Bienvenida de nuevo, Rosa

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Me parece alucinante todo lo que está sucediendo alrededor de la destitución de Rosa Regás al frente de la Biblioteca Nacional. Es evidente que la excusa buscada –el robo por parte de un investigador acreditado de dos mapas arrancados de un libro– no es motivo suficiente para ello. Es como si por un par de tirones en un pueblo se hiciera dimitir al alcalde o por un atentado terrorista hubiera que cesar al ministro del ramo por no haberlo podido evitar. Una acción de un desalmado es bien fácil de acometer, para asesinar a una persona sólo falta alguien que empuñe un arma. Diferente es que se sucedan negligencias en la custodia de libros antiguo o incunables, que se permita el acceso a la BN a cualquier persona sin identificar o que se eliminen las medidas de vigilancia necesarias. Como quiera ninguna de estas cosas se han puesto sobre la palestra en el caso Regás, mucho me temo que los motivos son otros y difíciles de explicitar. Así que, animado tras la lectura de un post de D. Antonio en su Rubicón, me puse a intentar averiguar algo más del trasfondo de la situación.

Para empezar me encontré con firmes notas de adhesión del PCE y con varias loas a su persona y gestión provenientes del ámbito republicano. Luego rebusqué en algunos recientes artículos que guardo de El País dando cañita de la buena a Rosa, además encontrar gracias a Google News mogollón de ataques furibundos de la caverna española. Obviamente todo el mundo arrastrando el ascua a su sardina en el espeto que se han preparado con la escritora y periodista. Unos opinan que ha pesado su republicanismo militante, otros que el PSOE está soltando lastre por la izquierda para disputarle el centro al PP, otros que Regás es una peligrosa incontrolada estalinista que se merecía esto y más. Desde luego nadie da datos sobre su supuesto fracaso como gestora, quizá alguno que se sentía molesto por la apertura y democratización de la BN, pero poco más.

Desde luego, lo que estaba claro es que hacía algún tiempo que PRISA la estaba acosando descaradamente mal interpretando sus palabras. Sus manifestaciones sobre la monarquía, Venezuela y el descrédito de los medios de comunicación chocan de frente con la línea editorial de El País, sus filias y sus intereses financieros. La editorial de despedida de hoy mismo es un descarnado reflejo de ello, parece que les ha dado donde más le duele, justo donde las contradicciones del diario se hacen más patentes, exactamente donde la objetividad del periódico hace más aguas, en el punto que demuestra por qué cada día las gentes de a pie confían menos –cuando no desprecian– las informaciones provenientes de los medios oficiales, en España y en todo el mundo a tenor de las últimas encuestas realizadas en USAmérica sobre el tema.

>…la veterana novelista debería moderar más su verbo y regresar a su pasión por la pluma olvidando esta breve y desafortunada experiencia como funcionaria.

>(…) El paso de la escritora catalana por la institución no va a dejar, lamentablemente, demasiadas huellas positivas. Lo que haya podido realizar como directora en estos tres años (ella, lógicamente, tiene todo el derecho de reafirmar su gestión) se ha visto empañado por no pocas meteduras de pata (entre ellas y una de las más sonadas, su invitación a no leer periódicos) y una buena dosis de sectarismo.

Que conste que el que suscribe tiene a El País como diario de referencia, es lo que único que con ciertas precauciones medio se puede leer, entre líneas y contrastando con otras fuentes, pero es lo que tenemos en la izquierda, al menos mientras se materializa el proyecto de El Público, si es que llega a hacerlo algún día.

Bienvenida a la vida civil Rosa. A este lado se es más libre para declarar, para escribir, para manifestar, para flagelar, para llamar a las cosas por su nombre, sin eufemismos ni envoltorios dulcificantes. Desconozco si tu divorcio con PRISA es total, pero sería un placer volver a oírte como tertuliana en la SER azotando libre de tapujos a tanto facha cavernario e incivil que pulula por la política patria.

2 Comentarios

  1. Rosa Regàs figura entre los más de 120 firmantes de un manifiesto que critica la actitud del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero
    Rosa Regàs critica la dejadez del Gobierno con la Ley de Memoria

    La ex-directora de la Biblioteca Nacional declaró, en una entrevista publicadaen Tiempo, que «con trabajo e inteligencia no basta, hace falta tener influencias». Rosa Regàs ha firmado un texto contra el Gobierno por la ley de memoria histórica, en el que critica la dejadez del Ejecutivo y le acusa —si no se promulga la ley— de no querer «cerrar las heridas todavía abiertas entre los españoles».
    Rosa Regàs figura entre los más de 120 firmantes de un manifiesto que critica la actitud del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ante el proyecto de ley de la memoria histórica. La escritora dimitió recientemente de su cargo como directora de la Biblioteca Nacional por la falta de confianza del nuevo ministro de Cultura, César Antonio Molina.
    El manifiesto apremia al Gobierno a aprobar la ley de la memoria histórica, aunque con condiciones. Reclama que en el texto aparezcan cuatro premisas «mínimas»: la condena formal de la dictadura; la declaración de ilegitimidad e ilegalidad de todas las acciones represivas y jurídicas de los gobiernos franquistas; que sea el Ministerio de Justicia y el Fiscal General del Estado quienes planteen al Tribunal Supremo los recursos de nulidad de las sentencias franquistas; y un trabajo activo por parte del Gobierno para localizar a los represaliados desaparecidos, conservar y dar acceso a los archivos históricos y eliminar la simbología franquista de las vías y los edificios públicos.

  2. Un abrazo junalu.

    La vieja y casposa estrcutura del PSOE se esta poniendo en evidencia…En fin, quien puediera pensar que en nuestro Estado se producirian cambios sustancciales en manos de este partido servil. Evidentemente se equivocaba…

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