Leopoldo López, golpista reincidente, no preso político

Con mínimas excepciones, la prensa española y la inmensa mayoría de nuestra clase política se han lanzado en tromba contra la justicia venezolana al conocerse la sentencia que condena a Leopoldo López a 13 años de cárcel en una prisión caraqueña. Los cargos que considera probados son los de instigación pública, daños a la propiedad, incendio intencional y asociación para delinquir. En el juicio también se consideró probado que López que fue responsable e impulsor de los disturbios golpistas iniciados en Venezuela el 12 de febrero de 2014 que provocaron a la postre 43 muertos y centenares de heridos entre policías, chavistas y opositores al gobierno de Maduro, por este orden.

Porque, aunque los medios occidentales digan que todos los fallecidos eran jóvenes opositores y estudiantes universitarios, eso es absolutamente falso. 35 de los asesinados fueron producto de ataques de la oposición (de ellos 11 agentes del orden asesinados por los «pacíficos manifestantes») y sólo fueron 8 opositores muertos por disparos de la policía. Afortunadamente, el eurodiputado de Izquierda Unida, Javier Couso llevó a las víctimas y familiares de víctimas de las guarimbas fascistas al Parlamento Europeo para darles la visibilidad que le negaban políticos y medios occidentales.

Después de conocido el fallo, todos esperaban una reacción virulenta en las calles, de hecho es lo que predijo el condenado justo en el momento de su entrega a las autoridades 19 meses atrás. Sin embargo, las revueltas producidas al conocerse la noticia han sido prácticamente nulas. Mientras, Estados Unidos prosigue su campaña de injerencia permanente, esta vez en boca de John Kerry. El País destaca en titulares que Latinoamérica guarda silencio ante la condena, cuando UNASUR, que representa a la totalidad de Suramérica, ha manifestado claramente su respeto por la decisión judicial. Nada nuevo bajo el sol, otro episodio frustrado de agresión a Venezuela, y van…

Pero ¿quién es Leopoldo López, además del opositor preferido fuera de Venezuela por los enemigos del país? Como no podía ser de otra manera, López es un engendro norteamericano. Y no es una afirmación proveniente del bando chavista, así lo considera uno de los medios más influyentes de la política internacional, la revista Foreign Policy, quien lo muestra como un producto de diseño y marketing de los medios de comunicación estadounidenses y pone en duda sus principios democráticos, los mismos que luce como contraposición a la supuesta dictadura de la Venezuela bolivariana.

En efecto, a pesar de los intentos por ocultarlo, el dirigente opositor es un consumado golpista. Participó en la asonada de 2002 contra el legítimo gobierno de Chávez y en la cacería de miembros de su gobierno, como puede comprobarse en fotografías y vídeos aquellas fechas. Su respeto por la constitución, la legalidad y la democracia, quedan profundamente en entredicho, como ocurre con la mayoría de los elegidos por el imperio para encarnar el papel de contrarrevolucionarios.

Economista, graduado en Harvard, estudió en los 90 en algunas instituciones vinculadas a la CIA, donde posiblemente fuera reclutado para ejercer el papel de líder ultraderechista de la república bolivariana. Además de poco demócrata, tampoco es un gestor impoluto, todo lo contrario, ha sido inhabilitado dos veces durante su trayectoria pública por «conflicto de intereses» cuando ejercía de asesor de la petrolera estatal PDVSA y por desvío de fondos públicos cuando era alcalde de Chacao, un municipio de Caracas. El héroe revolucionario que nos quiere presentar la derecha española, incluido el propio PSOE con Felipe González a la cabeza, no es más que otro títere villano, fascista, violento, corrupto y delincuente golpista antidemocrático.

Conviene no olvidarlo, sobre todo cuando nos inunden con más y más propaganda en los informativos y en los medios de prensa de nuestro país.