La OTAN y al Qaeda derrocan a Gadafi

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saif al islam

Contraviniendo la resolución de la ONU redactada supuestamente para proteger a los civiles de unos ataques que nunca existieron como quedó demostrado por numerosas investigaciones llevadas a cabo por organismos oficiales y por ONGs independientes, la OTAN ha acabado por derrocar al gobierno libio. El organismo militar puede enorgullecerse de provocar bastantes matanzas de civiles y de dejar morir en el mar a cientos refugiados. Abiertamente la prensa cortesana reconoce que, sin las extralimitaciones de occidente en el mandato del Consejo de Seguridad ello nunca hubiera sido posible. Nada menos que 7.500 misiones de ataque aéreo parecen haber bastado para debilitar a las fuerzas regulares libias hasta el punto de que bandas de salafistas mal pertrechados comandados por responsables de al Qaeda y por antiguos colaboradores del gobierno que se aliaron con los agresores de occidente han entrado en Trípoli casi sin encontrar resistencia.

Era cuestión de tiempo, tras reconocer el grave daño a la recuperación económica de occidente que estaba causando la retirada de la escena del petróleo libio, estaba claro que se iniciaría una escalada bélica de mayor nivel en la que los drones norteamericanos han jugado un papel crucial junto con tropas enviadas sobre el terreno para señalar objetivos y armar, adiestrar y dirigir a los «rebeldes». Las armas francesas y británicas y el dinero de las petromonarquías hicieron el resto. Negar a estas alturas que ha existido una coordinación entre los mercenarios libios y la dirección de la OTAN y no simples coincidencias estratégicas es, al margen de una declaración diplomática obligada, algo que nadie en su sano juicio podría creer. Sobre todo teniendo en cuenta que las fuerzas occidentales estaban sobre el terreno incluso antes del comienzo de las hostilidades.

La batalla de Trípoli aún no ha concluido, parece que una brigada de tanques comandada por un hijo de Gadafi, Saif Al Islam, aún presenta cierta resistencia, pero es improbable que consiga poco más que alargar la agonía del gobierno libio a pesar que afirma que todo ha sido una trampa en la que han caído los sublevados.

Lo que aún resta por ver es cómo se organiza la sucesión y, sobre todo, cómo se privatiza el petróleo para ponerlo en manos de las multinacionales de los países que están participando en la guerra en una especie de reedición de los repartos del botín de los piratas de tiempos pretéritos. Justo lo mismo que sucedió recientemente en Irak, se hizo coincidir el fin de la invasión a gran escala justo cuando se subastaron los campos de petróleo a manos de las multinacionales extranjeras. Sin embargo, ahora algunos portavoces de la OTAN hablan de un «éxito catastrófico», ya que desconfían de las capacidades de sus pupilos para dirigir el país.

Es previsible que ahora las fuerzas imperiales, con la sanos más libres —y llenas de sangre inocente— se dediquen con más saña a acabar con Siria y, finalmente, con Irán. Los medios de comunicación, al igual que ahora, serán los aliados indispensables para poder hacer su tenebroso trabajo sin apenas oposición pública. Como están pidiendo desde algunos foros, agencias informativas emporios de comunicación deberían ser procesados por crímenes contra la Humanidad.

9 Comentarios

  1. SOS – Libia. Plan de la SSotan (divulgadlo). Primero, silenciar a cualquier precio la prensa libre que se halle en Trípoli. Segundo, montar una gran producción cinematográfica en la cual los Rebeldes tomarán Trípoli y controlarán toda Libia. Tercero, a través de la televisión, la prensa y los políticos, lograr que los ciudadanos de Europa y Norteamérica (al menos) se ¡traguen la película!. Cuarto, convencerlos (será muy fácil) de que la SSotan deberá entonces desembarcar en Libia para evitar que los vencedores (los Rebeldes) tomen represalias con los vencidos (Gaddafistas). Quinto, con la prensa libre ahogada en el silencio, los SSotanitos durante esta nueva misión humanitaria conquistarán, de camino y realmente, la ciudad de Trípoli y el resto de la Libia socialista. Y al final nadie se habría enterado de la verdad y los SSotanitos podrán distribuirse sin mayores difucultades el tan codiciado petróleo… En:

    http://aims.selfip.org/spanish_revolution.htm

  2. EEUU y Europa se reparten el petróleo de Libia

    18:11h. del Martes, 23 de agosto
    La de Libia ha sido una nueva intervención militar por petróleo. Los interesados apenas han tardado en hacerlo público cuando aún no ha caído Gadafi ni los «rebeldes» controlan del todo la situación.

    Unos «rebeldes» que apuestan por la reinstauración de la monarquía y abrazan el islamismo como sustituto del régimen implantado por Gadafi, y que cuentan con la bendición de Europa, EEUU y la OTAN.».

    Antes de la guerra, el país norteafricano extraía 1,6 millones de barriles de petróleo diarios, el 2% de la producción mundial, el tercer mayor volumen de África tras Nigeria y Angola. Hoy apenas produce 50.000 barriles, por lo que será necesario mucho tiempo para volver a la normalidad.

    Aunque la sublevación redujo a menos de una cuarta parte su actividad, esta nunca paró y Qatar vendió el crudo en nombre de los rebeldes mientras el régimen de Gadafi se embolsaba con las refinerías que controlaba otros cientos de millones de euros.

    Numerosas petroleras europeas tienen intereses en Libia. Repsol extraía antes del conflicto cerca de un 4% de su producción en el país norteafricano, donde contaba con aproximadamente una veintena de trabajadores. No obstante, también destacan la italiana Eni, con una exposición del 14% de su producción en Libia, seguida por la austriaca OMV (9% de su producción), la francesa Total (3%) y la noruega Statoil (0,2%).

    Una vez depuesto el líder libio, desaparecido tras cuatro décadas en el poder, los rebeldes analizarán los apoyos recibidos durante la guerra civil. «No tenemos problemas con empresas de países occidentales como las italianas, francesas o británicas, pero tenemos que tratar unos asuntos políticos con Rusia, China y Brasil», advierte Abdeljalil Mayouf.

  3. lunes 22 de agosto de 2011

    EEUU quería a Gadafi derrocado antes de la votación del Estado Palestino en septiembre

    Precisamente como se pronosticó el mes pasado, las fuerzas de la OTAN y sus rebeldes respaldados por Al-Qaeda han lanzado un asalto masivo en Trípoli con el fin de terminar el saqueo y la conquista de Libia antes de que comiencen las conversaciones cruciales en la ONU sobre el Estado palestino que comenzarán en menos de dos semanas.

    El 8 de julio en un artículo titulado, «EEUU quiere a Gadafi derrocado en septiembre», se informó de que «Estados Unidos y Francia han establecido el 2 de septiembre como la fecha límite para derrocar a Gadafi, con las potencias de la OTAN dispuestas a infligir un duro golpe si Gadafi se negaba a renunciar pacíficamente».

    Tal golpe aplastante se encuentra ahora en plena vigencia, mientras los informes que circulan hablan de más de mil muertos y miles más de heridos durante las batallas de este fin de semana, dirigidas por la OTAN, y sus barcos de guerra y aviones de combate como parte de la «Operación Sirena del Amanecer», que llevó a la captura de los hijos de Gadafi cuando Gadafi se informó que pasó a la clandestinidad.

    Aviones de combate de la RAF fueron desplegados para atacar objetivos clave del régimen, mientras que los medios de comunicación presentaban el asalto entero como un levantamiento orgánico del pueblo libio, sin parar de reproducir imágenes de multitudes celebrando la victoria.

    En otro informe publicado el 15 de julio, que declaraba que las potencias de la OTAN y el ejército rebelde lanzarían un bombardeo final sobre Trípoli, dentro de 6-8 semanas si Gadafi se negaba a dimitir, que es exactamente lo que se desarrolló menos de 6 semanas después.

    Barack Obama y David Cameron están ahora ocupados aderezando el espectáculo con palabras duras como si hubieran llevado a cabo el asalto personalmente. En realidad, la conquista de Libia representa poco más que otro acto de pillaje colonial en nombre de la máquinaria de guerra de la OTAN, con Siria como próximo objetivo en su punto de mira.

    La guerra se inició, con el apoyo jubiloso de los medios corporativos occidentales, en el engaño de que el gobierno de Gadafi sacrifica «manifestantes» en masa. En realidad, estos «manifestantes» se apoderaron de tanques de guerra y aviones de combate. Durante semanas, la prensa re-bautizó lo que es una guerra civil como una serie brutal de crímenes contra la humanidad por el régimen de Gadafi, tiempo suficiente para que las Naciones Unidas arobaran una «zona de exclusión aérea», resolución que al instante se convirtió en un bombardeo de la OTAN masivo durante la noche.

    Los bancos centrales podrán ahora aprovecharse de la riqueza de la nación mas rica en petróleo de Africa y al mismo tiempo repartirse alrededor de 144 toneladas de oro – lo que podría de alguna manera servir para pagar a Hugo Chávez tras su anuncio de que Venezuela nacionalizará su industria de metales preciosos. A menos, por supuesto, que Chávez se convierta en la próxima cabeza para la guillotina de otra «intervención humanitaria».

    El ataque a Libia, encabezado por Obama sin la aprobación del Congreso, contra el consejo de sus abogados constitucionales, y con la promesa de que el conflicto iba a durar «días, no semanas», fue un ejemplo descarado de cómo la llamada «guerra contra el terrorismo» era una broma cruel.

    Desde el principio, y en violación de su propia resolución, las potencias armadas de la OTAN, financiaron y entrenaron a miembros de Al-Qaeda que habían matado a tropas de EEUU, y fueron investidos mandos de los rebeldes en la marcha hacia Trípoli. A medida que el diario Wall Street Journal en un artículo titulado, «Ex-Mujahedeen ayuda a dirigir a los rebeldes libios», terroristas de Al Qaeda que trabajaban directamente para Bin Laden se encargaron de reclutar, entrenar y actuar en el frente como comandantes del ejército rebelde.

    Todo el espectro de la guerra estaba a punto para capturar a Libia como otra plataforma de lanzamiento para la construcción del imperio en Oriente Medio y África del Norte, por lo que los neoconservadores del PNAC ordenaron al «Nóbel de la Paz» Obama de hacerlo él en primer lugar. La conquista iba de como proteger los recursos petrolíferos más ricos de toda África, era sobre el robo de seis mil millones de dólares en reservas de oro, y se trata de poner un alto a los esfuerzos de China para volver a colonizar África.

    Aunque Gadafi era obviamente un dictador autocrático, hizo reinvertir la mayor parte de la riqueza petrolera de Libia en el país, convirtiéndolo en uno de los países más desarrollados en toda la región, y es por eso que muchas de las clases medias en las principales ciudades mantenían su apoyo al líder libio.

    Todo lo cual va a cambiar ahora que las fuerzas de la OTAN y los bancos centrales que están detrás de ellos finalmente tendrán la oportunidad de saquear Libia correctamente en todo lo que tiene. Los niveles de vida caerán en picado, corruptos hombres fuertes tomarán el control con la bendición de los globalistas y conducirán el país a la ruína por su propio bien, siempre y cuando las bases de la OTAN y EEUU y sus fuerza aéreas se construyan a lo largo del país.

    A excepción de algún contra-ataque de última hora de las fuerzas de Gadafi, la maquinaria de guerra globalista ahora puede centrarse en derrocar a su próxima ficha de dominó en el camino a la dominación del mundo. Tenga la seguridad, se trate de Siria, Irán, Pakistán o cualquier otro lugar, se inventará un engaño adecuado como pretexto para la invasión y los medios del establishment occidental crearán al pie de la letra el relato perfecto para un sangriento asalto disfrazado de misión humanitaria.

    Fuente
    http://www.laproximaguerra.com/2011/08/eeuu-queria-gadafi-derrocado-antes-de.html#axzz1VtiYjhYO
    http://www.infowars.com/nato-loots-libyan-gold-as-tripoli-falls/

  4. El petroleo, la reconstrucción, la sede de la OTAN en Africa, los dineros de todos los libios (el que estaba fuera ya lo arramplaron)…Energía, liquidez y campo base.

    De todos modos, el pescado no se ha acabado de vender, todavía. Los atacantes, son, en su gran mayoría, extranjeros en Libia y desconocen. Eso es un handicap para los europeos, para los qataries y para los jordanos. De hecho, esta noche han capturado, en Trípoli, a un equipo de las SAS britancas (Dicen que son ex y que trabajan para agencias privadas) con todo su equipamento. Además están contando por cientos los cadaveres de extranjeros, los que se están amontonando en los hospitales.

  5. Fuerzas especiales europeas y árabes colaboran en el terreno con los rebeldes

    Miembros de las fuerzas especiales británicas, francesas, jordanas y qataríes están colaborando con los combatientes rebeldes en Trípoli y otras ciudades mientras la OTAN facilita información de inteligencia.

    25/08/2011 12:12:00

    TRÍPOLI-. La implicación de tropas de combate extranjeras sobre el terreno ha sido confirmada por un alto mando de la OTAN citado por la cadena de televisión estadounidense CNN.

    Esta fuente ha declarado que las fuerzas británicas, en particular, han apoyado a los sublevados «ayudándoles a organizarse mejor para llevar a cabo sus operaciones».

    La fuente, que no quiso ser identificada, afirmó que algunos de los efectivos extranjeros presentes en Libia han viajado con unidades rebeldes desde distintas ciudades del país mientras éstas avanzaban hacia la capital y que, en general, han ayudado a los sublevados a «mejorar sus tácticas».

    Asimismo, estas fuerzas especiales han proporcionado información sobre posibles objetivos a los aviones de guerra de la OTAN que estaban realizando ataques y misiones de reconocimiento en Trípoli y han asistido a los rebeldes en lo referente a las comunicaciones durante el asalto a la capital, ha añadido.

    Según este responsable, las fuerzas qataríes y francesas también han dado armamento a los enemigos de Gadafi.
    El ministro de Defensa de Reino Unido, Liam Fox, ha afirmado por su parte que la OTAN está proporcionando datos de inteligencia y de misiones de reconocimiento a los rebeldes libios que pretenden capturar al dirigente Muamar al Gadafi y a sus hijos.
    Otras fuentes de la OTAN citadas por la cadena Sky News han negado insistentemente que la alianza esté implicada en las operaciones de tierra, en la coordinación de los rebeldes y en la búsqueda de Gadafi. Todo ello implica una flagrante violación del mandato emitido por la ONU para el ciere del espacio aéreo y la protección de la población civil.

    Muertos amontonados
    Un doctor británico destinado a Trípoli ha afirmado a la cadena BBC que las víctimas que están llegando a los hospitales de la ciudad «son incontables» y que los fallecidos «están siendo amontonados por cualquier parte».

    Ha señalado que los cuerpos de los rebeldes que fallecieron en los combates para tomar el complejo residencial de Bab al Aziziya «están siendo amontonados». «Justo delante de mí (…) hay un gran camión que ha girado y lleva unos 20 cadáveres», ha dicho.

    «Los cadáveres son dejados en cualquier parte, hay sangre por todos lados. Huele como si hubieran estado ahí tirados desde hace al menos uno o dos días», ha agregado.

  6.  GARA > Idatzia > Eguneko gaiak
    REBELIÓN EN LIBIA / LA BATALLA DE TRÍPOLI
    La OTAN lidera, también por tierra, la «ofensiva final» contra Gadafi
    Fuerzas especiales europeas están presentes en suelo libio y su concurso está siendo clave en la batalla de Trípoli. Las británicas SAS y los comandos de operaciones especiales (COS) franceses, conocidos por sus actividades de injerencia en muchos países africanos, han recibido el encargo de concentrarse en la caza de Gadafi, mientras en el frente oriental asesoran a los rebeldes en su intento de sitiar la ciudad de Sirte, uno de los bastiones que mantiene el régimen libio.

    GARA | TRÍPOLI
    Los rebeldes intentaban acabar con los focos de resistencia del régimen en Trípoli, presente en varios barrios, y seguían a la caza de Muamar al-Gadafi, mientras trataban de ultimar el asalto sobre Sirte, bastión del régimen a medio camino entre Misrata y Bengasi, capital de la rebelión.
    Contaban para todo ello no sólo con el apoyo de los bombardeos de la OTAN sino de tropas especiales sobre el terreno.
    El ministro de Defensa británico, Liam Fox, confirmó que la OTAN está suministrando recursos de inteligencia y equipos de búsqueda, concretamente «aviones y materiales aéreos» en la caza del coronel Gadafi y de otros miembros del régimen. Preguntado por la presencia de comandos especiales de las SAS, filtrada por «Daily Telegraph», el ministro se limitó a señalar que «por el momento, no podemos hacer ningún comentario sobre las fuerzas especiales». Londres mantiene siempre en secreto los operativos de las SAS.
    El diario británico asegura que, «por primera vez, fuentes del Ministerio de Defensa han confirmado que fuerzas especiales llevan desplegadas en Libia desde hace semanas y han jugado un papel crucial en la batalla de Trípoli». Habrían recibido ahora la orden de concentrarse en la búsqueda del líder libio.
    Un corresponsal de AFP constató la presencia, desde hace semanas, de agentes franceses y británicos en una refinería en Zuwaytinah, en el cuartel general de los rebeldes en el frente oriental. Situado 150 kilómetros al suroeste de Bengasi, Hervé Bar apuntaba a la posibilidad de que los franceses sean miembros del Comando de Operaciones Especiales (COS).
    A finales de abril, Gran Bretaña, Estado francés, Italia y EEUU reconocieron haber enviado asesores militares a Libia, lo que contravino abiertamente el mandato de la resolución 1973 de la ONU, que autorizaba a cerrar el espacio aéreo y a, genéricamente, «proteger a los civiles de los bombardeos» de los que se acusaba al régimen. En una nueva violación del mandato, París reconoció en mayo que estaba suministrando desde el aire armas a los rebeldes amazighs (bereberes) de las monta- ñas Nafussa, en el frente noroccidental libio.
    Ayer mismo se supo que una empresa de armamento canadiense, Zariba, suministró a los rebeldes sitiados en la ciudad de Misrata un pequeño drone (avión no tripulado) para espiar y localizar a las tropas del régimen. Este tipo de aparatos permite a un Ejército no tener que arriesgarse en desplazamientos para avistar al enemigo.
    Oficialmente, el Gobierno galo niega la presencia de tropas en suelo libio. También lo hace Qatar, aunque se ha constatado la presencia de soldados de esa satrapía de la Península Arábiga, así como la de jordanos.
    La presencia de tropas extranjeras tanto en Trípoli como en otros frentes de guerra -negada oficial y lógicamente ayer desde Bruselas por los portavoces oficiales aliados-, es un síntoma no ya de la conocida debilidad o incapacidad militar de los rebeldes sino de la urgencia de las potencias occidentales ante la perspectiva de un empantanamiento de la situación.
    Sólo ello explica que, como el propio ministro de Defensa señaló, «la OTAN estuvo anoche (por la noche del miércoles) más activa de lo que lo ha estado en los últimos días».
    Fox contrapuso a la «euforia» de los últimos días la necesidad de «mantener cierto sentido de la perspectiva». Tras no ocultar su sorpresa por que el régimen no haya opuesto «una férrea resistencia», advirtió de que «mantiene un nivel considerable de pericia militar, aún posee reservas de armas y tiene capacidad de mando y control». «Es probable que haya días frustrantes antes de que el pueblo libio se libere completamente del legado de Gadafi», auguró.
    «El juego no ha terminado»
    El jefe del Comité Militar de la OTAN, almirante Giampaolo de Paola, coincidió al advertir de que «el juego no ha terminado» y aprovechó para insistir en la tesis oficial de que no tienen previsto enviar tropas sobre el terreno, aunque apostilló que cualquier futuro papel de la OTAN tendrá que ser bajo petición». Todo un eufemismo, atendiendo a los acontecimientos en estos meses de campaña.
    Que todo no ha terminado era evidente, incluso en Trípoli. Los rebeldes anunciaron una ofensiva «decisiva» contra el barrio de Abu Salim, uno de los bastiones del régimen. «Tenemos información precisa sobre dónde se encuentran los restos del régimen y dónde tienen las armas», explicó el portavoz de la Brigada de los Mártires de Trípoli, Anis Sharif. Para ello contaban con los continuos refuerzos que llegaban desde las localidades del noroeste como Yefren, Nalut y al-Zawiyah, en el noroeste.
    Los rebeldes limitaron a grupos de francotiradores la presencia de gadafistas en el vecino barrio de Hatba Charkia. La brigada de Misrata era la encargada de este último frente. «Vamos a tirar sobre las fachadas granadas perforantes para que queden expuestos», anunció Osam Mohamed al-Ahrar, quien participó en los combates urbanos en la ciudad, situada a 200 kilómetros al este.
    Con todo, los rebeldes auguraban una dura batalla. Isa Ali, que encabezaba a un grupo de milicianos, reconocía que la situación en el sur de la ciudad «es mala» y matizaba los discursos triunfalistas, asegurando que controlan sólo el 80% de la capital. Algunos aludían a que «las tropas gadafistas han armado a los civiles para resistir», otros a la descoordinación rebelde, una de sus constantes en esta guerra, y otros a su extenuación en el sexto día de combates.
    Confusión y caos
    Muchas seguían siendo las muestras de lo confuso e incluso caótico de la situación. Un centenar de presos de una cárcel del sureste de Trípoli murió en el fuego cruzado entre los rebeldes, que pretendían liberarla, y tropas del régimen. La residencia del embajador de Venezuela en Trípoli fue saqueada e incendiada la víspera por un grupo de milicianos rebeldes ante el silencio de todas las cancillerías occidentales, tan celosas de su integridad cuando sus legaciones son atacadas, como ocurrió recientemente en Siria.
    Otro grupo, identificado como perteneciente a la facción yihadista de los shebab en el seno de la rebelión, atacó a tiros el hotel Corintia, situado en el centro de la capital y que alberga a buena parte de los periodistas extranjeros. Algunas fuentes situaban en dicho hotel a Saadi Gadafi, uno de los hijos del coronel y conocido por su paso por el fútbol profesional.
    Portavoces rebeldes ubicaban por su parte a Saif al-Islam Gadafi, señalado como sucesor del coronel, en la zona de Siahiya, al oeste de la capital, donde tendría seguidores. Respecto a Hamis, que lidera las brigadas de combate del régimen, los rumores lo colocaban al frente de la resistencia en Trípoli.
    De su padre, ni rumores.
    En el frente oriental, los rebeldes seguían parados en Ben Yawad, 140 kilómetros al este de su segundo objetivo prioritario, la ciudad gadafista de Sirte.
    Dos incursiones en la primera localidad se saldaron en los últimos días con la muerte de los comandos de avanzadilla. «La población local nos ha engañado dos veces. Hemos aprendido la lección», señaló uno de los comandantes rebeldes.
    Valle Rojo y región de Fezzan
    El régimen habría situado varias líneas defensivas en el Valle Rojo, situado al este de Sirte. «Parece que no tienen intención de rendirse. Es como si protegieran a algo o a alguien», señaló el comandante del frente oriental, Fawzi Bukatif. «¿Al coronel Gadafi, a alguno de sus hijos? Puede ser…», añadió.
    Tampoco el frente noroccidental parecía seguro. Tropas de Gadafi rodeaban y bombardeaban Zwuara, en la carretera que lleva a la frontera tunecina, todavía bajo control del régimen.
    Todo ello sin olvidar que el régimen sigue teniendo bajo control la región suroccidental de Fezzan, un nudo estratégico con fuerte presencia tuareg que permite la comunicación con Níger, Chad y Argelia, vital para garantizar el suministro de combustible a los restos del régimen.

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