EEUU quiere implicar a Chávez en la victoria de Cristina Kirchner

2
429

Resulta curioso cómo el imperio manipula torticeramente cualquier hecho para implicar al gran Satán de nuestra era. Ya lo hicieron antes con Jomeini, con Gadafi, con Castro, con Sadam, Ahmadineyad… o Bin Laden con desigual fortuna: cualquier cosa mala que acontezca en el mundo será inmediatamente imputada al que la política exterior gringa designe. Podemos hablar del asesinato de Kenedy, del 11S, de Lockerbie, de armas de destrucción masiva, de programas de armamento nuclear, del atentado en la discoteca alemana, etc. A su lado, el caso del maletín con 800.000 dólares que supuestamente compró las elecciones argentinas es una minucia, pero no deja de ser rocambolesco.¿Cómo si no puede denominarse a un proceso iniciado en Miami –siempre en Mayami– contra una supuesta financiación política realizada por agentes venezolanos a un partido de Argentina? Por mucho que lo encubran de espionaje, son las clásicas majaderías del imperio o delirios de soberanía mundial, pensarán aquellos que conserven una pizca de sentido común y capacidad de lectura crítica. Si contextualizamos el asunto nos daremos cuenta de que el apelativo se queda corto. Para empezar no habría ningún problema en que lo que denuncian fuera cierto, es algo que hacen a diario los EEUU en medio mundo, sin ir más lejos podríamos hablar de la financiación de la oposición venezolana, tanto la democrática como la golpista y violenta. Pero además hay otros factores que relativizan la importancia del tema ¿qué son 800.000 dólares es una campaña electoral? ¿Le haría falta a Kirchner para alcanzar el poder? No es dinero suficiente para nada y menos para ganar unas elecciones. Más cosas, al día siguiente de detener al presunto agente venezolano viajaba a Argentina una delegación del gobierno bolivariano con Chávez al frente, si tan vital era ese dinero ¿por qué no lo ingresaron un día después con valija diplomática? Incoherencias tras incoherencias.Además fue el gobierno del propio Kirchner quien detuvo al tipo del maletín, Antonini Wilson, e inició un proceso para conocer el origen y el destino del dinero. Ahora, cuando ya se encuentra en EEUU ha dejado de ser imputado para convertirse en testigo clave del hecho a conveniencia de las autoridades del imperio. Muchos opinan que ya trabajaba para ellos cuando ingresó a Argentina, otros que ahora es cuando ha sido reclutado por sus servicios de inteligencia para montar un nuevo caso contra Chávez. Sea como fuere, resulta curiosa la credibilidad que le están dando a un acusado y el eco que recibe en la prensa occidental; pero ya se sabe la pata de la que cojean.Desde luego, para asegurar el montaje, EEUU no puede permitir que se investigue en la Argentina el caso de contrabando o de lavado de dinero, por eso no ha permitido ni va a permitir la extradición del encausado, les es más útil como delator. En los próximos días montarán del todo el caso con la colaboración de varios supuestos agentes venezolanos –socios de Wilson– ahora detenidos en Miami y que irán destapándose poco a poco como delatores de Chávez, ya nos irán bombardeando poco a poco, al loro.

2 Comentarios

  1. Washington: una cama para Cristina F.

    José Steinsleger
    La Jornada

    Medio siglo atrás, la “comunidad internacional” (nuevo gentilicio de Estados Unidos) hubiese menudeado los fuertes contenidos estratégicos del discurso de Cristina Fernández al asumir la Presidencia de Argentina, el 10 de diciembre pasado.

    Fernández (odia que le digan “de Kirchner”) resaltó los vínculos de su país con Venezuela, urgió el ingreso de la República bolivariana al Mercosur, festejó la creación del Banco del Sur, manifestó su apoyo al acosado presidente de Bolivia, Evo Morales, y reclamó por la liberación de Ingrid Betancourt, cautiva de la guerrilla colombiana.

    En un clima de camaradería que los grandes medios oligárquicos y los grupos de la izquierda impoluta omitieron, los presidentes de América del Sur elogiaron el tono firme y soberano de la presidenta. Sin embargo, los focos rojos del tablero imperial titilaron cuando Fernández subrayó que “… el temor al terror no justifica la violación global de los derechos humanos”.

    Dos días después, el imperio encendió el ventilador. En una maniobra similar a la de los cinco cubanos que llevan años en prisión (aunque mucho más torpe y grotesca), la Oficina Federal de Investigación (FBI) detuvo a tres empresarios venezolanos y a un uruguayo. El grupo fue acusado de integrar una red de “agentes chavistas” que conspiraban contra la “seguridad nacional”, en complicidad con el venezolano-estadunidense Guido Antonini Wilson, solicitado con orden de captura por la justicia argentina a través de Interpol. La FBI detuvo al personaje. Pero en lugar de extraditarlo, lo convirtió en “testigo protegido”, cuya norma consiste en que el acusado demuestre su calidad de “buen ciudadano”, declarando y “colaborando” con lo que “la ley” espera que el detenido declare y “colabore”.

    ¿Quién es el tal Antonini Wilson? En agosto pasado, mientras Hugo Chávez viajaba a Buenos Aires para suscribir una serie de convenios con el entonces presidente Néstor Kirchner, Antonini se embarcó en Caracas en vuelo privado, con igual destino, cargando un maletín que contenía 800 mil dólares. Las autoridades aduaneras de Buenos Aires incautaron el dinero. Pero Antonini no fue detenido. Pocos días después, estaba en Miami. Simultáneamente, un pasquín de Caracas daba el puntapié inicial de la intriga, insinuando que el dinero tenía destinatario: la campaña presidencial de Cristina Fernández. La Nación (diario ultraconservador de Buenos Aires) y la “oposición democrática” se sumaron a la insidia. Y el 14 y 15 de agosto el Miami Herald y un boletín de los gusanos cubanos de Florida dieron por buena la información del pasquín venezolano.

    Durante tres meses, enfrascados en sus respectivas campañas políticas, argentinos y venezolanos se olvidaron del maletín. Y, curiosamente, la “independiente” y celosa justicia yanqui también se olvidaba de otro maletín, incautado al estafador chino Norman Hsu, quien en septiembre pasado había “donado” igual suma a la precandidata demócrata Hillary Clinton. Pero bueno, es Hillary.

    Maletín va, maletín viene, en noviembre asumió el nuevo “Attorney General” de Estados Unidos (titular de Justicia), Michael B. Mukasey, jefe jerárquico de Thomas Mulvihill, quien dio crédito a las “irrefutables pruebas documentales” de los medios referidos.

    Inesperadamente, Cristina Fernández reaccionó con dignidad y vehemencia. “No me dejaré presionar”, dijo. La presidenta reafirmó los contenidos del discurso referido y denunció que las acusaciones de Mulvihill formaban parte de una “operación basura” contra su gobierno.

    Agregó: “Hay basurales de la política internacional que más que indicar crecimiento y desarrollo indican tragicómicamente la involución del desarrollo de las relaciones internacionales”. Aludiendo sin nombrar, Cristina señaló que el gobierno estadunidense quiere “países empleados y subordinados”.

    De experimentada “muñeca política”, es de esperar que la gobernante haya previsto el impacto de sus opiniones frente al actual estado de terrorismo de Estado que Washington fomenta en el mundo entero. Cosa que le exigirá algo más que faldas bien puestas, buena imagen y altos índices popularidad, a más de su declarada “admiración por el ratón Mickey” (Página 12, Buenos Aires, 17/05/03).

    Así es que en los próximos cuatro años, si la presidenta de los argentinos anhela realmente que no se repitan situaciones “tragicómicas” como las del maletín venezolano, deberá tomar el toro por las astas.

    Argentina requiere, con urgencia, de una nueva política exterior. Porque en dictadura o democracia, su historia ya demostró que la mil veces ensayada y fallida “tercera posición” jamás dio buenos resultados.

    Por último, un dato ajeno al día de inocentes: la agente María del Luján Telpuk, funcionaria de la Policía de Seguridad Aeroportuaria que ordenó a Antonini Wilson la apertura del maletín, acaba de posar semidesnuda en la última edición de la revista argentina Veintitrés. Se le ve guapa.

    María del Luján dice que aspira a convertirse en “estrella de la farándula”. Fuera de esto, su hermano está acusado de colaborar con una empresa en manos de ex represores de la dictadura militar. Feliz año.

  2. una pregunta sencilla ¿q significan 800.000 mil dolares para un aparato politico del estado q gasta cientos de millones de dolares ? y esto es lo q el estado les da a los partidos en concepto de campañas , ni hablar de lo q se maneja en negro.tampoco la presidente fernandez necesitaba de ese dinero,ya q las encuestas de muchos meses atras la daban como rotunda ganadora ,lo q efectivamente ocurrio .aca en argentina,el peligro no es usa , ni bush, ni al qaeda .se llama hugo moyano , lider de la ultraderechista c.g.t (confederacion general del trabajo )

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.