La Unión Europea ha sacado toda su artillería pesada contra la izquierda griega. Si los votantes helenos los encumbran hacia la victoria el próximo domingo los amenazan con expulsarlos del euro, con un corralito bancario… hasta con el Apocalipsis si hace falta. Todo para que no gane una izquierda que pierde considerarse casi como socialdemócrata. Los medios cortesanos los tildan de radicales, de peligrosos, de irresponsables, de revolucionarios… Pero ¿por qué les tienen tanto miedo? Justamente, por la misma razón por la que se han erigido en la esperanza de la verdadera y exigua izquierda europea, por la que muchos desencantados griegos hartos de ver cómo los grandes partidos ya no tienen nada que ofrecerles, miran a Syriza como el revulsivo que puede hacer cambiar su triste situación.
Syriza ha repetido hasta la saciedad que no quiere salir del euro, que sólo quiere recuperar su soberanía y la dignidad como pueblo. Quiere renegociar la deuda y los plazos de vencimiento de los pagos. Ha introducido en el debate político el término de deuda ilegítima, la contraída para satisfacer a intereses exclusivamente privados y no a las necesidades generales ni al bien común. El ejemplo de Grecia es paradigmático, a pesar de los recortes, de las reformas estructurales y de los rescates, el país no sólo no está saliendo del túnel en el que se encuentra, sino que cada día que pasa se hunde más y más deteriorando las condiciones de vida de la población hasta límites insospechados. Por dar un dato revelador, Grecia se ha convertido en el país europeo con más alto índice de suicidios de la Eurozona pocos años después de ser el que tenía menos suicidios per capita del continente. Syriza quiere renegociar desde cero las condiciones del memorándum firmado con Bruselas para impulsar políticas de crecimiento reales, algo que, en boca de los dirigentes europeos, no ha pasado de la mera retórica vacía sin ninguna concreción real.
Muy a pesar de la troika (BCE, FMI y la Comisión Europea), Syriza se ha convertido en la esperanza de la izquierda, sobre todo después de que el efecto Hollande se haya ido diluyendo poco a poco y que Alemania siga castigando con austeridad y privatizaciones a la zona euro. El domingo sabremos si la reacción de los griegos abre una puerta a la esperanza en el país heleno y en toda la Unión. Entre esos comicios y la situación límite a la que han llevado a la economía española, el futuro del euro y de la UE se decide en los próximos días…
Merkel trata de influir en las elecciones griegas hasta el final
La canciller alemana pide a los griegos que voten a los partidos que digan «sí a los compromisos» adquiridos con Bruselas
http://www.publico.es/internacional/437234/merkel-trata-de-influir-en-las-elecciones-griegas-hasta-el-final