Al Qaeda —de nuevo— al servicio de los EEUU

Resulta cuando menos curioso cómo se mueven las cartas en el gran juego de la geopolítica. De todos es conocido cómo EEUU utiliza a Al Qaeda en beneficio propio, creando un enemigo con el que justificar sus nuevas conquistas imperiales, el recorte de libertades doméstico y el desprecio a las normas internacionales que tratan de regir este maltrecho planeta. Tanto es así que no somos pocos los que pensamos que el supuesto grupo terrorista no es más que una prolongación de los servicios secretos imperiales, un brazo armado de sus clásicas operaciones encubiertas. Sin el 11S EEUU no tendría hoy el petróleo iraquí ni acceso a los hidrocarburos del Caspio, probablemente en manos de China y Rusia. Sin embargo, gentes más sensatas y probablemente mejor informadas sólo hablan de una convergencia de intereses entre los fundamentalistas cristocons que gobiernan Usamérica y los yohadistas islámicos. Sea como fuere, existan vínculos orgánicos o no entre ambos, no puede ocultarse su relación. Prácticamente todos los líderes de la yihad mundial han trabajado para Estados Unidos, ya sea en guerras contra Rusia en Afganistán y Chechenia, en la ex Yugoslavia o en Oriente Medio, prácticamente toda la tribu de malos malosos ha sido financiada, adiestrada y puesta a su servicio en los últimos años. Ya sea directamente o a través de servicios secretos interpuestos como los pakistaníes, es un hecho incontestable.

Pero es que, conforme pasa el tiempo, los niveles de confluencia entre el terrorismo yihadista y el terrorismo de estado imperial está llegando a niveles tan extremos que esas supuestas relaciones pueden atravesar las barreras de los media oficiales (esos que siempre se dejan mentir) y salir a la luz pública. Dos casos de esta última semana avalan lo que digo. De un lado el atentado que el grupo terrorista Yondollah perpetró en Zahedán contra un convoy de Guardianes de la Revolución, el cuerpo de elite de la república islámica. Los Yondollah están supuestamente vinculados a Al Qaeda, y digo supuestamente porque a falta de una lista oficial, todo lo relacionado con la internacional terrorista es cuestión de fe. Así que tenemos a los pupilos de Bin Laden jugando a desestabilizar Irán, justamente el objetivo más ansiado por los EEUU en estos momentos en los que ya ha desestructurado Irak, Líbano y Palestina. ¿Coincidencias?. Obviamente Irán ha manifestado encontrar documentos y vídeos que dicen relacionar al grupo con los servicios secretos británicos y norteamericanos pero es parte del guión establecido y la lógica réplica a las acusaciones de intervencionismo en Irak; como mínimo hay que ponerlas en cuarentena. Pero lo básico, la oportunidad y los actores, hacen sospechar hasta al más cándido y bien intencionado.

Por otro lado tenemos el llamado de Al Qaeda a atacar a los proveedores de hidrocarburos de Estados Unidos y a sus instalaciones petrolíferas, colocando en el punto de mira fundamental a Venezuela, la punta de lanza en Latinoamérica contra el imperialismo. ¿Excusa para atacar a Venezuela en el nombre de la yihad? Eso es al menos lo que opinaba ayer mismo Pedro Echeverría en Rebelión, suena a amenaza por encargo, a la probable subcontratación de atentados con agentes de filiación islámica. Así lo entienden los trabajadores del sector petrolero venezolano:

>De esta manera denunciamos que esta es otra maniobra del Gobierno de «Mister Danger» y su equipo de esbirros, para paralizar o frenar el proceso de Nacionalizacion de la Faja del Orinoco, en donde se encuentran intereses activos de lacayos del Imperio, tales como Exxon Mobil, Chevron, Conoco Philips entre otros.

Lógicamente no comparten la visión oficial de la película ni mucho menos el ofrecimiento norteamericano a Irán y Venezuela a sumarse a la lucha contra el terrorismo, que a estas alturas nadie duda de que se sólo se trata de su particular proyecto de dominación del mundo y sus escasos recursos.