Al Qaeda que algo queda, pero menos

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Cada día que pasa se van abriendo paso algunas informaciones que, no sólo nunca antes habían sido admitidas públicamente por nuestros gobernantes, sino que han hecho uso de ellas con claros fines políticos, militares y sociales. Me refiero, obviamente, al cuento del hombre del saco del siglo XX y XXI: la amenaza terrorista de Al Qaeda. Obviamente no creo que se llegue nunca a un reconocimiento explícito del montaje mediático que ha conllevado la invasión de dos países estratégicos desde el punto de vista energético y el refuerzo del papel militar israelí en Oriente Medio, pero basta leer entre líneas para denotar un cierto cambio de posición entre la clase política usamericana, que muestra su hartazgo por las repercusiones internas de la guerra antiterrorista emprendida por Bush y los suyos.

En este marco se pueden encuadrar los dos mazazos recibidos por la Patriot Act en los últimos días. Esa ley, que Michael Moore demostró que fue aprobada sin siquiera leerla por los senadores estadounidenses, sólo ha quedado prorrogada en el Congreso por un mes a pesar de que los senadores le dieron una vida de seis meses en contra de los deseos de Bush que pedía hasta 4 años de cuasi estado de excepción permanente.

La aireación de la noticia de que miles de ciudadanos norteamericanos estaban siendo espiados sin control judicial y que grupos grupos ecologistas, pacifistas y de defensa de los derechos humanos habían sido objeto de este tipo de prácticas seguro que ha tenido que ver con la decisión. No en vano colectivos de defensa de los derechos civiles denunciaron desde su aprobación que posibilitaba la conculcación de las libertades dentro y fuera de su país.

Pero todo esto no habría sido posible sin que los congresistas y la opinión pública de los EEUU dejara de percibir al terrorismo como un peligro inminente, de lo contrario no lo habrían permitido. Parece que la política de continuas alertas de atentado en las principales urbes norteamericanas no ha surtido el efecto deseado, sino todo lo contrario.

Y en medio de esta situación, Rumsfeld declara que Bin Laden no está ya al mando de Al Qaeda. Otro icono que se nos cae. Ya publiqué en los Bits que hacía tiempo que cotizaba a la baja, que su imagen estaba siendo sustituida progresivamente por la de Zarqaui, no en vano la agenda en Afganistán estaba ya completada y no así la iraquí, que se les sigue complicando por momentos. En su día nos trataron de colar la trola de que este hombre dirigía la red terrorista más poderosa del mundo desde una red de cuevas hipertecnificadas con tecnologías de armamento y comunicaciones de última generación. Cuando nos mostraron los campos de entrenamiento donde sólo había cuatro palos y una chabola, fueron el hazmerreir de medio mundo. Por eso quizá ni si quiera nos enseñaron Tora Bora, su cuartel general.

Bin Laden no está al mando de nada, en todo caso sirve a los Estados Unidos, como siempre hizo, como Zarqaui, Atta y tantos otros. La hipótesis del autoatentado de las Torres Gemelas va cobrando fuerza en medio mundo. En Axis For Peace parecen ser de esa opinión, tal y como recoge Red Voltaire haciéndose eco de periodistas norteamericanos o de gentes tan poco sospechosas como el ex vicefiscal general de Pensilvania:

…es imposible comprender la política actual de Estados Unidos si se subestima el alcance real del 11 de septiembre. Los atentados cometidos en esa fecha constituyeron un golpe de Estado. La guerra contra el terrorismo está basada en un mito y se ha convertido en una religión de Estado obligatoria a partir de esos acontecimientos. La única manera de luchar contra los neoconservadores es destruir ese mito.

Poco a poco se irán conociendo más detalles de lo sucedido en el 11S y del rol de Al Qaeda dentro de la trama. Mientras habrá que seguir con el ojo avizor, no lo van a poner fácil. Fue el propio Rumsfeld el que dijo que

«podría haber circunstancias en las cuales será necesario no ofrecer la verdad»

a los medios de información, cometido principal de la Oficina de Influencia Estratégica (SIO) desde su creación después del 11S para crear estados de opinión mundial favorables a las políticas intervencionistas de los EEUU.

6 Comentarios

  1. Mezque, hace tiempo que de la pérfida no se puede esperar nada bueno. Siempre dije que era un portaaviones de la VI Flota amarrado frente a las costas europeas para frenar cualquier intento de hacerle sombra al poder omnímodo de los EEUU.

    En cuanto al nuevo líder tory, apenas si tengo elementos de juicio, pero parece que quiere arrebatarle el espacio del centro derecha al Tony Blair ¿no? 😉

  2. Me parecen repugnante lo del autoatentado del 11S. Que te pareceria si se dijera lo mismo del 11M?

  3. A mi también me parece repugnante, qué quieres que te diga. En los bits hay bastante información y enlaces sobre el tema por si te interesa indagar

    Y eso es lo que dice la derecha sobre el 11M, mis opiniones al respecto puedes leerla en estas páginas 😆

  4. Si las dos cosas te parecen repugnantes, por que dices que «La hipótesis del autoatentado de las Torres Gemelas va cobrando fuerza en medio mundo.»
    No es eso darle fuerza a esa hipotesis? Sinceramente, me parece una argucia propagandistica: «yo no digo que es cierto, pero digo que cada vez mas gente piensa que lo es».

  5. no me has entendido, el que sea repugnante no significa que no sea cierto….

    pero repito, en el campo de búsquedas puedes poner 11S y hablamos ya conociendo la posición y las argumentaciones de manera clara, sin equívocos

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