Sobre la autora del asesinato del gobernador de Caquet

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AUCVayan por delante las condolencias por la muerte de Luis Francisco Cullar. Despus de su brutal asesinato todo el mundo se ha lanzado en tromba a acusar a las FARC, no en vano haba sido secuestrado en cuatro ocasiones anteriores por la guerrilla revolucionaria y es fcil pensarlo apriorsticamente. Sin embargo, cuando el consenso es tan unnime y un acto de esta naturaleza perjudica ms que beneficia a sus presuntos perpetradores, la experiencia nos pide ser cautos y dudar de juicios apresurados. Las FARC an no han reconocido ni desmentido el atentado, aunque es posible que en cuestin de horas algn comunicado llegue a la red y despeje algunas dudas. Sin embargo, la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), lugar donde las FARC suelen enviar sus comunicados, s que lo ha hecho pidiendo tambin prudencia. De igual modose ha pronunciado la senadora y mediadora Piedad Crdoba a travs de su colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz.

Mientras eso sucede, es de obligacin contextualizar el hecho para, al menos, poder barajar todos los condicionantes que rodean al caso y as disponer de una mayor cantidad de informacin de la que nos proporcionan la mayora de los medios al uso. Luego, slo cabe esperar las conclusiones de las investigaciones independientes que puedan iniciarse. Cuales son esas informaciones que habra que tener en cuenta para conocer un poco ms los entresijos del caso?. A continuacin esbozo algunas de ellas:

  • Luis Francisco Cullar haba sido secuestrado en cuatro ocasiones anteriores, en el que la familia haba pagado religiosamente su rescate. Si pretendan secuestrarlo de nuevo no tiene sentido que lo mataran a las primeras de cambio. Por qu acabar con su seguro negocio?
  • Se ha hablado de la participacin de 15 a 20 guerrilleros. En tal caso eran necesarios alrededor de 3 o 4 vehculos de transporte. No se entiende que porque una furgoneta se averiase, eligieran matar al gobernador al no poder transportarlo o al negarse a cambiar, como dicen ciertas informaciones uribistas.
  • Es cierto que el departamento de Caquet es una de las zonas donde la guerrilla tiene mayor presencia, pero no es menos cierto que muchas poblaciones del sur de la regin (Florencia, Morelia, Albania, Curillo, Valparaso y Solita) estn controladas por los paramilitares que manejan las plantaciones de coca. Es un hecho constatado que las AUC fueron introducidas principalmente por el sector de los ganaderos al que perteneca el gobernador asesinado.
  • Cullar no era un pobre civil cualquiera, estaba siendo procesado por su colaboracin con los narcoparamilitares y sus casos con la justicia no estaban cerrados. Curiosamente una de las acusaciones que enfrentaba era la aparicin en su casa de uniformes camuflados como los que dicen que usaron sus asesinos. Paradjico no?
  • El gobernador haba sido delatado en procesos judiciales donde arrepentidos de las AUC lo haban acusado de la financiacin y colaboracin con los paras. Algunas informaciones apuntan a que era vctima de chantajes de un sector de las Autodefensas. Y si dej de pagar y lo asesinaron? y si muchos otros parapolticos teman que pudiera delatarlos durante futuros juicios que pudiera enfrentar?
  • Informaciones de inteligencia policial y militar alertaban de que Cullar iba a ser objeto de un atentado. Por qu slo haba un polica de escolta en su casa aquella noche?
  • Uribe no para de anunciar que las FARC estn acabadas cmo pudieron ejecutar un plan tan arriesgado en una de las zonas ms militarizadas de Colombia?
  • El asesinato puede acabar con los canjes humanitarios a los que Uribe siempre se ha opuesto o se ha mostrado ms que incmodo. Al narcopresidente colombiano le haca falta fortalecer su opcin militar, la no negociacin, desprestigiar a las FARC, justificar la presencia gringa, etc., todo esto lo ha logrado con la desaparicin de Cullar.. quid prodest?

En fin, muchas contradicciones como para espetar la autora del asesinato a las FARC tan alegremente como se est haciendo desde el uribismo, EEUU y muchos de sus aliados de entre los gobiernos, los media y algunas ONG clientelistas. Slo cabe esperar y que nuevas informaciones salgan a la luz para esclarecer un caso que no est tan claro como quieren hacernos ver.