Mercenarios saudíes machacan a manifestantes indefensos en Bahrein

Nada más llegar para tomar el control del pequeño país del Golfo, los mercenarios saudíes se han puesto manos a la obra y han comenzado una brutal represión de los manifestantes pacíficos que claman en favor de la democracia. Según organizaciones de derechos humanos, hasta las ambulancias están siendo objeto de los ataques de las fuerzas enviadas por la dictadura saudí que trabajan en colaboración con las del no menos antidemocrático régimen de los al Khalifa para evitar ceder ante la presión ciudadana en demanda de reformas políticas que traigan la libertad al país. De momento se han contabilizado dos nuevos muertos y centenares de heridos por disparos de escopetas, aunque la cifra puede aumentar a medida de que se conozcan los datos.

La única reforma anunciada por su majestad Hamad Ben Isa al Jalifa ha sido decretar el estado de excepción por tres meses y acaparar poderes excepcionales para reprimir con más facilidad al pueblo indefenso. La Casa Blanca no ha condenado la invasión de mercenarios saudíes (y de otros países del Golfo Pérsico) y se ha limitado a pedir «moderación». Quedaría por ver qué harían o dirían si el gobierno libanés pidiera apoyo a militares de Irán para contener las manifestaciones de sunitas y drusos contra el candidato propuesto por Hezbollah.

La ONU ha declarado estar muy preocupada por lo sucedido, pero poco más. Por otra parte, la UE se ha limitado a «tomar nota» de lo sucedido y ha pedido contención a las partes para evitar más víctimas. Como si las víctimas fueran suicidas recalcitrantes y no gentes hartas de vivir bajo la bota de un tirano, déspota y corrupto.