Afortunadamente no todas las noticias que vienen de Francia en los últimos tiempos tienen que ver con la prensa amarilla y el mundo del papel couché. Tras muchos años de presión beligerante, activistas franceses encabezados por José Bové han logrado que se introduzca una moratoria en el cultivo de maíz transgénico, el único cultivo con Organismos Modificados Genéticamente (en adelante OMG) permitido en el país galo cuya patente pertenece a la empresa multinacional Monsanto. Tras más de una semana en huelga de hambre, el ministro francés del ramo anunció la medida que impedirá seguir plantando maíz a cuyo genoma se le ha incorporado directamente una toxina procedente de un bacteria, el Bacillus thuringensis (BT) para que se muestren resistentes al taladro del maíz, una mariposa o más bien una polilla cuya oruga se alimenta de la planta.
Nuestro país está afectado también por el taladro del maíz, pero, al contrario que en Francia, siembra decenas de miles de hectáreas de Maíz BT sin ningún tipo de limitación o control hasta el punto de que es el principal productor de la UE. En zonas donde la presión de la plaga es muy alta el taladro puede hacer perder hasta un máximo del 15% de la cosecha según datos de las propias empresas de biotecnología que pretenden colar este producto, por lo que los números es presumiblemente que estén bien hinchados. Así que ese pequeño porcentaje de pérdidas –por otra parte fácilmente controlables por medios poco a nada agresivos– justifica que estemos jugando a la ruleta rusa con la seguridad alimentaria y liberando al ambiente peligrosos genes capaces de contaminar a otros cultivos naturales contrastadamente saludables por la praxis de miles de agricultores durante decenas, centenares o incluso miles de años. La trituración de los rastrojos antes de la salida de las mariposas, la siembra temprana, la rotación de cultivos, el fomento de sus predadores y parásitos e incluso, en casos de ataques intensos, algunos tipos de insecticidas que no afecten a sus enemigos naturales en el seno de técnicas de lucha integrada son métodos alternativos al uso de transgénicos perfectamente plausibles y mucho menos agresivos que el engendro de la mezcla antinatura de una bacteria tóxica y una planta comestible.
Pero la cuestión es que Francia no puede ir por libre, los transgénicos están aprobados en la UE por una Directiva reguladora y el establecimiento de reservas particulares, cláusulas de salvaguardia, no es fácil de mantener. La presión de EEUU es muy fuerte y ha establecido un casus belli de la postura comunitaria de mantener cierta prudencia ante los OMG. Si no se abren los mercados europeos es probable que a medio plazo estalle una guerra comercial apoyada por la Organización Mundial del Comercio y ha pedido que se impida la puesta en práctica de la iniciativa francesa. Así pues, puede que todo se quede en una medida efectista y poco más, ya veremos.
Es genial. Me alegra poder leer esta información. Porque, 1) es una de esas noticias «no existentes» en los medios españoles, y 2) muestra que Francia se mueve a pesar del mediático Sarkozy.
Entiendo que el problema aquí es que falta «agit-prop» a manta. Hay gente fantástica que arriesga su patrimonio y lucha por una alimentación sana… y gente que lo apoyamos con más o menos retórica. Pero no conozco «Josés-Bovés», gente dispuesta a montar un circo… ni organizaciones agrarias que le pongan ganas (auténticas) al tema.
Estoy en contra del terrorismo y supongo que todo esfuerzo es poco. Pero contra todos los terrorismos. Porque no me entra el desayuno al leer que el programa del PSOE dice que se aumentará en 500 los profesionales antiETA… y lo calladitos que están frente al terrorismo alimentario y el nulo dinero que se dedica a protegernos.
Gracias eloi, no es mala noticia, Mezque tenía razón, intentaré montar una especie de sección de buenas nuevas, que muchas veces los biTs parecen demasiado pesimistas…
Desde luego nuestras organizaciones agrarias tienen poco remedio, les quedan todavía unos cuantos añitos para madurar
El ciudadano de a pié español sabe poco a cerca de OMGs, muchos incluso desconocen sus siglas.Por supuesto no es culpa nuestra, tal como lo decía Eloi en los medios ni se mencionan…y a no ser que te intereses por ello y busques un poco de información no hay manera de que te lo muestren. Por otra parte las asociaciones, cooperativas agrarias u organizaciones no hacen lo que deberían en cuanto al fomento del consumo de alimentos sanos ecológicos, los precios están por la nubes y en algunas partes es imposible encontrar algo, claro que en parte el agricultor no tiene nada que ver con eso…
A pesar de todo es una buena noticia, y pronto también España seguirá el ejemplo jejeje..
saludos