Conversación telefónica interceptada desvela el modus operandi de las primaveras y las revoluciones de colores

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La verdad es que la labor de los servicios secretos rusos en el manejo de la información de la trama golpista de Ucrania demuestra una eficacia absolutamente sorprendente. Primero interceptaron y desencriptaron una conversación entre el embajador de EE.UU. en Ucrania, Geoffrey Pyatt y la subsecretaria de Estado de EE.UU. para Asuntos Europeos, Victoria Nuland, quienes fueron pillados planificando el reparto del poder en el país europeo tras la consolidación del golpe de estado que estaban organizando. Curiosamente, el personaje por el que apostaban, Arseni Yatseniuk, es ahora primer ministro del país flanqueado por una horda de neonazis que, de tomar el poder en cualquier otro país de la Unión, haría temblar a cualquier socio del Partido Popular Europeo.

Pero si la anterior grabación —por cierto, con calidad prístina— supuso desvelar, para aquellos que quisieron escucharla, que la asonada violenta de Maidan estaba dirigida por los Estados Unidos, en esta ocasión, las revelaciones no son menos importantes. En ellas se oye cómo el ministro de exteriores estonio conversa con la jefa de la diplomacia europea sobre las evidencias, cada vez mayores «que detrás de los francotiradores no estaba (el presidente Víktor) Yanukóvich, sino alguien de la nueva coalición» y que fueron ellos los que dispararon a diestro y a siniestro, o sea a policías y manifestantes, para provocar la espiral de acción y reacción que llevara a un callejón sin salida que acabó con la toma del parlamento por paramilitares nazis armados hasta los dientes con la colaboración de yihadistas tártaros terroristas recién llegados de Siria.

En absoluto es baladí, ya que invierte la acusación de criminal del anterior presidente electo al círculo del actual presidente golpista. Y si este era ilegítimo por la represión que ejercía sobre su pueblo, también lo es Turchinov como responsable de uno de los líderes de los partidos de derecha que estaban en la Plaza de la Independencia de Kiev, que ha llegado al poder aupado por fuerzas extranjeras y por ataques de bandera falsa efectuados por gentes de su propia coalición o por él mismo. Imagino que esta noticia, como la anterior, se ignorará en lo sustancial para que no interfiera en los planes occidentales de desestabilización y apropiación posterior del país ya que, como afirma el ministro: «Desacredita a la nueva coalición desde el principio»

Sin embargo, es necesario ir un poco más allá. Nazaní Armanian afirmaba en Público que

EL MODUS OPERANDI DE LA UE Y ESTADOS UNIDOS HA SIDO APLICAR EL MODELO DE LAS “PRIMAVERAS” LIBIA Y SIRIA: PROTESTAS PACÍFICAS CONVERTIDAS, DE REPENTE, EN LEVANTAMIENTOS ARMADOS DE BANDAS TENEBROSAS CON DISCIPLINA MILITAR QUE PROVOCAN CAOS Y TERROR PARA DAR LA IMPRESIÓN DEL PELIGRO DE MASACRE Y GUERRA CIVIL.

No es muy difícil inferir que el paso de manifestaciones pacíficas a protestas violentas causadas por los disparos de francotiradores opositores ha sido usada con éxito tanto en Kiev, como en Bengasi y en Deraa. La misma mano ha mecido las cunas de las tres revueltas populares recientes y así lo hemos defendido y publicado muchos desde el principio, a pesar de nadar contra todas las corrientes mediáticas y de ser tildados de conspiranoicos, soviéticos, ilusos y un sin fin de calificativos con animus ofendi. En Malta, fueron localizados los miembros de la inteligencia italiana que se encargaron de agitar las revueltas, donde confesaron cómo lo habían hecho para convertir las manifestaciones en una revuelta armada. Probablemente también nos enteremos pronto de quién comenzó todo en Siria, pero lo que está meridianamente claro es que el mito de las revoluciones de colores o las primaveras árabes solo existe en las mentes de ilusos, desinformados o aliados del imperio y su brazo armado atlantista.