De nuevo, Faluya

Una vez acabadas las elecciones yankees ganadas por los fundamentalistas cristianos, Bush se puede emplear a fondo con la guerra de Irak. Tiene que andar rápido para recuperar las ciudades en manos de la resistencia para que las elecciones de enero tengan algo de credibilidad. De entre ellas, Faluya,—siempre Faluya— aparece como el símbolo de los iraquíes que no se han dejado aplastar por los cruzados. Por eso, desde hace varios días el ejército gringo se apuesta en sus alrededores preparando un asalto largamente anunciado del que cada noche dejan caer un aperitivo en forma de lluvia de misiles, a veces tan densa que recuerda a ataques masivos de guerra convencional, no como debería corresponder a operaciones de castigo contra la población civil para doblegar su tenaz resistencia.

Pero antes del asalto final, y como síntoma de que no las tienen todas consigo, los británicos han tenido que dejar Basora para dar apoyo a sus aliados en el frente suní. Apoyo que ya empiezan a pagar con víctimas. No tendrán muchas dificultades para hacerse con la ciudad. Los que han podido ya la han abandonado. El problema vendrá el día después, las fuerzas iraquíes no podrán mantener el control muchos días. Así que, los norteamericanos tendrán que dejar soldados en una zona sensible a merced de ataques guerrilleros si quieren impedir una nueva reconquista. Si vamos sumando lo que sucede con otras poblaciones liberadas, es fácil entender la necesidad tantas veces anunciada de enviar nuevos contingentes para hacerse con el país.

Teniendo en cuenta de que ningún país relevante va a reforzar de manera significativa su aportación a la colación cruzada, el peso de la invasión va a pesar como una losa a los EEUU. Está por ver si los senadores republicanos siguen firmando cheques multimillonarios en blanco para financiar la aventura mesopotámica incrementando un déficit ya histórico para el país. Pero todo no es dinero, con el mantenimiento de las bases del imperio en multitud de estados para arrinconar principalmente a Rusia y a China, apenas si hay soldados profesionales para cubrir las necesidades. A pesar del reclutamiento de muchos latinos deseosos de adquirir la nacionalidad, a pesar de la leva de los más pobres y desheredados de la américa profunda, no salen los números. Se habla de volver a instaurar el reclutamiento obligatorio, se hacen campañas absurdas para atraer a más mujeres. Muchos piensan que Bush podrá pensar en este mandato en atacar Irán o Siria, pero con este panorama es prácticamente imposible que en muchos años puedan emprenderse más aventuras coloniales como en la que actualmente se encuentran empantanados.

Copyleft Juanlu González
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