Durante la misma semana en que los menguantes líderes de la guerra anglosajones han realizado el duro ejercicio del reconocimiento de los errores en la guerra de Irak, otro escándalo de mayor magnitud puede sacudir a la opinión publica iraquí, a la árabe y la de todo el mundo —por este orden— para cubrir de mayor gloria a los cruzados conjurados para expandir la democracia y la justicia en el mundo.
La responsabilidad de los invasores sobre la creación de los escuadrones de la muerte iraquíes que atizan la soterrada guerra civil que acabará rompiendo a Irak en tres débiles países diferentes más manejables, ha sido denunciada en muchas ocasiones y responde a una larga tradición venida, nunca mejor dicho, de la Escuela de las Américas. Sin embargo, esta vez han ido bastante más lejos. Según se desprende de una investigación penal realizada en territorio usamericano, una docena de marines son responsables de la muerte a sangre fría de 24 civiles desarmados, entre ellos mujeres y niños.
Los hechos acacieron en la localidad de Hadita a finales del año pasado. En principio el ejército informó de que tras una bomba improvisada se sucedió un tiroteo que tuvo 15 víctimas. Pero luego se supo que en realidad habían sido al menos 24 y que no había mediado ningún motivo que justificara la matanza. En realidad se trató de la venganza premeditada tras la muerte de un soldado en una carretera y los intentos posteriores e infructuosos de falsificar lo sucedido. En menos de un mes se harán públicos los resultados de las investigaciones, pero se prevé un aluvión de consejos de guerra y una respuesta violenta en Irak, ya que se trata de unos sucesos mucho más graves que los de Abu Ghraib por los que ahora acaban de entonar el mea culpa Bush y Blair.
Un hecho similar en su naturaleza, un asesinato sin mediar acciones de combate, ocurrido en Hamadiya se investiga también en estos momentos. En unos meses seguramente reconocerán que este ha sido el mayor error de la guerra de Irak, pero no por sí mismos, sino porque se han hecho públicos. La tortura es un hecho practicado por los Estados Unidos que cuenta con la aprobación y justificación de sus actuales líderes y denunciado recientemente por la propia ONU.
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Yo fui, com mi digna esposa, a la manifestacion contra la guerra de Iraq, pero no se me oculta que en una guerra no hay otra regla que la necesidad de ganar. Un militar frances, el Coronel Trinquier, jefe de uno de los batallones de paracaidistas que «pacifico» la sublevacion de Argel con metodos poco ordodoxos, por decir lo menos, escribio en su libro «La Guerre Moderne» (cito de memoria) que el no critica que los terroristas pongan bombas y maten a gente inocente, pues tambien los gobiernos legales bombardean ciudades y matan civiles a miles, pero la contrapartida a un ataque sin reglas es una defensa sin reglas, asi debe aceptarse y asi se acepta.
Asi que cuando leo estas criticas a las barbaridades del ejercito de los USA, igual que cuando leo otras parecidas referidas a los terroristas, no puede dejar que pensar que estamos todos haciendo el indio, porque los profesionales, los de ambos lados, lo tienen muy claro.
Bueno Otro, hay una diferencia, de unos terroristas sólo puedes esperar que se comporten como tales, pero de un gobierno supuestamente democrático debes esperar que cumpla con las reglas de juego democráticas. De lo contrario se equiparan a los terroristas y pierden toda autoridad moral para hablar de libertad, democracia, justicia o paz y menos aún de tratar de imponerlas a otros países.
De eso se trata, de seguir denunciando la violencia e intentar destapar la verdadera cara de la guerra, esa que apenas si sale en los telediarios pero que es la que ven los que la sufren. Después de empatizar con el pueblo masacrado ¿a alguien le puede extrañar cualquier tipo de reacción por muy inhumana y brutal que sea? Las noticias sacan a diario la riada de muertos en atentados, coches bomba y escuadrones de la muerte en Irak, pero con la frialdad y la falta de análisis de los 15 minutillos de los informativos. Esa es la misión de la contrainformación y eso es lo que trato de hacer con mayor o menor fortuna. A veces es tan fácil como contextualizar, otras veces tienes que interpretar, analizar, documentar, etc.
También hay otra diferencia en los países occidentales puedes decir y contar estos abusos sin miedo a que te maten o encarcelen.
Ojo con esto no quiero decir que este a favor de estos asesinatos en Irak o en cualquier otro lugar.