Cuando la derechona sale de la caverna

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Cuando los del OPUS y los de la yihad católica dicen en público lo que piensan, ni los del PP pueden aguantar la marea de la opinión ciudadana. Eso es lo que parece que ha ocurrido con la concurrencia de Aquilino Polaino —hay que reconocer que tiene nombre de personaje de tebeo— en el Senado. Ahora dicen que lo llamaron para conocer todas las opiniones posibles, pero nadie se cree que cuando citas a un perito, lo hagas para que manifieste opiniones en tu contra. Para eso ya se bastan los expertos que citan tus oponentes políticos.

Pero han tenido que dar marcha atrás, ni siquiera El Mundo de Pedrojota ha dejado de criticar duramente a los populares por la elección de este «experto» cuyas opiniones eran bien públicas y conocidas desde hace tiempo. Ha pintado a los homosexuales como enfermos cuyos padres —en buena parte— abusaron de ellos cuando eran pequeños o eran alcohólicos.

Con actitudes como esta es bastante difícil mantener que la manifestación de Madrid del otro día no era contra los gays y lesbianas, sino por una pura cuestión semántica: el uso de la palabra «matrimonio» y la defensa de su particular visión de la familia cristiana. Por eso se lanzaron al día suguiente todos los portavoces populares a desmentir a su experto que, por cierto, no es como se afirmó catedrático de la Complutense, sino de la San Pablo CEU, una universidad privada católica donde se pueden obtener este tipo de reconocimientos a dedo, siempre que el espíritu santo te ilumine. Lo mismo que sucede en la Universidad de Navarra, de donde es profesor extraordinario y aún más nacional católica que la anterior.

Sea como fuere, todo el mundo ha captado que, por mucho eufemismo que usen, la homofobia del PP es un hecho fácilmente constatable y actitudes como esta no hacen sino agravar la brecha que se ha abierto en los últimos tiempos entre la ciudadanía de hoy y la de aquellos nostálgicos del blanco y negro, del Nodo y de la sección femenina. La llevan clara.

3 Comentarios

  1. El principal experto citado por el PP en el Senado contra el matrimonio de homosexuales cree en la existencia de -posesiones diabólicas- y es un defensor del -exorcismo-.
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    Aquilino Polaino Lorente, catedrático y director del Departamento de Psicología de la Universidad San Pablo-CEU, compareció el pasado lunes en el Senado como especialista invitado por el Grupo Popular. Polaino es el prologuista del informe No es igual, de la organización católica HazteOír, informe que se ha pretendido presentar como la mayor evidencia científica contraria a la adopción por parejas de gais y lesbianas.
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    En una comunicación presentada a una reunión de especialista y que se puede obtener en un portal de internet especializado en -posesión y exorcismo- titulada -Psiquiatría y posesión diabólica-, el profesor Polaino se declara partidario de complementar psiquiatría y teología a la hora de enfrentar las -posesiones diabólicas-. Según Polaino, -las creencias religiosas están hoy a la baja en algunos contextos culturales- y por ello la psiquiatría ha llegado a creerse autosuficiente a la hora de tratar las patologías mentales. Sin embargo, es preciso recuperar el diálogo entre -psiquiatras y pastores- para conseguir así evitar que -se vuelva la espalda a cualquier fenómeno de naturaleza religiosa- dado que apelar únicamente a la psiquiatría para resolver estas cuestiones puede considerarse -un exceso-.
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    La fe del catedrático Polaino en la existencia de comportamientos -que ocupan un ámbito fronterizo entre la psicopatología y la religión- y que pueden considerarse -relacionados con lo demoníaco- le lleva a reivindicar la existencia de -exorcistas- en la mayoría de las diócesis católicas españolas que, colaborando con psiquiatras, consigan establecer la -criteriología- pastoral y clínica de los fenómenos, manteniendo, eso sí, la primacía de la opinión del -exorcista-, único capacitado para establecer -el último juicio-.
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    Además, Aquilino Polaino afirma en ese documento haber participado en sesiones de -exorcismo- en las que era requerida su opinión sobre las manifestaciones -satánicas- y en las que no pudo evitar deducir que -no disponía de ninguna explicación psiquiátrica- para esas conductas puesto que el primero de los pacientes -pidió la ayuda al demonio, a los 53 años, para conseguir su fin de enamorar y seducir a una bailarina- y la segunda paciente era víctima de un -maleficio- formulado por una compañera -blasfema-.

    Enlace al documento: http://www.fortea.us/english/psiquiatria/aquilino.htm

  2. Lo que sabemos ya con certeza es de lo que vive ese señor: de «curar» o exorcizar (si lo primero no le funcionaba) a los hijos homosexuales de los fachas para que tuvieran vidas «normales» hasta que reventaran hartos de su vida, de sus parejas, de celibato, cilicio, púlpito y golpes de pecho. 😈

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