
Francia de nuevo ha sido objeto de un atentado yihadista. Hoy tres hombres armados han entrado en la sede de la revista satírica Charli Hebdó en Paris armados con AK-47 y lanzagranadas y han asesinado a 12 personas, entre los que se encuentran dos policías y el director y casi todos los dibujantes famosos de la publicación. La revista era tristemente conocida fuera de rancia por haber sufrido hace un par de años un ataque con bomba y un posterior incendio que casi destruye sus instalaciones tras la publicación de unas caricaturas de la figura de Mahoma.
Vaya por delante mi solidaridad con el pueblo francés, víctima de la barbarie terrorista, y con el gremio de los periodistas e informadores, pero no así con su gobierno a quien considero, al menos en parte, responsable de lo que ha ocurrido. Ya sé que no es políticamente correcto decir este tipo de cosas en este preciso y luctuoso instante, pero no puedo dejar de defender lo que pienso. Hace un par de semanas, RT me entrevistó para que diese mi opinión acerca de otro atentado islamista acontecido en el país galo, en este caso un atropello contra un grupo de personas congregadas en una especie de mercado callejero. Cuestionado sobre los factores sociales o políticos que podían estar detrás de estos incidentes contesté lo siguiente:
“ESTE TIPO DE ACCIONES TERRORISTAS NO TIENEN NINGUNA JUSTIFICACIÓN, NO OBSTANTE, SÍ QUE TIENEN UNA O VARIAS EXPLICACIONES. NORMALMENTE SE RELACIONA CON EL PAPEL NEOCOLONIAL QUE FRANCIA Y OCCIDENTE ESTÁN JUGANDO EN ORIENTE MEDIO, TAMBIÉN CON EL ROL QUE ESTOS PAÍSES HAN PROTAGONIZADO EN LAS MAL LLAMADAS PRIMAVERAS ÁRABES E INCLUSO CON LA ETERNIZACIÓN DEL CONFLICTO PALESTINO.
PERO, MÁS CONCRETAMENTE, FRANCIA HA ESTADO JUGANDO CON FUEGO ESTOS ÚLTIMOS AÑOS, ALIMENTANDO EL ODIO RELIGIOSO EN ORIENTE MEDIO, ARMANDO Y FINANCIANDO A LOS SECTORES MÁS FANÁTICOS DEL YIHADISMO EN SIRIA O LIBIA Y YA SE SABE QUE QUIEN JUEGA CON FUEGO CORRE EL RIESGO DE QUEMARSE. CREO QUE FRANCIA SE HA QUEMADO POR LA IRRESPONSABILIDAD DE SUS LÍDERES”.
Quien no quiera creer en las conexiones de gobiernos como el norteamericano o el francés con el yihadismo en Libia, Siria e Irak, a pesar de las imágenes que se han publicado y los documentos y evidencias que hemos conocido, no tiene por qué hacerlo. Lo que no se puede negar es la continua y permanente injerencia activa de Francia en todos los conflictos armados de Oriente Medio. Tampoco se puede negar cuál ha sido el resultado de la aplicación de los ideales revolucionarios en Libia, donde han colocado en el poder a integristas y a miembros de al Qaeda, a quienes han recibido miembros de su gobierno o hemos visto fotografiados en poses familiares con el inefable sionista Bernard Henry-Lèvy, uno de los artífices de la neocolonial política exterior gala.
También es de sobra conocido el destino de muchos de esos combatientes de al Qaeda que lucharon en Libia: fundaron o ayudaron a fundar el Ejército Libre Sirio y se implicaron a fondo en la desestabilización de Siria y en el ataque a sus estructuras públicas y de gobierno. Tenemos hasta imágenes de personas, banderas y enseñas que avalan esta información, no se trata de invenciones conspiranoicas. Podría aducirse que miembros de al Qaeda, compañeros de Bin Laden, como Abdelhakim Belhaj, fueron rehabilitados al tornarse supuestamente «moderados» y que por eso gobiernos como el norteamericano o el francés colaboraron y colaboran estrechamente con ellos.
Pues bien, compremos la versión oficial del gobierno galo: ellos apoyan a los rebeldes demócratas en la guerra de Siria y no a los rebeldes malos terroristas. Aun así, basta ver con qué facilidad los grupos de mezclan o se pasan con personas y pertrechos de los grupos llamados moderados hacia al-Nusra (al Qaeda) o al Estado Islámico para comprender que la estrategia puesta en marcha contra el gobierno legítimo de Assad es absolutamente errónea y hasta peligrosa para Siria e incluso para Francia.
Sí, también para Francia. Se estima que más de mil franceses militan en las filas del Estado Islámico y están desplazados en Irak o en Siria para combatir al laicismo y a otras formas distintas o más abiertas de entender el Islam. Con las noticias que nos llegan del campo de batalla es posible inferir que se encuentran en franca retirada en ambos países, por lo que es probable que, de seguir esta tendencia, poco a poco vayan huyendo hacia Turquía y de ahí vuelvan a su país de origen, donde es más que probable que integren células terroristas o se conviertan en incontrolados «lobos solitarios». Ya se conocen más de 100 retornados, aunque su número crecerá exponencialmente en los próximos tiempos.
Ante tal tesitura, el gobierno del Elíseo ya está tardando en dar un serio viraje a su neocolonial política internacional, como decía también en aquella premonitoria entrevista:
“FRANCIA DEBERÍA SER MUCHO MÁS CAUTA Y ALIARSE EN LA REGIÓN CON AQUELLOS QUE REALMENTE COMBATEN EL TERRORISMO, QUE NO SON ESTADOS UNIDOS, NI ARABIA SAUDÍ NI QATAR, SINO EL GOBIERNO SIRIO, HEZBOLLAH O EL MOVIMIENTO TRIBAL EN LIBIA”.
Obviamente, no debemos esperar altisonantes declaraciones en este sentido, de producirse un giro de tipo copernicano en política exterior —algo más bien improbable— no se anunciaría en ruedas de prensa, más bien serían medidas sordas, ejecutadas por el ejército o la Dirección General de Seguridad Exterior. En cualquier caso, habrá que ir interpretando las señales y augurios venideros…
Os dejo aquí la entrevista completa:
Copyleft Juanlu González
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