Esta afirmación es la que más temen los propagandistas proBush que cale entre la opinión pública de la población. Por eso van repitiendo a coro que el gobierno imperial cuenta con recursos humanos y materiales suficientes como para atender las obligaciones de la invasión de Irak a la vez que despliegan suficientes energías para enfrentar los retos derivados del paso de un huracán. El problema surge cuando los efectos de la catástrofe se multiplican por falta de previsión, la dejadez y la incapacidad del gobierno y la gente empieza a pensar en el por qué de este despropósito. Que si los damnificados eran pobres, que si eran negros, que si votaban demócrata…
El contraataque publicitario republicano no surtió efectos, Bush durante la primera visita de turismo y con perrito a Nueva Orleans le dijo a un amigo senador que el estado le iba a arreglar su mansión y que después de todo iba a estar mucho mejor que antes. Sus defensores tampoco lo arreglaban, decían lindezas como que si los indigentes, gracias al Katrina, iban a ser atendidos por el gobierno (Barbara Bush dixit), que si todo esto de ser refugiado era muy divertido (Tom DeLay, líder republicano de la Cámara de Representantes), que si dios había limpiado por fin los barrios de Nueva Orleans (Richard Baker, diputado republicano)… El responsable de la Agencia Federal de Emergencias (FEMA) ha dimitido sin que, al parecer, Bush tuviera noticia de ello; y un militar de alta graduación comentó ayer que:
Mientras tanto, por primera vez un oficial de alta jerarquía de la Guardia Nacional reconoció que la respuesta de esa fuerza al huracán fue dificultada por la gran cantidad de sus integrantes que se encuentran en Irak. El teniente general Steven Blum, jefe de la Guardia Nacional, dijo a la CNN que “posiblemente” se demoró un día o más en la respuesta debido a la ausencia de soldados de la Guardia que se encontraban en Irak. Dijo: “Si esa brigada hubiera estado en el país en lugar de en Irak, se podría haber aprovechado su experiencia y capacidad”.
Así que Bush ha tenido que cambiar de estrategia, con tantos apoyos en sus filas pifiándola a cada declaración, y con la popularidad bajo mínimos ha optado por entonar un mea culpa, poner cara de pena y decir que «Katrina ha puesto de manifiesto serios problemas en nuestra capacidad de respuesta en todos los niveles del Gobierno». Lógicamente no ha entrado en la vinculación del desastre con la invasión de Irak, de un golpe así no se repondría satisfactoriamente ni él ni su partido. Pero en las mentes de buena parte de la ciudadanía, es una asociación ya indisoluble, sobre todo al conocerse que el 40 por ciento de la Guardia Nacional de Mississippi y el 35 por ciento de los miembros de la Guardia de Louisiana están de turismo invadiendo un país.