Más de 40.000 indígenas mayas mexicanos y campesinos desfilaron el día de ayer en una serie de marchas populares que han sorprendido al mundo por su masiva participación y la acogida dispensada por el pueblo de Chiapas. Coincidiendo con el cambio de era maya y con un triste aniversario, el sureño estado de Mexico se cubrió de una marea de puños en alto y negros pasamontañas, una marea de atronador silencio rebelde apenas interrumpido por aplausos y gritos populares de apoyo. »Ustedes son el orgullo de México», «vivan los zapatistas» o «viva Marcos» fueron los más coreados.
Entre tanta tontería mediática del Apocalipsis, peligrosos preppers y gentes encerradas en búnkers, los Zapatistas han salido a la calle a lanzar un claro mensaje en boca de Marcos muy en sintonía con el emitido también por el líder indígena Evo Morales:
¿Escucharon? Es el sonido de su mundo derrubándose, es el del nuestro resurgiendo. El día que fue el día, era noche. Y noche será el día que será el día
En el marco de la conmemoración de la matanza indígena de Acteal, donde murieron 45 personas, la mayoría mujeres y niños, hace 15 años, los municipios chiapanecos de San Cristóbal de las Casas, Ocosingo, Altamirano, Palenque, y Las Margaritas recibieron la que, sin duda, ha sido la mayor marcha zapatista de toda la historia del movimiento. Alejados desde hace algún tiempo de la primera fila mediática, nunca han estado más presentes en la sociedad del sureste del país, donde se participan en la gestión de varios municipios autónomos, pero la multitudinaria marcha marca el inicio de una nueva fase de lucha indígena y reclama para el EZLN un sitio en el nuevo escenario político que se está configurando en México, sobre todo para las clases más populares y las izquierdas no representadas en el Pacto por México recientemente suscrito por las fuerzas políticas mayoritarias (PRI y PAN).
No cabe duda de que es un espectacular resurgir para un nuevo tiempo.
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Miles de zapatistas arriban a Ocosingo y San Cristóbal de las Casas
En una acción masiva, disciplinada y simultánea, no vista desde los días del alzamiento insurgente de 1994, decenas de miles de zapatistas ocuparon pacíficamente y en estruendoso silencio cinco ciudades chiapanecas. Horas más tarde, dieron a conocer un breve comunicado.
Decenas de miles de bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ocuparon en emblemático silencio las calles de cinco municipios chiapanecos, en la primera manifestación pública que los zapatistas hacen desde el 7 de mayo de 2011, cuando se unieron a la convocatoria del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. Esta acción simultánea y masiva, la más grande de toda su historia, estuvo precedida por el anuncio de que la organización indígena daríasu palabra, que se conoció unas horas después de la movilización.
“A quien corresponda. ¿Escucharon? Es el sonido de su mundo derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo. El día que fue el día, era noche. Y noche será el día que será el día”, fue el mensaje signado por el subcomandante Marcos y difundido horas después, a través de la página Enlace Zapatista.
En cada una de las ciudades ocupadas (Ocosingo, Las Margaritas, Palenque, Altamirano y San Cristóbal), los tzeltales, tzotziles, ch’oles, tojolabales, zoques, mames y mestizos marcharon con sus tradicionales paliacates y pasamontañas, en filas y en estricto silencio. Hombres y mujeres, jóvenes en su mayoría, pasaron sobre un templete en cada ciudad y levantaron el puño. Ésa fue la expresión más simbólica de toda la movilización.
Fuerza, disciplina, extraordinario orden, dignidad, entereza, cohesión. No es poco. Son 19 años en los que infinidad de veces los han dado por muertos, por divididos y aislados. Una y otra vez salen a decir “aquí estamos”. Hoy, con 40 mil zapatistas en las calles, nuevamente silenciaron de tajo rumores e infundios.
En San Cristóbal de las Casas, ciudad donde tradicionalmente se hacen las manifestaciones del EZLN fuera de su territorio, más de 20 mil hombres y mujeres zapatistas procedentes del caracol de Oventik, donde se concentraron desde un día antes,desfilaron bajo una lluvia que comenzó desde la madrugada. La marcha de 28 destacamentos (de acuerdos a la numeración que llevaban los grupos en sus pasamontañas) inició en las afueras de la ciudad, alrededor de las ocho y media de la mañana, y para las 12 del día la retaguardia estaba muy lejos del centro todavía. La plaza fue demasiado chica para recibirlos.
Habitantes y turistas lanzaron gritos de apoyo y cantaron el himno zapatista en algunos tramos. Los negocios, como de costumbre, bajaron sus cortinas, pues nuevamente los indios los sorprendieron. El templete se ubicó al frente de la catedral, mientras que los ordenados bloques de zapatistas se ubicaron alrededor del primer cuadro de la ciudad.
En Palenque, antigua ciudad ch’ol y uno de los centros turísticos más importantes del estado, los indígenas zapatistas entraron por la avenida principal de la población y realizaron el gesto del puño en alto sobre el templete colocado en el centro de la ciudad, enfrente de la iglesia. Posteriormente, salieron por la calle Chiapas para regresar a sus comunidades.
En Las Margaritas, los zapatistas repitieron la dinámica con 7 mil bases de apoyo, mientras que en Ocosingo -población también tomada por los insurgentes el 1 de enero de 1994, donde tuvo lugar la masacre de civiles por parte del ejército federal en los primeros días de la guerra, más de 6 mil bases de apoyo desarrollaron la acción desde las seis de la mañana; trascendió que cerca de 8 mil zapatistas más se quedaron en el caracol de La Garrucha al no ser suficiente el transporte para la ciudad. No se habían concentrado tantos zapatistas en esta localidad desde los cruentos combates del alzamiento indígena.
Los símbolos son muchos, pues eligieron el último día del ciclo maya, el que para muchos tendría que ser “el fin del mundo” y para otros el inicio de una nueva era, el cambio de piel, la renovación. Durante estos 19 años el recorrido de la lucha zapatista ha estado lleno de simbolismos y profecías, y esta ocasión no tendría que ser la excepción.
Desde el anuncio de que próximamente la comandancia general del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) daría a conocer su palabra, la expectativa por el contenido de su mensaje ha ido creciendo. Este viernes, sin embargo, lo que se escucharon fueron sus pasos, su caminar silencioso recorriendo cinco plazas, su andar digno y rebelde por las calles y su puño en alto.
La última vez que habló el subcomandante Marcos, jefe militar y vocero zapatista, fue en el intercambio epistolar con el filósofo Luis Villoro, el 7 de diciembre del 2011. Y la iniciativa política más reciente fue el festival de la Digna Rabia, al que convocaron a luchas y movimientos de México y del mundo, en diciembre del 2008.
Este viernes no se presentaron los miembros del Comité Clandestino Revolucionario Indígena, como lo hizo su plana mayor en mayo del 2011. Fue la última vez que se les vio a Tacho, Zebedeo, Esther, Hortencia, David y al resto de la comandancia general, con excepción del subcomandante Marcos, quien se ha mantenido alejado de la escena pública.
http://rojoynegro.info/video/sin-fronteras/miles-zapatistas-arriban-ocosingo-san-crist%C3%B3bal-las-casas
Lo que más me ha gustado de la manifestación es la etiqueta en la cabeza, facilita contarlos, habría que copiarlos en España. Una variante sería un post-it a cada manifestante y que cada uno colocase su número de DNI y los depositase en una urna gigante. Y luego se contasen y entregasen en alguna cadena de televisión para que los contase (verificado por un notario), no creo que no haya ninguna que no se ofreciese a pagar los costes con tal de tener la exclusiva.
jajajaja, la verdad es que llama la atención el etiquetado…
El subcomandante Marcos anuncia el retorno de la agenda política zapatista
El líder reclama el reconocimiento constitucional de los derechos indígenas
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional prepara varias iniciativas de carácter «civil y pacífico»
SALVADOR CAMARENA México 31 DIC 2012 – 16:31 CET4
Al igual que el PRI, que en diciembre de 2012 regresó al poder presidencial mexicano, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional ha elegido el fin de año para volver a la palestra. Lo hizo primero el pasado día 21, con una movilización silenciosa de decenas de miles de zapatistas en cinco poblaciones de Chiapas, su bastión; y ahora lo hace con tres extensos comunicados firmados por el subcomandante Marcos, en los que descalifica a la clase política toda, emplaza al nuevo presidente Enrique Peña Nieto a cumplir los acuerdos de San Andrés y anuncia el inicio de una serie de acciones cívicas.
“No es el nuestro un mensaje de resignación, no lo es de guerra, de muerte y destrucción. Nuestro mensaje es de lucha y resistencia”, escribe Marcos en una de las misivas del Comité Clandestino Revolucionario Indígena. A continuación, al referirse al retorno del Partido Revolucionario Institucional al poder, apunta: “después del golpe de Estado mediático que encumbró en el poder ejecutivo federal a la ignorancia mal disimulada y peor maquillada, nos hicimos presentes para hacerles saber que si ellos nunca se fueron, tampoco nosotros”.
El insurgente denuncia además que sucesivos gobiernos, todos los partidos políticos y los medios de comunicación fracasaron en su intento por desaparecer y menospreciar la causa del movimiento zapatista.
“Los malos gobiernos de todo el espectro político, sin excepción alguna han hecho todo lo posible por destruirnos, por comprarnos, por rendirnos”, expone Marcos al enumerar a todas las organizaciones partidistas, incluida la que está en formación en torno al ex candidato Andrés Manuel López Obrador. “Nos han atacado militar, política, social e ideológicamente. Los grandes medios de comunicación intentaron desaparecernos, con la calumnia servil y oportunista primero, con el silencio taimado y cómplice después”.
El subcomandante, que llevaba casi dos años sin firmar extensos comunicados, emplaza además a los gobernantes, en particular a Enrique Peña Nieto: “Queda entonces al gobierno federal, ejecutivo, legislativo y judicial decidir si reincide en la política contrainsurgente que sólo ha conseguido una endeble simulación torpemente sustentada en el manejo mediático, o reconoce y cumple sus compromisos elevando a rango Constitucional los derechos y la cultura indígenas, tal y como lo establecen los llamados Acuerdos de San Andrés, firmados por el gobierno Federal en 1996, encabezado entonces por el mismo partido ahora en el Ejecutivo”. Los acuerdos los firmó la administración de Ernesto Zedillo (1994-2000).
El EZLN anuncia que en los próximos días darán a conocer “una serie de iniciativas, de carácter civil y pacífico, para seguir caminando junto a los otros pueblos originarios de México y de todo el continente, y junto a quienes, en México y en el mundo entero, resisten y luchan abajo y a la izquierda”.
En las misivas, Marcos critica además tanto a los presidentes surgidos del Partido Acción Nacional, que gobernó México de 2000 a 2012, (“la presente no es sólo para reafirmar lo que el silencio multitudinario del 21 de diciembre le debe haber dejado claro a usted, a la clase política y al gobierno de Acción Nacional, en general, y a Felipe Calderón Hinojosa en particular: Fracasaron”), como al movimiento de López Obrador y la izquierda en general (“hace 6 años, un segmento de la clase política e intelectual salió a buscar un responsable para su derrota. En aquel tiempo nosotros estábamos, en ciudades y comunidades, luchando por justicia para un Atenco que no estaba entonces de moda. En ese ayer nos calumniaron primero y quisieron acallarnos después. Incapaces y deshonestos para ver que en sí mismos tenían y tienen la levadura de su ruina, pretendieron desaparecernos con la mentira y el silencio cómplice. Seis años después, dos cosas quedan claras: ellos no nos necesitan para fracasar”).
Y remata descalificando al nuevo gobierno priísta. Marcos hace una puntual réplica al nuevo secretario (ministro) de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, quien luego de la manifestación silenciosa de los zapatistas del 21 de diciembre dijo que los zapatistas “todavía no nos conocen”, en referencia a esta administración.
“¿Así que no los conocemos? Mmh… mmh… veamos: Enrique Peña Nieto. ¿No nació en Atlacomulco, Estado de México? ¿No es el pariente de Alfredo Del Mazo y Arturo manos largas Montiel? ¿No es quien dictaminó, coludido con el gobierno municipal perredista de Texcoco, el desalojo de los floristas y la aprehensión del dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, Ignacio del Valle, en mayo del 2006?”, comienza la respuesta del líder del EZLN, que dedica largas líneas a recordar antecedentes de varios integrantes de los colaboradores de Peña Nieto, el presidente que ahora tendrá que incluir en su agenda al Ejército Zapatista de Liberación Nacional.