La resistencia es obvio que no puede enfrentar a un ejército convencional con medios infinitamente superiores, menos aún al más poderoso del mundo. La masacre de Faluya está a punto de finalizar. Los datos estadísticos, más que para el orgullo, son de vergüenza. A nadie le escandaliza que mueran 600 combatientes iraquíes frente a 18 norteamericanos. Esto es cualquier cosa menos una guerra.
Pero lo que también está claro es que mantener invadido un país extranjero no es tarea fácil, sobre todo cuando la mayoría de la población está en contra. Para atacar Faluya con garantías, los valientes norteamericanos han tenido que concentrar una fuerza que prácticamente multiplica por diez a la de la resistencia. Y ello sin contar armamento pesado y los medios aéreos. Han tenido además que pedir ayuda a la pérfida Gran Bretaña para cubrir la retaguardia. No ha sido suficiente, de manera simultánea, la resistencia ha golpeado en Samarra, Baiji, Baquba, Tikrit, Ramadi y partes de Bagdad, derribando varios helicópteros, acabando con varias comisarías y haciéndose con la dotación material con la que los norteamericanos los proveen para traicionar a su propio pueblo.
Tras la demostración de ayer, hoy Mosul ha sido liberada. La policía colaboracionista prácticamente ha desaparecido y los americanos se han retirado a sus cuarteles. No creo que la resistencia se mantenga mucho tiempo en la ciudad, pero estarán lo suficiente como para ridiculizar una vez más a la primera potencia militar del mundo.
he venido con una rama de olivo y el fusil de quien lucha por la libertad.
No permitan que la rama de olivo, caiga de mi mano.
Que tu espiritu descanse en paz…