¿11S, trabajo interno?

Los lectores de los Bits saben que esa es la opinión del que suscribe como ha quedado patente en algunos artículos y en varios comentarios breves. Sin embargo, poco a poco se abre la luz sobre la maraña de prohibiciones de investigación, de ocultamiento de pruebas o de documentos clasificados. Las pruebas que inculpaban a Bin Laden aún nos son desconocidas y todo apunta a que no se sostendrían en ningún juicio serio. No hay ningún detenido en firme por el caso a pesar de los miles de personas que permanecen en cárceles americanas sin acusación concreta, con sus derechos fundamentales conculcados en virtud de la Patriot Act, en limbos jurídicos absolutamente ilegales e inmorales como el de Guantánamo o en cárceles de alquiler de terceros países donde no se respetan los derechos humanos y se practica la tortura por encargo.

En este último mes han aparecido varios documentos y entrevistas de gente cualificada que ponen en duda la versión oficial o hasta implican a la administración americana en los atentados. Al libro publicado por el ex ministro alemán de defensa Andreas von Bulow sobre el rol de la CIA en el 11S y a la repercusión mediática del documental premiado en Cannes El Poder de las Pesadillas, se han de unir las declaraciones del ex jefe del Departamento del Trabajo de Bush, quien afirma que el colapso de las torres gemelas fue una demolición controlada realizada desde el interior, pero también un informe del inspector general del FBI que levanta gravísimas sospechas de connivencia de los aparatos de la defensa y el espionaje americano con los activistas supuestamente implicados en los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Como puede verse, afortunadamente el tema sigue vivo y dando que hablar varios años después.

Imagino que, con el tiempo, alguno de los implicados hablará o se le escapará alguna información, como aquella de Rumsfeld reconociendo el impacto de un misil en el Pentágono que aún puede consultarse en la página oficial del gobierno gringo.