Se trata de una afirmación en sentido literal, no de una denuncia política. Cuando decimos que Frank Wisner trabaja para el rais egipcio, no quiere decir únicamente que se esté alineando con sus posturas para evitar que salga del gobierno como le pide el pueblo y toda la oposición política. El enviado especial de Obama para la crisis de Egipto directamente está en nómina del gobierno de Mubarak y del ejército. Esa es la relación que Robert Fisk ha denunciado hoy mismo en The Independent y que ha encontrado eco en algunos medios de comunicación (no demasiados, por cierto).
En efecto, Wisner trabaja para el bufete de abogados Patton Boggs, que asesora
al ejército egipcio, a la Agencia Egipcia para el Desarrollo Económico, y que ha gestionado arbitrios y disputas legales en nombre del gobierno [de Mubarak] en Europa y Estados Unidos.
Vamos, que representa jurídicamente al gobierno de Mubarak en asuntos económicos. Es obvio que no podemos pensar que los intereses pecuniarios a esta escala pueden hacer variar la decisiones estratégicas de un país como Estados Unidos, tampoco que este señor sea un franco tirador solitario, pero no es casual ni inocente que el gobierno Obama haya confiado en él para representar a su país en una crisis de este calado con tantas repercusiones internacionales. Posteriormente sus declaraciones fueron matizadas oficialmente para distanciarse de las del diplomático, pero que cada cual saque sus propias conclusiones…
