Vayan por delante mis respetos particulares a las víctimas de ETA y de todo tipo de terrorismos, incluido el de estado, pero lo de algunas asociaciones de víctimas es que no tienen nombre.
Alentados quizá por el programa de Calle 13, Cementerio TV que transmite imágenes nocturnas de los principales cementerios europeos, la Asociación de Víctimas del Terrorismo ha organizado una turné para grabar su propio programa político. Cual seres carroñeros, desde hoy mismo van a visitar los cementerios donde descansan en paz las víctimas de ETA para tratar de echarlos a la arena política y sacar réditos partidarios en el debate que ahora mantiene la sociedad de nuestro país en torno a la modificación de los estatutos de autonomía y la desaparición del terrorismo. 
No obstante, están encontrando bastantes dificultades para el montaje de su necrófilo viaje. Muchas de las familias de las víctimas no consideran apropiado este tipo de actos y, por ejemplo, no han podido iniciarlos en Ermua, ya que los parientes de Miguel Angel Blanco no lo han considerado apropiado. Y no ha sido el único. La deriva de esta asociación «apolítica» —sobre todo desde que Alcaraz asumió su presidencia— cada vez más situada el ámbito de la extrema derecha le está restando apoyos incluso entre las demás asociaciones de defensa de las víctimas.
Sólo es de esperar que la «Caravana del Olvido» permanezca en la más absoluta de las ignominias.
[…] Ya les vale. A esta panda de necrófilos, investigados por corrupción y despilfarro de los dineros públicos en numerosas ocasiones, a estos chantajistas acusados de nepotismo y de vivir a costa de las víctimas se les tienen que acabar de una vez los tiempos de los paños calientes. Desde el profundo respeto a la memoria de las víctimas de todos los terrorismos, esta organización política no merece ni siquiera —aplicando sus mismas recetas— formar parte del registro de asociaciones legales de nuestro país pero, sobre todo, recibir ni un sólo euro más de financiación de las arcas del estado. Esta vez han ido demasiado lejos, no se puede ser condescendiente con la estrategia de la violencia verbal desatada por una derecha que se salta todas reglas del juego y se sitúa al margen del propio estado de derecho que dicen defender. Y no valen las medias disculpas, los errores de transcripción o los inventos a posteriori de Alcaraz para enmendar un daño que ya está hecho. Aunque la calumnia viva un solo día, habrá cumplido su cometido, dice una máxima de la propaganda goebbeliana que parecen conocer y utilizar estos individuos de la AVT. […]