Ahmed Sadat, secretario general del FPLP, encarcelado desde 2002 por la Autoridad Palestina por orden de Israel, EEUU y Gran Bretaña, se unió a una huelga de más de mil presos palestinos iniciada el 17 de abril en protesta por las condiciones inhumanas a que son sometidos por el régimen sionista.
Las reivindicaciones fundamentales que persiguen los presos árabes son la finalización del estatus de aislamiento e incomunicación —que Sadat lleva sufriendo más de tres años—, la mejora del régimen de visitas, el acceso a libros o periódicos e incluso la posibilidad de hacer ejercicio en el patio de la prisión.
Amnistía lo considera un preso político, pues su detención arbitraria y juicio ilegal contravinieron las normas más elementales del derecho internacional. La complicidad de Arafat en el apresamiento no fue sino otra muestra más de su sometimiento a los intereses extranjeros. A pesar de que el Tribunal de Justicia palestino pidió su excarcelación, el rais desoyó todos sus dictámenes hasta que, en 2004, Israel lo secuestró de la cárcel de Jericó, manteniéndolo en su poder desde entonces.
Sadat, que se encuentra ya cercano a los sesenta años y debilitado por otras huelgas de hambre similares, ha visto deteriorado su estado de salud hasta un punto en el que se teme por su propia vida, por eso ha sido trasladado al hospital de la prisión, ya que es uno de los presos más relevantes secuestrados por Israel en campos de concentración (internamiento los llaman ellos) y no pueden permitir su muerte por las repercusiones que ella conllevaría.
Imaginemos por un minuto los que pasaría si ese preso político fuese cubano o venezolano. ¿A que su situación abriría los noticieros televisivos a diario? ¿Alguno ha tratado el tema? Las comparaciones son odiosas…
Más información: PFLP leader transferred to hospital after hunger strike
