Después de lo de Durao Barroso, otra de ridículo internacional de la derecha patria. A los aliados del PP en la política antiterrorista se les ha ido la olla, alguien debería investigar qué es lo que fuman o si se han intoxicado con una sobredosis de incienso. Ahora los de la Asociación de Víctimas del Terrorismo se han atrevido a mandar una carta a las embajadas extranjeras situadas en nuestro país para que defiendan la expulsión de España de todos los organismos internacionales en donde está presente para castigar al gobierno por el recorte de libertades al que está sometiendo a nuestra sociedad, que vive —según estos pirados— en un permanente estado de excepción. En la misiva puede intuirse incluso que solicitan la intervención de la OTAN o de los cascos azules de la ONU porque el gobierno socialista es incapaz de garantizar el estado de derecho.
Ya les vale. A esta panda de necrófilos, investigados en numerosas ocasiones por corrupción y despilfarro de los dineros públicos, a estos chantajistas acusados de nepotismo y de vivir a costa de las víctimas se les tienen que acabar de una vez los tiempos de los paños calientes. Desde el profundo respeto a la memoria de las víctimas de todos los terrorismos, esta organización política no merece ni siquiera —aplicando sus mismas recetas— formar parte del registro de asociaciones legales de nuestro país pero, sobre todo, recibir ni un sólo euro más de financiación de las arcas del estado. Esta vez han ido demasiado lejos, no se puede ser condescendiente con la estrategia de la violencia verbal desatada por una derecha que se salta todas reglas del juego y se sitúa al margen del propio estado de derecho que dicen defender. Y no valen las medias disculpas, los errores de transcripción o los inventos a posteriori de Alcaraz para enmendar un daño que ya está hecho. Aunque la calumnia viva un solo día, habrá cumplido su cometido, dice una máxima de la propaganda goebbeliana que parecen conocer y utilizar estos individuos de la AVT.
Pero lo que creo que ya debe haber aprendido el gobierno es que asociaciones como la AVT no pueden marcar la estrategia antiterrorista. El objetivo primordial de la misma debe ser evitar que haya más víctimas, pero siempre mediante el uso de métodos que respeten los derechos humanos en el plano individual y los derechos democráticos de los pueblos en el colectivo. Algo con lo que parece que no comulgan en esta organización.
Llevo una semana desconectado del mundo y ahora, recién, acabo de enterarme de esta noticia. Me deja estupefacto la actitud de los representantes de esta asociación. No pensé que pudieran llegar tan lejos como lo han hecho. Es una muestra de carencia del sentido común y, por otra parte, muestran hasta que punto están manipulados por el PP. Siguen la estrategia del partido de la derecha, emplear cualquier herramienta por sucia que sea.
Cita:»A los aliados del PP en la política antiterrorista se les ha ido la olla, alguien debería investigar qué es lo que fuman o si se han intoxicado con una sobredosis de incienso.»
¿Tan sólo en la política antiterrorista? Te has quedado muy muy corto. Es en todo.