EEUU impone de facto un bloqueo a Venezuela

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Eso es al menos lo que se desprende de la decisión adoptada por el gobierno de EEUU de prohibir la venta a Venezuela de 12 aviones militares de fabricación española. Las aeronaves construidos por la empresa CASA al parecer incorporan cierta tecnología americana y ese el argumento que utilizan para tratar de frenar la operación comercial, además de que afirman que su materialización desestabilizaría a toda la región. Afortunadamente el mundo ya está acostumbrado a los desvaríos discursivos de los neocons y, afortunadamente también, la tecnología norteamericana ya no es absolutamente imprescindible para casi nada. Así que, finalmente, muy pocos creerán las mentiras del Pentágono y el equipamiento de las aeronaves podrá completarse íntegramente con materiales desarrollados en Europa.

Sin embargo, el episodio no deja de tener cierta relevancia diplomática y su significación en el contexto de las relaciones internacionales. De una parte, Estados Unidos sigue apretando el cerco sobre los países que considera pertenecientes al eje del mal (Siria, Irán, Venezuela, Cuba…) tratando de evitar que se doten de armamento aunque sea de carácter defensivo. Pero, por otro lado, todo esto refleja la existencia de dos luchas soterradas: entre la Europa que aspira a ser independiente y lo más fundamentalista del imperio gringo y entre esta misma Europa y la Europa atlantista, la sumisa, la que no tiene pretensiones de jugar un rol importante en el mundo.

Providencialmente, el hartazgo de los españoles de un presidente títere de Bush y las consecuencias que su política acarreó para nuestro país supuso el apeo de los populares del poder y la entrada de nuestro país en una nueva era de relaciones internacionales. Lógicamente, ya no estamos sentados con los poderosos, ni nuestro presidente pone sus piernas sobre la mesa del salón del rancho de Bush pronunciando gilipolleces en spanglish. Pero es justo ahora cuando nuestro país comienza a tener relevancia en el contexto diplomático. Ser el comparsa del matón del barrio te permite ver de cerca cómo este machaca a los pobre e indefensos y darle palmaditas complacientes en la espalda, pero poco más. Hoy nuestro país puede presumir de que es alguien. La decisión de mantener la venta de los aviones (y patrulleras) contra viento y marea honra al gobierno y enseña el camino a seguir a muchas naciones que no tienen el valor suficiente para zafarse del yugo del imperio. Y es también una piedra de toque para que la población europea conozca cuáles de sus líderes trabajan por una UE relevante y cuáles de ellos pretenden abortar los proyectos de integración política, monetaria, comercial, tecnológica e incluso militar para supeditarlos todos a los caprichos o necesidades de los EEUU.

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