El gobierno títere de Líbano fracasa en su intento de desarmar a Hezbollah

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El gobierno pro occidental de Líbano ha fracasado en su intento de desactivar la red de telecomunicaciones de Hezbollah, pieza clave en su resistencia frente a Israel. El movimiento shií se ha hecho con el control de Beirut sin apenas resistencia del ejército regular del país, bastante peor pertrechado e integrado por miembros de todas las confesiones del país y que corría incluso el riesgo de desmembrarse si se hubiese empleado a fondo contra las gentes de Nasralá y sus aliados.

 

Nuestros medios hablan de que Hezbollah le ha declarado la guerra al gobierno, mostrando los sucesos de estos días atrás como una insurrección orquestada por Irán y Siria para desestabilizar al país, sin embargo, nada más lejos de la realidad. El gobierno de Siniora ha pretendido acabar con las infraestructuras telemáticas que le dieron la victoria frente a Israel, eso es tanto como cegar al único ejército capaz de defender al país frente a una agresión extranjera y una agresión en toda regla. Los milicianos shiíes no han empezado ninguna guerra, todo lo contrario, se defienden del ataque teledirigido por los enemigos del pueblo libanés, esos mismos que masacraron a cientos de civiles inocentes usando armas de destrucción masiva y bombas pensadas para provocar el mayor daño a los libaneses.

 

Los incidentes comenzaron con una huelga general contra el gobierno convocada por grupos opositores y fuerzas sindicales que protestaban por la alta inflación que sufren los productos básicos y la pérdida de poder adquisitivo de las masas populares y trabajadoras. Las decisiones de Siniora de ataque a Hezbollah y la destitución de algún responsable gubernamental próximo al shiismo derivaron la tensión hacia un estallido violento  que ha provocado 11 muertos hasta la fecha y el control final de todos los barrios árabes de Beirut por las milicias antigubernamentales.

 

Siniora preside un gobierno ilegal en tanto en cuanto incumple desde noviembre del año pasado el mandato de integrar a miembros shiíes en su ejecutivo y el parlamento —diseñado para minimizar la presencia shií— está paralizado desde hace años. Encima se atreven a calificar de «golpe de estado» a los incidentes de estos días, cuando vive en un permanente golpe de estado con la complicidad de la comunidad internacional. Como no podía ser de otra manera Rice se ha puesto del lado de su agente en la zona y ha prometido darle todo el apoyo que necesite para restablecer el status quo. También se baraja con la posibilidad de una intervención de Israel para evitar que su gente en Líbano pierdan influencia, aunque Siniora parece —según comenta algún medio radiofónico— que ya se ha echado atrás y ha calificado su intentona de error, vamos, que toda esta tensión, todos los muertos que ha provocado han sido sólo un globo sonda para comprobar la determinación de Nasralá de hacer frente a un nuevo desafío para hacerles perder más influencia. Jugando con fuego en un polvorín… 

9 Comentarios

  1. Hizbulá ha cedido el control al ejercito libenés, después que este frenará al descerebrado gobierno Libanés, demostrando su buena volutand. Resumiendo, las milicias han plantado cara y han vuelto a vencer.

  2. Mu bueno, sí señor…

    Método rápido de adaptación libanesa
    MARUJA TORRES – Beirut – 10/05/2008

    Reina la confusión entre los especialistas tras la compungida comparecencia en televisión de Fuad Siniora, el lloroso primer ministro suní del Gobierno Libanés, el llamado portero de los Hariri. Su llamamiento a la nación, más que tranquilizar, ha resultado inquietante.

    Por un lado, reprochaba a Hezbolá la pérdida de vidas inocentes y llamaba al diálogo, una vez más, como si su coalición no hubiera participado, también, en la sordera nacional hacia el otro que constituye un vicio generalizado. Por otra parte, Siniora dejó muy volátil el tema de la forzada dimisión del jefe de seguridad del aeropuerto – acusado por Walid Jumblatt de practicar espionaje para Hezbolá- y el otro no menos espinoso asunto de la red de comunicación que el Partido de Dios intenta establecer no sólo para hablar por teléfono, sino para «defender al Líbano de Israel». Dijo que ambos decretos aún no eran en firme y que el Ejército tenía la última palabra: una de arena para la oposición. Sin embargo, los ‘libanólogos’, que ya están casi chalados, ignoran si el Ejército tiene potestades para ello o, sencillamente, le están echando la patata caliente a su tejado.

    En medio de este despelote típicamente libanés – «Estamos locos, ¿no?», me pregunta retóricamente Habib, dueño del cibercafé desde el que trabajo porque el wi fi de Wigo ha sufrido una avería nacional-, en diferentes lugares del campo y la montaña se están produciendo intranquilizantes incidentes, mientras que la humeante Hamra ha vuelto a la normalidad.

    Es decir, ha cambiado de amos y se muestra apacible. En donde reinaban los retratos mastodónticos del Megamartir Rafik Hariri y de su hijo Saad, actual jefe de la coalición 14 de Marzo, y el mayor perdedor de la batalla de los últimos días, un elegante vacío se extiende por las arterias comerciales de Ras Beirut. Ningún retrato de barbudo ha sustituido a las poses ‘a la Purísima Concepción’ de Hariri padre y Hariri hijo en medio de un cielo azul esperanzado que poco hacía prever la desbandada de sus milicianos ante el empuje de Hezbolá.

    Hamra está en calma. Demasiado en calma. Con pocos desperfectos y sin matones ni signos de fuerza en las calles. Sólo el Ejército, con su juguetitos pero ejerciendo de policía de tráfico y la mar de amables, todos, con los periodistas. Mi amigo Ossama me sonríe: «Se ha acabado la lucha en Beirut. Ahora iremos a por las montañas». Otro me recibe en su casa, en bata, y tras dar gracias a Dios porque al fin tenemos lo que queríamos, me prepara un Nescafé. Otro se regocija porque siempre quiso que el partido de Alá controlara sus calles y, al parecer, sólo había fallado en comunicármelo.

    Tienen un morro que se lo pisan. «No es tan fácil», asegura un amigo mío. Según él, esta victoria chií es engañosa. «Lo que queda de los suníes se reagrupará». En cualquier caso, fuera de Beirut está empezando a ponerse fuerte la historia. Y no lo olviden: esta guerra empieza igual que la de 1975, porque una burguesía (suní-cristiana) no quería compartir el poder con los chíís que hoy, 30 años después, son mayoría. Así que a verlas venir.

    Entre tanto, el propietario de Short Way (premonitorio nombre), una pequeña tienda de moda en la calle Hamra, ve cómo los milicianos de un partido pro sirio libanés y nasserista, que estos días ha recuperado esplendor, le ayudan a transportar en una camioneta los maniquíes rotos y los cristales del escaparate. «¿Mal?». «¡No!», sonríe, ilusionado. Al menos, ya no hay retratos de los Hariri. «Eso sí». Sigue sonriendo.

    Pero sé que me está engañando.

  3. Felicidades por tu página, me ha encantado.
    Por si no lo conoces, te dejo el enlace a una entrevista al contundente George Galloway, miembro experimentado del Parlamento británico, líder del partido Respect, en la que señala en directo ejemplos de visión sesgada sobre los conflictos de Oriente Medio en los medios de desinformación, y le da un buen repaso a la presentadora:

    http://www.youtube.com/watch?v=d32MbbAjNCg

    Ojala aquí tuvieramos políticos como él. Un saludo.

  4. Al Qaeda sale a ayudar a EEUU e Israel, jajajajajajaja:

    Al-Qaeda ‘declares war on Hezbollah’
    Fri, 09 May 2008 19:19:35
    http://www.presstv.ir/detail.aspx?id=54916&sectionid=351020203

    Al-Qaeda has reportedly called on its operatives to go to Lebanon and defend what it called the Sunni community of the country.

    The report came while some Arab media outlets described the current clashes in Lebanon as a fight between Sunni and Shia communities.

    In an interviews with Sunni clerics with links to Saad Hariri’s pro-government bloc, Al-Arabiya TV network described the ongoing clashes as a sectarian strife.

    Sheikh Ali al-Jozo, Mufti of the Jebel region, who is well known for his harsh stance against Hezbollah told the TV network that the clashes are a battle between Lebanon’s Shia and Sunni communities and called on Arab leaders to prevent «Iran’s influence in the country.»

    The TV network reported that al-Qaeda on all of its websites urged its operatives to defend the Sunni community of Lebanon.

    The reports came while in interviews with NBN and al-Manar TV stations on Thursday, a number of Sunni clerics said that the clashes are not a sectarian strife and many Sunni Muslims in Lebanon support Hezbollah.

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