Ayer un estudio demoscópico dibujó un retrato del estudiante medio de segundo ciclo universitario. Aunque ya hace algunos añitos que dejé ese magnífico status, uno que aún tiene cierto complejo de Peter Punk, no ha dejado de verse reflejado en esa franja de público. Los medios lo que más han resaltado es el alejamiento total de nuestra juventud de la iglesia como institución y la prácticamente nula confianza en el uso de sus enseñanzas como guía moral para la vida cotidiana. Es en ese punto donde los jóvenes católicos otorgaban a las recetas anticuadas del Vaticano y la curia un Aprobado cortito (5,5 sobre 10) y el resto lo calificaba con un Muy Deficiente (2,5), aunque si hubieran preguntado, por ejemplo, por el uso del preservativo o por las relaciones sexuales sin la firma previa de papeles ante el altísimo hubiésemos visto que realmente esa cifra podría descender bastante más hasta tender la gráfica a cero. Si hasta Brittney Spears, paladín del conservadurismo ñoño yankee ya renegó de su protegida y cacareada virginidad, ¿que no opinarán los jóvenes de nuestras universidades?
Políticos, militares, empresarios y religiosos fueron suspendidos en los índices de valoración, algo completamente lógico si cruzamos el dato por el poco aprecio que sienten por los EEUU y su política exterior e interior. ¿Cómo podrían valorar a un representante de la clase política como Bush, que se considera tocado por la luz divina, que presenta gobiernos plagados de militares y empresarios con la santa misión de conquistar la tierra y sus mercados?
SOY DEL SJERCITO URUGUAYO QUIERIO QUE ME ECRIBAN A MI CORREO POR COSAS MILITARES EN ESPECIAL DE COMANDOS MILIATRES