar acontecidos desde el inicio de nuestra lábil democracia.

 

 

2 Comentarios

  1. Es necesara una iniciativa para tumbar al PP… no pedemos seguir asi, hay que actuar. Estoy totalmente de acuerdo con lo que se expone en el articulo.

  2. el ZP antes de su derrumbe debía estar pensando:
    …alguíen vendrá que bueno me hará!!!
    y tiempo al tiempo 😉

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