Hoy se reúne en Londres el G7 con el crecimiento de China como principal punto del orden del día. Y es que el gigante asiático y su potencial económico imparable está poniendo en solfa el poderío norteamericano y su artificial moneda. El dólar se ha depreciado un 25% en los dos últimos años y muchas economías están adquiriendo euros para sus reservas vendiendo los billetes verdes que ya cada vez son menos dinero y más papel, ya que desde que se cambió la política cambiaria y retirar el patrón oro, EEUU emite dólares sin un respaldo real económico que lo sustente, algo que va creando cada vez más inquietud en los bancos centrales mundiales que prefieren usar euros para guardar sus ahorros. Algunos expertos vaticinan el año que viene o el siguiente un brutal desastre económico ya que muchos países están intentando blindarse contra la caída del dólar y los intentos a la desesperada de hacerse con el control de las reservas petroleras del mundo que, por el momento, sólo están agravando la deuda y el histórico déficit alcanzado por las administraciones Bush.
Este mismo día Rusia anuncia un progresivo abandono del patrón dólar para valorar al rublo y sustituirlo en buena parte por el patrón euro. Así evitan la depreciación de su moneda frente al euro, divisa en la que realizan la mayoría de sus transacciones internacionales y estabilizarían su economía.
Venezuela mira cada vez más a China y pretende romper sus lazos energéticos con los EEUU; Rusia bloquea ventas de petróleo a este mismo país a seis años vista; la UE va a levantar el embargo militar a Pekín, lo que provoca una airada reacción de Rice en su visita europea; los chinos no van a revaluar su moneda en breve y es previsible que nos sigan inundando con productos baratos. Si China decidiera de inmediato cambiar sus dólares por euros es posible que provocara una reacción en cadena que hiciera caer al gigante con los pies de barro que son los estados Unidos. Y si la OPEP se pasa también al euro, podemos decir adiós al imperio. No podemos olvidar que la decisión de Irak de operar en euros fue uno de los detonantes de la invasión del país.
Mientras, los republicanos anuncian la privatización de la seguridad social a la vez que mantienen una muy baja presión fiscal en su país. Todo ello manteniendo una guerra viva para controlar el petróleo que además no ha logrado sino ser un sumidero de dinero y que hasta la fecha ha impedido movilizar las reservas petroleras iraquíes de manera satisfactoria para sus intereses por los sabotajes de la insurgencia. Si siguen en sus trece de mantener el frente externo sacrificando a los más débiles de su país, la tensión puede ser insostenible. Su estado de bienestar se ha ido cambiando progresivamente por gasto militar, en caso de crisis, sólo podemos prever mayores conflictos bélicos del gigante para mantener el poderío que ahora mantiene.
Cualquier opción posible provoca vértigo. Lo que comenta el site crisis energética es particularmente preocupante y apocalíptico.
Copyleft Juanlu González
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