Tenía ganas hace tiempo de escribir algo con este título sobre la revuelta de la curia, pero ando corto de tiempo. Todo se andará. Pero además creo que lo que ayer publicó Eduardo Haro Tecglen es, por su claridad y simpleza, insuperable, lo cuelgo por si no lo conocíais:
Los que no se van a divorciar hacen manifestaciones contra el divorcio; las que nunca abortarán, contra quienes lo necesitan; los que nunca se casarán con los de su mismo sexo, contra el matrimonio de homosexuales. Me parece que su concepto de libertad es poco ejemplar: su ira sería justa si les hicieran divorciarse, abortar o casarse con su confesor. Bajo este concepto espurio de libertad hemos vivido siglos, y es una ilegalidad moral que asusta…
la libertad es para utilizarla
… no para coartar la libertad de los otros