Nunca olvidaré el fin de fiesta de la manifestación contra la OTAN en Madrid. Más de un millón de personas venidas de toda España y de toda Europa cantando cogidos de la mano el Canto a la Libertad de Labordeta. Aquel fraudulento referéndum fue mi primer contacto directo con la política activa cuando era poco más que un adolescente, pero también con aquel cantautor del que apenas tenía lejanas referencias ligadas a su lucha antifranquista. Desde entonces las canciones de Labordeta han formado parte de la banda sonora de mi vida, siempre he llevado ese verdadero himno revolucionario en mis reproductor de mp3 o ahora en mi teléfono para insuflarme ánimos en momentos de hartazgo o debilidad.
Hoy aquellas lágrimas de Madrid han vuelto a mojar mis mejillas pero esta vez no por la emoción que me ha producido leer u oír una poesía o una letra suya, sino por saber que José Antonio ya no volverá a estar fisicamente con nosotros. Descansa en merecida paz Labordeta, que la tierra te sea leve. Siempre vivirás en tus canciones y en nuestro recuerdo.