Si agitas un avispero, sólo puedes esperar que una nube de avispas lo abandone histéricas atacando a todo lo que se mueva. Pasará un buen rato hasta que vuelva la tranquilidad a la colonia, pero ello sólo ocurrirá si se deja en paz a los insectos y a su hogar. Para conocer este aspecto de la etología animal, no hay que ser un reputado zoólogo ni nada por el estilo. Basta aplicar un poco de sentido común para saber que no se debe meter la mano en un avispero si no tiene previsto qué hacer para evitar las dolorosas picaduras.
Si extrapolamos estos conocimientos a otros órdenes de la vida, como las relaciones internacionales, vemos que la capacidad de previsión de americanos y británicos en materia bélica, tal y como se está demostrando en Irak, deja mucho que desear. Esperaban que, como mínimo, los shiíes les ayudarían a derrocar a Saddam y al partido Baaz y se entregarían sin muchas condiciones en brazos de los ejércitos salvadores, algo parecido a lo que han hecho los peshmergas del kurdistán iraquí. Esa tierna ingenuidad mostrada por los responsables de la invasión fue reproducida en buena parte por los medios de comunicación occidentales a través de entrevistas in situ muy seleccionadas o con montajes más o menos sofisticados como el acaecido durante el derribo de la estatua de Saddam, donde los actores y palmeros nativos habían sido trasladados o seleccionados previamente y las calles de acceso a la plaza frente al Hotel Palestina estaban acordonadas por tanques Abrams que impedían el libre acceso a la misma.
Sin embargo, nadie en su sano juicio podía pensar tal cosa. Tras la primera Guerra del Golfo en la que murieron muchas decenas de miles de personas, el inhumano embargo responsable de la muerte de más de medio millón de niños, tras los más de 10 años de bombardeos ininterrumpidos y con la aún sin finalizar guerra, pocas son las familias que no habrán sufrido una baja relacionada con la política norteamericana en estos últimos años. Por muy salvaje que fuera la represión del gobierno iraquí, era su “hijo de puta”. Los norteamericanos sólo son vistos, además de cómo asesinos y responsables de sumir a un país próspero en la más absoluta ruina, como cómplices y aliados de Israel en el genocidio palestino y en todas las aventuras belicistas y expansionistas del sionismo contra Siria, Líbano, Egipto o el propio Iraq. Para los shiitas, también son los que han mantenido tropas en suelo de Arabia Saudita profanando el país de los lugares santos de La Meca y Medina hasta después del triple atentado de mayo en que decidieron abandonarlo para buscar nuevo asiento geoestratégico en Irak.
El reduccionismo simplista de achacar los actos de legítima resistencia del pueblo iraquí a los partidarios de Sadam y a la legión extranjera de Al Qaeda es pura broma, este discurso sólo puede anidar en mentes preclaras como la de nuestra ministra de exteriores o en gentes dispuestas a dejarse convencer por los medios de desinformación masiva tal como ocurría con el malhadado informe de Blair que costó la vida a David Kelly. Lo cierto es que cada día que pasa los ataques son más fuertes, diversificados y organizados. Por si fuera poco, ha entrado en escena otro factor de desestabilización: los atentados terroristas contra las fuerzas de ocupación y los que les apoyan.
Sea como fuere, entre todos están logrando su objetivo, hacer imposible una ocupación militar en contra de la inmensa mayoría de la población. Ni siquiera Naciones Unidas está a salvo. Tras doce años de trabajos continuados en Irak sin sufrir ningún incidente de este tipo, el pasado 19 de agosto acabaron con la vida del representante especial de Annan, Vieira de Mello y alrededor de un tercio de su equipo en un brutal ataque que también se cobró la primera víctima española. Junto con el ataque a la embajada de Jordania del día 7, es el mayor atentado terrorista acaecido tras la proclamación de la finalización de la guerra a gran escala hecha por el presidente Bush en el portaaviones Abraham Lincoln. Han destruido oleoductos, líneas eléctricas, redes de distribución de agua, han infringido más de setenta bajas a los ejércitos ocupantes en poco más de tres meses y están demostrando que nadie está seguro en el país. La promesa del procónsul americano Jay Garner de reconstruir las infraestructuras que ellos mismos habían destruido días antes se ha tornado poco menos que imposible, alentando así a la resistencia a endurecer sus actos y a reclutar a más cantidad de combatientes.
Los costes de la ocupación se hacen cada día más insostenibles para los Estados Unidos que no cesa de implorar para que más países envíen tropas de apoyo o dinero para financiar una aventura colonial unilateral que se le está poniendo muy cuesta arriba. Eso sí, piden ayuda pero sin renunciar un ápice a perder capacidad de decisión, tal y como ha comentado Powell en rueda de prensa celebrada en Nueva York el 21 de agosto tras su entrevista con Annan. Para ello, presentarán una nueva resolución ante el Consejo de Seguridad que dará un papel más relevante a Naciones Unidas en el proceso de reconstrucción social y política, aunque sin tocar nunca el plano económico o militar ya que, entre otras cosas, aún no ha comenzado a fluir suficiente petróleo por los gasoductos del país por causa de los continuos sabotajes a los que están siendo sometidos y el pastel de la reconstrucción con los fondos del crudo no ha se ha logrado repartir en su totalidad.
Difícil panorama pues, la salida del túnel no está nada clara para la potencia ocupante que, sin embargo, no puede renunciar a todo lo que ha intentado con esta guerra injusta: controlar las reservas de crudo iraquí, acabar con las aspiraciones palestinas de un estado viable, dinamitar los cimientos de la ONU, dividir Europa y debilitar su pujante moneda en las transacciones petroleras, establecer bases militares alternativas a las de Arabia Saudí, eliminar a un enemigo de Israel…Más clara, sin embargo, parece la única salida viable a todo este caos. La solución al conflicto generado por la invasión pasa a todas luces por:
• La salida de los ejércitos implicados en la guerra y su sustitución por una fuerza multinacional de paz formada básicamente por países árabes bajo bandera de las Naciones Unidas.
• El establecimiento de un cronograma claro para la celebración de elecciones en un proceso llevado a cabo por un gobierno interino exclusivamente iraquí en el cual estén representados todas las etnias y sensibilidades políticas y religiosas supervisado por la ONU.
• La desaparición del fondo de reconstrucción al pasar el petróleo en manos exclusivamente iraquíes, contratando su explotación con las empresas que ellos decidan y operando en la divisa que su gobierno elija.
• El respeto a la integridad territorial del país y a los derechos de todas las minorías ofreciendo un estatus especial para el área del kurdistán iraquí.
• Envío de una fuerza multinacional de paz a los Territorios Ocupados de Palestina y convocatoria en el seno de Naciones Unidas de una conferencia de paz con la participación de todos los actores implicados en la cuestión palestina.
De la elección entre las dos maneras de superar la actual situación dependerá el tener una población que recupera dignamente las riendas de su futuro en paz y democracia en un entorno regional estable o seguir agitando un avispero que cada día que pase estará más alterado y con más individuos dispuestos a salir de casa para emprenderla a picotazos contra todo lo que huela a alóctono o a sus colaboradores. La capacidad de aguante del pueblo norteamericano será también otra de las claves en la decantación por una u otra salida. Los muertos del lado norteamericano pesan mucho y el recuerdo de Vietnam está demasiado fresco en muchas mentes de ese país como para que el más del centenar de muertos en la posguerra pasen desapercibidos. Las primeras manifestaciones exigiendo la vuelta de los soldados no han hecho más que comenzar.
Copyleft Juanlu González
22/8/03
David Kelly no se ha suicidado
Una primera carta dirigida la cotidiano britnico The Guardian, con fecha del 27 de enero 2004 escrita por tres mdicos especialistas que ponan en tela de juicio los elementos de la autopsia practicada sobre el cadver del Dr. Kelly, la cual certificaba el suicidio de ste ltimo, y tal como lo haba admitido el informe Hutton. El 12 de febrero, en una nueva carta dirigida al diario, otros tres mdicos han brindado su apoyado a esta tesis convalidada por un informe que ha necesitado cien horas de trabajo, y que examina punto por punto el veredicto de la autopsia. El informe concluye e indica que una arteria cortada de la mueca no puede generar una muerte tan rpida, lo mismo que una concentracin en co-proxamol en la sangre de David Kelly no era en ningn caso lo suficiente para provocar una intoxicacin mortal. As, la tesis oficial de la muerte del experto David Kelly es, segn ellos, contraria al saber mdico actual. Por qu entonces la Comisin Hutton se ha dedicado a investigar sobre una hiptesis casi improbable?
Red Voltaire