Israel inicia la enésima invasión de Gaza

Tras una semana de inútiles bombardeos que únicamente han servido para acabar con la vida de civiles y funcionarios palestinos, Israel se ha decidido por una invasión por tierra para tratar de arrancar algo que mínimamente pueda presentar ante su opinión pública y electores como una victoria antes de la firma del acuerdo de paz que tendrá que poner fin a esta locura en algún momento no muy lejano.

Carros blindados y miles de soldados apoyados por la aviación han entrado en la Franja de Gaza por cinco lugares diferentes para iniciar la caza al miliciano. Teóricamente —dicen— que quieren destruir la infraestructura de lanzamiento de cohetes hacia el sur de los territorios ocupados de Palestina, pero esa afirmación se cae por su propio peso pues se trata de misiles portátiles que se lanzan con un simple apoyo de aluminio que podría transportar hasta un niño pequeño. Aunque no es posible fiarnos de nada, el ejército sionista afirma haber matado a decenas miembros de la resistencia, mientras que Hamas dice haberse cobrado la vida de al menos 5 invasores.

De vergüenza ha estado de nuevo la UE, la presidencia checa de turno ha eludido condenar la invasión y la ha calificado de operación defensiva. Imagino que siguiendo sus locos razonamientos, una operación defensiva para Palestina sería eliminar completamente a Israel. Eso nos pasa por tener una UE al margen del Parlamento y absolutamente antidemocrática… Dejamos atrás hace poco a una presidencia sionista en las manos de Sarkozy y ahora pasamos a otra neocon. EEUU, por boca de Bush, ha vuelto a acusar a Hamas de ser la responsable de la invasión —algún día nos tendrá que dar la marca del whisky con el que delira, debe ser bastante bueno para decir la sarta de sandeces a que nos tienen acostumbrado. El que sí ha «endurecido» su discurso ha sido Abbas, consciente de que está en juego su presidencia si sigue alineándose con Israel aunque pretenda regalarle la franja una vez que salgan las IDF; así que ahora dice que se opone vigorosamente, aunque no cesa de reprimir a sus conciudadanos que se manifiestan en Cisjordania, no vaya a ser que disgusten a sus amos sionistas. Es justo lo que hacen otros líderes árabes con sus gentes, un triste papel, sin duda.